Hola muy buenas tardes a todos! Regresamos con un emblema de la repostería tradicional por excelencia: la bica gallega. Junto a la tarta de Santiago, son las dos elaboraciones dulces más conocidas de la provincia galega.
Esta receta con tradición en su elaboración, cuenta con algo más de dos siglos de antigüedad según las referencias que se han ido encontrando. Se tiene constancia de su aparición por primera vez en la Ribeira Sacra de la provincia de Ourense. La historia la sitúa en localidades como Laza, Trives o Castro Caldelas. Es en esta última población donde José Luis la horneaba en "O Forno" la primera panadería del pueblo, haciéndose cargo a mediados de los años '90 del horno de piedra, transformando esta panadería en "Biquería". La original lleva manteca de vaca, también conocida como mantequilla clarificada, que de manera común, sustituímos por mantequilla y nata.
Existen varios tipos de este dulce como la bica blanca de Laza con claras de huevo, la mantecada de Trives con prefermento, almendrada, de castañas o la de harina de maíz de Bergantiños. Toda una delicia elaborada con métodos artesanos y buenos ingredientes que ha perdurado hasta nuestros días convirtiéndose en un referente de la repostería gallega y española.
Como curiosidad comentaros que cada verano se celebra la Fiesta de la bica, concretamente el último domingo de julio. Esta celebración se originó en 1972 y desde entonces se celebra una romería con muchas actividades en la que de postre se sirve una degustación de este bizcocho acompañado de licor de café. Ahora tengo una idea más para celebrar mi cumpleaños que es por esas fechas. Un buen plan sin duda para el verano.
Para quién no la haya probado, este dulce tradicional lleva una miga densa que se deshace mientras la probamos, porque la combinación de nata y mantequilla crean una textura muy esponjosa y sabrosa. Se crea además una corteza deliciosa que decoramos con azúcar y canela antes del horneado, logrando una combinación de sabores deliciosa.
Es la primera bica que elaboro. Había oído hablar de ella en programas de televisión, leído en artículos y demás referencias hastta que me decidí a hornearla. La receta es del libro Cocina Gallega tradicional. Recetas, tradición, historia y evolución, Editorial Xerais, 2017. La autora es una estudiosa de la gastronomía popular gallega, Matilde Felpeto Lagoa, que además de esta receta, podéis encontrar un compendio muy interesante de la cocina de esta provincia que explica con concisión y sencillez.
Acompañadme a la cocina, que nos ponemos el delantal y comenzamos!
Ingredientes:
Molde rectangular 32 x 22 cm.
- 3 huevos
- 300 grs. azúcar
- 150 grs. mantequilla
- 200 ml. nata para montar
- 1 chorrito de ron
- 300 grs. harina
- 1 sobre levadura
- 1 pizca de sal
- canela en polvo y azúcar para decorar
Preparación: En primer lugar comenzamos batiendo los huevos con azúcar hasta que monten. Haremos una crema a la que incorporamos la mantequilla a punto pomada poco a poco. Batimos hasta integrarla bien unos minutos. Queda una textura muy cremosa.
Luego añadimos la nata en varios pasos hasta que se integre bien y a continuación agregamos el chorrito de ron.Tamizamos la harina junto a la levadura. Agregamos en varias tandas sin dejar de batir y no olvidamos el toque de sal. Obtendremos una masa densa y cremosa
Cubrimos nuestro molde rectangular si es posible, ya que no son tan altos, con papel vegetal o bien lo engrasamos. Vertemos la masa, extendemos bien con una espátula y decoramos la superficie con azúcar y canela.Horneamos unos 35- 40 minutos a 180 grados. Comprobamos con palillo el centro a los 30 minutos. Una vez que salga limpio estará listo.
Dejamos reposar 5 minutos con el horno apagado. Llevamos a rejilla y dejamos enfriar completamente. Desmoldamos, cortamos a cuadrados y servimos.
¡Buen apetito o bo proveito! en galego ^^
Este bizcocho es perfecto para acompañarlo de un buen café en el desayuno o merienda. En casa nos encantó a todos y os aseguro que la probaremos más veces. Nos ha encantado esta receta y además me fascina hornear dulces con tanta historia. La mente se me va a los hermosos parajes de Galicia e imagino la elaboración artesanal de la bica en esos obradores antiguos que me enamoran.
No dejes nunca de crear recetas en tu cocina, la magia y tradición que respiran es una experiencia que recomiendo vivir en primera persona.
Vuelvo muy pronto con más recetas y más historias. Un saludo muy dulce.
Maribel García 🍓🍓🍓