Revista Cine
Hace casi un mes (16/09/2011) que salió publicado este artículo en la edición digital de El Pais, refiriéndose al nuevo disco de Mastodon y haciendo alusión a una supuesta apertura de la música heavy y/o metal hacia el resto del mundo, como si hasta la fecha se haya limitado a ser un género musical limitado para, como dice el artículo textualmente "perdedores e ignorantes". Creo que ha llegado la hora de revisar dicho artículo y debatir una serie de afirmaciones vertidas en dicho artículo que creo del todo inadecuadas. Vamos con el articulo (en este formato) y lo que un simple aficionado (servidor) tiene que decir al respecto.
"Metal para gafapastas"
El heavy intenta abrirse paso fuera de su feudo. Su arma secreta es Mastodon, un sofisticado cuarteto estadounidense que se inspira en Melville o Dostoievski.
En la galaxia del metal, un puñado de bandas están rompiendo el estúpido cliché de que el rock duro es para perdedores e ignorantes. Las referencias literarias y culturales han poblado desde siempre las letras de grupos heavies (Alan Poe, Hemingway, Homero, Aldous Huxley... han sido referentes en bandas como Iron Maiden o Metallica), pero son Mastodon los que están consiguiendo borrar el estereotipo. Una muestra: tocaron este verano en el Sonisphere de Getafe, y entre el público chicas con el look Amélie disfrutaban de sonidos que muchos veteranos del metal calificaban de "demasiado duros" mientras buscaban sombra y una cerveza. ¿Empieza a estar bien visto el heavy entre los gafapastas?
Empezamos mal desde el título. Habría que dejar claro qué es un gafapasta y averiguar cómo se visten, qué escuchan, que ven en la tele y en el cine, que tipo de lecturas devoran y cómo se comportan. Y entonces, a partir de ahí y con una definición correcta, podemos empezar a hablar. Continuamos en la misma línea desafortunada con un "lead" y un primer párrafo en el que se presupone que la música heavy es un estilo que vive encerrado en un feudo (seguramente al redactor la palabra "gueto" le sonó demasiado fuerte y prefirió usar el vocablo "feudo", mucho menos hiriente...). No cabe duda de que el rock duro y el heavy metal son géneros musicales particulares, pero de ahí a tratar de enclaustrarlos y convertirlos en géneros cerrados sólo aptos para un determinado estereotipo de oyente me parece de una torpeza y una estrechez de miras galopante, máxime cuando estamos bien avanzados ya en el siglo XXI y el mestizaje y la amalgama de estilos, no sólo en la música, sino en el arte en general empieza a ser una constante. Resumiendo, no se le pueden poner puertas al campo, ni tratar de establecer quién puede o debe escuchar un determinado tipo de música. Un estilo musical con tanta personalidad como el rock en todas sus variaciones no se articula ni se compone para intentar abrirse paso desde ni hacia ningún sitio. Simplemente el rock, como la energía, ni se crea ni se destruye: es cambiante, se transforma, y el que quiera es libre de escuchar éste o áquel grupo, disco o grupo, pero estoy seguro de que quienes enarbolan con sinceridad el estandarte de la buena música y la autenticidad lo hacen por simple y pura devoción, amor, cariño y pasión hacia lo que hacen. Evidentemente, si luego pueden vender 20 millones de discos, perfecto.
Además, se hace eco de, según el artículo "ese estúpido cliché de que el rock duro es para perdedores e ignorantes". Mira, ahí estoy de acuerdo, y no sólo calificaría ese cliché de estúpido, sino que tacharía a la persona que lo formule de retrógrada, ignorante y minusválido cultural, además de citarle para un encuentro casual con mi lado oscuro más oculto e irracional. Sí, es un cliché estúpido y realmente necio, y como dice el sabio refranero español, "a palabras necias, oidos sordos", a lo que yo añadiría la posibilidad de no otorgarle la posibilidad de ningún tipo de eco para evitar su postergación. Cuanto antes dejemos de seguir dándole publicidad a los clichés y a los estereotipos, sean los que sean, antes dejarán de tener validez y "se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia", tal y como el gran Roy Batty dijo en su día. La alusión a que bandas como Iron Maiden o Metallica se han basado en clásicos de la literatura para inspirarse u homenajearles en las letras de sus canciones está bien, pero ni esos dos grupos son los únicos que lo han hecho, ni Mastodon están borrando estereotipo alguno porque, insisto, no hay estereotipo, o al menos no debería haberlo, y estas cosas dejarán de existir cuando dejemos de creer en ellas.
Por último, el hecho de que entre el público que asiste a un concierto de Mastodon se encuentren "chicas con el look Amélie" no es significativo ni es indicativo de nada. La música es un arte y un entretenimiento que, como manifestación cultural de peso, puede ir acompañada de un estilo a la hora de vestir y de una determinada indumentaria, pero se trata de algo opcional, una simple y pura cuestión de elección personal. Para todos los públicos y simplificando, ni todos los que llevan el pelo largo son heavies, ni todos los que llevan gafas se emocionan con el Réquiem de Mozart. El redactor vuelve a establecer, desconozco si involuntariamente o no, un estereotipo o "estúpido cliché" según sus propias palabras. En una nueva consulta al refranero español, encontraremos sentencias del tipo "el hábito no hace al monje" o bien podemos quedarnos con la utilizadísma "las apariencias engañan" si no queremos tirar de frases populares castellanas. Y hablando en plata, ¿qué cojones tendrá que ver, en última instancia, la indumentaria de una persona con la música que escucha?.
Luego tenemos la cuestionable afirmación de que "veteranos del metal calificaban de "demasiado duros" ". Aquí me vais a permitir que, a título personal, tenga mis dudas al respecto y no termine de imaginarme a esos veteranos metaleros calificando a los Mastodon como demasiado duros. Mastodon son muchas cosas: creatividad, velocidad, virtuosismo, originalidad, buenas letras, carisma, personalidad y también dureza, pero no tanto como para que la gente, a estas alturas, se alarme. Y mucho menos si son esos veteranos que buscan sombra y cerveza.
La frase que cierra esta parte, "¿Empieza a estar bien visto el heavy entre los gafapastas?" no es más que otra hilarante colección de estúpidos clichés, dando por sentado varias cosas, entre ellas, que el heavy está mal visto y que los gafapastas (sigo sin saber qué entiende el redactor con dicho término...) no lo tenían en consideración hasta la irrupción de Mastodon en el panorama internacional.
El resto del artículo es una simpática y ligera compilación de datos más o menos exactos intercalados con pequeños extractos de una entrevista a Brann Dailor, batería del grupo. Respecto a esta parte, poco o nada que objetar. Al fin y al cabo, es una entrevista y, salvo los matices y los giros de las expresiones en la traducción del inglés al castellano, son palabras de uno de los fundadores del grupo. Lo reproduzco palabra por palabra a continuación, y me despido pidiendo más rigor no ya informativo, sino a la hora de justificar o cimentar ciertos argumentos en una noticia. No todo vale, y hay que mirar hacia el siglo XXI. Tranquilos que no es echar la vista demasiado lejos: es simplemente contemplar y entender el siglo que estamos viviendo ahora mismo...
Brann Dailor (Rochester, Nueva York, 1975) recibió a EP3 en las bambalinas del festival para hablar de su quinto álbum de estudio, The hunter, que verá la luz el 27 de septiembre. Con un capuccino en la mano, este batería autodidacta, que abandonó el colegio a los 17 años por problemas familiares y pasó a trabajar en turnos de noche ("en curros de mierda") y a tocar en bandas de art-rock, es el pilar del grupo formado en Atlanta en el año 2000.
Un buen día, Dailor estaba leyendo Moby Dick y vio concomitancias entre los marineros en pos de la ballena blanca y un grupo de rock dando vueltas por el mundo a bordo de una furgoneta en busca de... no se sabe qué. De ahí nació Leviathan (2004), el álbum que hizo que The New York Times girara la cabeza hacia ellos: "Mastodon es, por defecto, la banda de metal para gente que se cree demasiado lista para el metal". Su crítico Ben Ratliff, en un artículo donde los mide con músicos de jazz, llegó a decir: "Resume con una agudeza increíble las últimas tres décadas de rock duro".
Lo de que Mastodon es l"a banda de metal para gente que se cree demasiado lista para el metal" no es más que otra soberana tontería, esta vez por parte de ese redactor de The New York Times. No por ser neoyorkino se es más listo o profesional, y la pata la mete cualquier hijo de vecino trabaje en El País o en El Soplo.
¿Y sus influencias literarias? Dailor cita a Melville, claro, y también a Dostoievski, "y a todos los clásicos, obviamente. Me paso el día leyendo". ¿Obviamente...? "Somos artistas", recuerda mientras se rasca un tatuaje. Dailor asume con naturalidad y una sonrisilla la etiqueta de banda sofisticada. "No me sorprende, creo que en el rock duro está implicada parte de la gente más talentosa y artística que conozco: el tipo de persona autoexigente, propensa a romper moldes y a buscar nuevos lugares. No veo eso en el pop, la verdad. O en el rap. Esas producciones masivas, basura motivada por el dinero... No creo que el rock duro sea para perdedores, porque además ¡yo soy un ganador!" [risas].
Con The hunter (su tercer elepé con Warner) ya no estamos ante un disco "de concepto", con una trama. Su título (que se traduce como El cazador) es un homenaje al hermano del guitarrista Brent Hinds, muerto durante un accidente cinegético. La banda ha dado un paso que ha desatado las alarmas entre sus fans de toda la vida: han fichado al productor Mike Elizondo, habitual de grupos ultracomerciales de hip-hop y pop: Eminem, Maroon 5, Nelly Furtado... Dailor se defiende: "No ha coloreado nuestro sonido, nos ha sacado más partido. No digo que seamos vagos, pero a veces uno no se disciplina lo suficiente. Es bueno tener un testigo objetivo. Mike es cultivado, es fiable y rápido. Nunca tuvimos una disensión con él. Nos dejó ser Mastodon".
La banda admite que Warner apuesta por ellos, tratando de llegar a una audiencia más amplia y sofisticada: "Así es: la idea es alcanzar una cota más elevada", reconoce su líder. Para eso no solo han fichado a un productor de masas; también han cambiado las carátulas y tipografías. Pero quiere tranquilizar a los puristas. "Es verdad que este álbum es muy distinto a lo anterior. No está tan orientado hacia lo progresivo, es más directo. Son buenas canciones, pegadizas... Espero no decepcionarlos".
ANTONIO FRAGUAS 16/09/2011