Aprende a comer con Capi

Aprende a comer con Capi es el título de la nueva campaña impulsada por la Consejería de Agricultura de La Rioja para promocionar y fomentar la alimentación saludable entre los más pequeños. Hasta 3.500 niños de cuarto de Primaria pertenecientes a 90 centros, van a poder recibir clases especiales impartidas por cocineros riojanos como Diego Arechinolaza, Juan Manuel García, Ignacio Echapresto, Armando Soto o el pastelero Juan Ángel Rodrigálvarez entre otros.

Los expertos en cocina enseñarán a los niños durante una hora el valor de una alimentación saludable, cargada de productos frescos y naturales, así mismo (algo lógico) se ofrecerán nociones sobre los alimentos de calidad de La Rioja, una forma de promocionar la cultura alimentaria de esta comunidad. Aprende a comer con Capi toma como referencia la abeja Capri, protagonista de la versión infantil en La Rioja Capital, una iniciativa o evento integral que ensalza la calidad de los productos riojanos.
Junto a la visita de los cocineros, a los niños se les entregará material de trabajo, en este caso alimentos, para hacer disfrutar al paladar, con ellos podrán experimentar los sabores y texturas que ofrecen, nada mejor que unas clases prácticas para conquistar el paladar de los más pequeños. El papel de la abeja Capri será educativo, enseñará a los niños las bondades que ofrecen los hábitos y estilo de vida saludables y ofrecerá las pautas marcadas por la pirámide Naos, estrategia para la nutrición, actividad física, prevención de la obesidad y salud desarrollada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Paralelamente a estas iniciativas, Aprende a comer con Capi cuenta con el apoyo virtual a través de la página web de La Rioja Capital, basta acceder a la sección de la abeja Capi para que los niños puedan tener acceso a juegos, concursos, información relacionada con los alimentos riojanos o incluso poder consultar a un experto nutricionista. En nuestra opinión, este apartado es interesante, pero lo es mucho más la presencia física de los cocineros en las aulas realizando talleres prácticos que resultan mucho más convincentes.

Para incentivar esta iniciativa que hemos conocido a través de la publicación digital ABC, se pondrán en marcha concursos con premios que resultarán atractivos para los más pequeños, un viaje a Port-Aventura, un viaje al Barranco Perdido y un lote de alimentos de calidad de La Rioja, para los ganadores y clasificados en primer, segundo y tercer puesto respectivamente.

Este tipo de iniciativas son una evidencia que muestra la necesidad de incluir una asignatura de educación nutricional y alimentación en las aulas, como herramienta que puede contribuir a adquirir cultura gastronómica, a mejorar la alimentación y reducir el alto índice de sobrepeso y obesidad infantil existente en nuestro país. De momento, sería interesante promocionar en otras comunidades campañas similares a Aprende a comer con Capi.

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