Este es un plato tradicional de San clemente, así lo
hacía la abuela Teresa y así me lo ha enseñado a hacer su hija Felisa (mi
suegra), es uno de esos platos que ya apenas se hacen (una lástima porque está
muy rico), desde aquí mi humilde aportación para mantenerlo vivo
INGREDIENTES
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Pan duro: 250 gr
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Patatas: 400 gr
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Cebolla: 1 (unos 250 gr)
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Ajos: 5-6
dientes
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Agua
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Aceite
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Sal
PREPARACIÓN
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Cortamos el pan en
rebanadas y lo ponemos en remojo con agua sin que llegue a cubrirlo del todo,
con las manos lo removemos, y cuando esté bien mojado lo escurrimos con las
mismas manos (estrujándolo bien para que suelte toda el agua, haciendo como
unas bolas de masa), se deja en un escurridor, reservamos.
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Picamos la cebolla y
los dientes de ajo, lo vamos sofriendo a fuego lento con un chorro generoso de
aceite y un poquito de sal.
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Entretanto pelamos y
cortamos las patatas en láminas finas pequeñas (como si fuera para una tortilla
de patatas).
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Cuando la cebolla y
el ajo estén a medio hacer, unos 10 minutos, incorporamos las patatas y ponemos
a fuego medio, vamos dando vuelta de continuo sin dejar que se pegue.
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Cuando la patata
empiece a estar dorada añadimos el pan, seguimos dando vueltas, rectificamos
sal y añadimos aceite si hiciera falta, cuando todo está bien dorado lo dejamos
que cuaje como si fuera una tortilla (no llega a quedar tan compacto como una
tortilla pero se le parece bastante).