(2012) Diciembre / 12

01/12/2012. Grupo 7, Alberto Rodríguez, España, 2012

Una aclimatación de modelos estético-narrativos foráneos –del polar de Olivier Marchal a Tropa de Élite, pasando por una versión actioner de Ley 627 de Tavernier- a localizaciones y tipos propios, lo mejor de la película, así como a un determinado momentos histórico al recrear las operaciones reales de los grupos antidroga de los últimos 80 y primeros 90. Esquemática más que elíptica, rodada con nervio aunque sus soluciones sean estándar y con un sólido reparto de característicos que intentan arropar a su imposible protagonista se sigue con interés pese a la cantidad de tópicos, la inverosimilitud de determinados momentos y que la voluntad de origen se queda más de cerca de un José Antonio de la Loma con medios que de otra cosa.

03/12/2012. Desayuno en Plutón, Neil Jordan, 2005, Irlanda

Neil Jordan revisándose a si mismo a través de una novela de Patrick MaCabe que disuelve la aterradora sordidez trágica de la historia del desdichado Patrick “Gatita” Braden en lo que podríamos llamar “realismo feérico”, la versión irlandesa (y muy jordaniana) del realismo mágico. De estructura episódica, musical e impresionista, que a veces se vuelve demasiado dispersa, rima el melodrama-glam con la comedia excéntrica, la revisión histórica con la fantasía romántica, lo escatológico y grotesco, con lo lírico y lo vitalista sin dar mayor peso a unos elementos que a otros, como si todos ellos funcionasen a la vez, yuxtapuestos. Sensacionales interpretaciones (incluida una aparición viscosa de Brian Ferry), cámara fluida y sentido del riesgo para una película (y un director) que mereció más atención.

05/12/2012. El americano, Anton Corbijn, 2010, USA

Thriller de diseño entre europeizante y retro que da su punto de vista sobre esa figura espectral del asesino a sueldo, que tan buen material ha dado. No es el caso. Lenta que no parsimoniosa, llena de estereotipos y no de arquetipos, da vueltas sobre si misma con tono muy grave y concentrado, con planos estáticos y mucho hieratismo de pose que avergüenzan a los sintéticos y estilizados modelos que pretende evocar; “Fuga sin fin”, la crepuscular obra maestra de Richard Fleischer, a la cabeza de todos ellos.

07/12/2012. El hombre lobo (Montaje del director), Joe Johnston, 2010, USA

Un intento desmesurado de sintetizar diferentes raíces de la mitología del Hombre Lobo –e incluir otras por asociación como las de Jack el Destripador o Sherlock Holmes- a partir de someter el original de la Universal a una inmersión hipergótica, que mezcla melodramón trágico-romántico, acción digital estrepitosa -hasta las ensaladas de monstruos caben- y estética recargada hasta lo asfixiante. Ofrece más gore y furia de lo previsible y no le faltan aciertos de puesta en escena dentro de las capas de estilo tenebrista, pero Johnston carece de la autenticidad y el punto delirante necesarios con lo cual el conjunto parece derivativo o prestado.

09/12/2012. Dueños de la calle, David Ayer, 2008, USA

Protagonizado por el típico antihéroe de James Ellroy, quien proporciona la base argumental, un policial del cual adelantas sin dificultad todos los giros y recovecos pero que atesora cierta fuerza bruta y está rodado con suficiente convencimiento como para no aburrir. El reparto se secundarios es sólido pero Keanu Reeves resulta inverosímil en un personaje escrito para el James Wood de hace veinticinco años: un poli obtuso, honesto de manera primaria y de gatillo fácil manipulado por diversas fuerzas contrarias que no calculan bien la determinación suicida del tipo en cuestión.

12/12/2012. Marsal, Vinko Bresan, 1999, Croacia
Algo así como la versión en santoral socialista de Los jueves milagro cruzada con el espíritu Ealing a la balcánica, con el cuerpo incorrupto de Tito apareciéndose en una pintoresca isla dálmata, dividida entre los viejos partisanos y las fuerzas neocapitalistas (de andar por casa). Con munición paródica de todos los calibres -desde el churretón grotesco al doble sentido venenoso- la película se sobrepone a su tosquedad estilística sin dificultades. Memorable, demoledora, descojonante, reclama un programa doble con el clásico El espía de los balcanes de Dusan Kovacevic y certifica como el humor ha sido la vía de exorcizar el pasado -remoto e inmediato- de Yugoslavia. Además sirve como nuevo comprobante de la unión (¿mediterránea? ¿ácrata? ¿negrorrealista? ¿todas las anteriores) entre la comicidad española, italiana y balcánica.

14/12/2012. When Willie Comes Marching Home, John Ford, 1950, USA

Sátira en la cual Ford lanza desde la posguerra de 1950 una mirada a los USA eufóricos y obsesionados por el heroísmo de una década anterior.  Se centra en un soldado entusiasta, primero en alistarse de su pueblo y que poco más y no sale de él en toda la guerra. Poco amable y apacible pese a lo que  pueda parecer, aunque provista de esa ternura enfurruñada de Ford, supone uno de los títulos menos frecuentados de su filmografía; ya sea por su carácter doméstico, ya sea por su extraña mezcla de elementos donde caben los retazos musicales, el anecdotario, las hazañas bélicas en versión paródica o la burla del ejército.

17/12/2012. Un témoin dans la ville, Edouard Molinaro, 1959, Francia

Tras planear y ejecutar minuciosamente una venganza contra el asesino de su esposa un hombre es visto fortuitamente por un taxista. Desde ese momento el testigo involuntario será perseguido para eliminar el último fleco. Polar minimalista, nocturno y ambivalente a partir de una de las tenebrosas novelas criminales del dúo Boileau-Narcejac  y dirigido por un cineasta que haría fortuna con la comedia. Nervuda y directa, con grandes secuencias automovilísticas y gran empleo del fuera de campo,  manipula al espectador al identificarlo con el protagonista, encarnado por un soberbio Lino Ventura con su economía expresiva habitual.  Así tan pronto somos justiciero o asesino, perseguidor o perseguido, en una experimentación sencilla y efectiva con la mecánica del suspense al ritmo jazzistico de Barney Wilen.

18/12/2012. Sospechosos (The Risk), John & Roy Boulting, 1960, GB

Un curioso título de espionaje doméstico realizado por los singulares gemelos Boulting entorno a un grupo de científicos cuyas investigaciones son limitadas por el propio gobierno británico, lo cual les plantea la tentación de cruzar la línea. Austera hasta lo televisivo, pero llena de los aspectos llamativos habituales de las películas de los directores (juntos o por separado) es un mirada muy británica sobre la Guerra Fría, llena de acotaciones humorísticas, ácidas y retorcidas, aunque termine por desembocar en una mansedumbre tranquilizadora.

21/12/2012. Blackthorn, Mateo Gil, 2011, España

A partir de un enfoque entre lírico y revivalista –es una suerte de secuela/relectura de Dos hombres y un destino- un western de aventuras que contrapone dos versiones distintas de forajido: la legendaria, y por tanto moral, opuesta a la real, en consecuencia sin escrúpulos. La perjudican los recursos reiterativos –léase los flashbacks e insertos- pero por su estilo de balada, su mirada lacónica y viril y por lo bien rodada que está merece algo más que la frialdad con la que fue recibida. Una rareza del último cine español, que mirándose en el canon USA de los primeros 70 aporta una mirada europeizante, contaminada incluso por la BD en su estilización e iconografía.

26/12/2012. F.A.C. Facción del Ejército Rojo, Uli Edel, 2008, Alemania

Pese a que su existencia resulta consecuencia –estilística, tonal,…- del notable Munich de Spielberg el resultado es lo bastante enérgico, elaborado y plausible como para no desentonar y aportar una entrada interesante a la curiosa filmografía sobre la Internacional Terrorista de la década de los 70; basada tanto en la recreación estética del thriller de la época, como en la reflexión histórica y sociopolítica. Esta vez los protagonistas son la guerrilla urbana que a lo largo de la década sacudió la socialdemocracia alemana adquiriendo rasgos de estrellas del rock: la Baader-Meinhof. Quizás se este aspecto de iconos populares el más interesante del film, aunque no se llegue a desarrollar completamente en beneficio de un fresco al tiempo histórico e íntimo, que multiplica personajes y puntos de vista en una narrativa total que en sus mejores momentos resulta absorbente. Irregular y minuciosa, no cae en la glorificación aunque hace entendible el carisma de los personajes –aunque la mediocre interpretación de marina Gedeck desdibuje a Ulrike Meinhof, compensada por al vibrante Gudur Ennslin de Johanna Wakalek- y expone de manera bastante aguda tanto la lógica de sus acciones como lo naif de su lucha, progresivamente alejada del entusiasmo y cercana a lo sórdido y lo paranoico. Supone además el regreso de un director largamente desorientado y una llamada para atender a la pujanza del cine alemán de los 2000.

31/12/2012. En el centro de la tormenta (In the Electric Mist), Bertrand Tavernier, 2009, USA

Un policial sureño de narrativa ceremoniosa, deslavazada y hasta algo torpe donde Tavernier adapta una de las novelas de James Lee Burke sobre el personaje de Dave Robicheaux, uno de esos policía que arrastra la culpa del mundo y que no duda en saltarse la ley para mantener el equilibrio de las fuerzas entre el mal y el bien y que aquí se enfrenta a dos casos separados por 40 años pero entrelazados de alguna manera tenebrosa. De atmósfera extraña, abierta a lo onírico y típicamente asociada  a “lo sureño” por otra parte, remite al clasicismo revisitado del thriller de los 70 e incluso al Eastwood contemporáneo, pero más paisajística que con verdadera hondura. Así y todo un film curioso, demasiado maltratado en el momento de su estreno y provisto de una formidable banda sonora.