Podemos decir que Vera Vides 2015 es el pequeño de la familia de los vinos tintos elaborados por Andrea Sanz y Pablo Arranz, un proyecto vinícola, Magna Vides, que desde 2005 desarrollan en La Aguilera, en la Ribera del Duero Burgalesa, centrando el protagonismo en el terruño y en la recuperación de castas de más de 80 años, y un tanto olvidadas, como la garnacha blanca y tintorera, albillo mayor, bobal, pirulesa o alarije, entre otras, bajo una agricultura sostenible y ecológica.
Vera Vides 2015 está elaborado en un 95% con tempranillo y un 5% de garnacha. La crianza la realiza en barricas de roble durante 9 meses.
La cata:
En vista muestra un precioso y llamativo color picota madura con un ribete cardenalicio. Lágrima fina y lenta que tintan ligeramente la copa. Muy atractivo.
Nariz marcada por el claro predominio de la fruta negra y roja, y notas florales muy bien conjuntadas con el aporte de la crianza apenas perceptible, pero juganto su papel en un segundo plano. Sutiles toques balsámicos y terruño muy matizados acompañados por sensaciones vegetales que le aportan frescura. Elegante.
Boca con perfecto equilibrio entre acidez y alcohol. Tanino goloso, sedoso y pelín secante -no en vano acaba de salir y necesita pulirse con el tiempo en botella-. Muy buen paso de boca, largo, envolvente, con cuerpo y estructura y a la vez fresco.
Retronasal rica en matices (fruta, regaliz, flores, toques vegetales y de terruño). Largo y con un claro protagonista que se hace notar: su equilibrio.
Me ha gustado. Lo temía más duro, pero es pura seda con una acidez propia de la uva y del año. No le pidamos a la naturaleza lo que no puede dar. Un vino en la que la viña habla y en el que destacaría su equilibrio, la sedosidad y el excelente trato de la crianza, apenas perceptible. Hecho para disfrutar desde ya, aunque habrá que recatar con cierto tiempo porque estoy seguro que dará lo mejo de sí con un poco de descanso.
Fotos del autor y la de cabecera de http://concdecasa.blogspot.com.es