"Biutiful" retrata la historia de Uxbal. Uxbal es un padre que tiene que hacerse cargo de la custodia de sus dos hijos y cuidar a su mujer que sufre de bipolaridad. Uxbal se gana la vida mediante negocios ilegales. Coloca a trabajadores sin papeles, soborna a policías y “ayuda” a inmigrantes africanos y a chinos. Además se saca un sobresueldo con su “poder” de comunicación conlos muertes y los espíritus del más allá. Cuando es diagnosticado con un cáncer, decide poner riendas a su vida y dejar lo más solucionadas posible la de sus hijos mientras crezcan. Problemas inesperados provocan que no le salgan las cosas como había esperado.
Aunque Iñárritu decide centrarse en un solo personaje principal en el guión porqué sabe que no conseguirá mejorar el resultado de películas corales que hizo con Arriaga, lo cierto es que el guión flojea. Flojea porqué no acaba de estar bien definido cuales son los temas que toca y cuáles son los que profundiza. Las historias secundarias (el grupo de afroamericanos y el grupo de chinos) se quedan a medio gas y son demasiado poco importantes para convertirse en un pilar fundamental de la película; pero demasiado importantes para el desarrollo de la historia de Uxbal. Eso provoca que no te acabe de transmitir todo lo que podría. Mientras que Uxbal y su familia forman el núcleo más sólido y más bien dibujado de la película, los secundarios quedan un pelín desdibujados. La trama "sobrenatural" en el que el protagonista puede comunicarse con el más allá y tiene una sensibilidad única también está cogido por pinzas y casi sin desarrollo, no aporta nada a la verdadera trama.
Además el film tiene un problema en el audio. La superposición de diálogos y banda sonora no cumple su función y entorpece el entendimiento. La variedad de acentos(la pronunciación del español de afroamericanos y de chinos), la multitud de susurros y la mala dicción de Bardem tampoco ayudan.
Aun así, hay que reconocer que Iñárritu se arriesga con la puesta en escena. Austera, en alguna ocasión con demasiada cámara en mano, para transmitir con acierto un gran realismo. A este realismo lo ayuda un estilo crudo, duro (algunas escenas duelen) y directo sin florituras técnicas y la ambientación de Barcelona. El director, a diferencia de Woody Allen, se interesa por la parte más oscura de Barcelona, los callejones más oscuros de la ciudad, la parte trágica y sórdida que el turista evita al hacer la visita turística. Iñárritu y el director de fotografía sabe dotar toda esa Barcelona de una belleza particular.
Interpretativamente hay de todo. Bardem aguanta toda la película. Se le puede discutir si actúa bien o no, pero lo cierto es que su presencia llena la pantalla y aunque si que es verdad que en alguna frase suena forzado, lo cierto es que convence bastante con su papel y es el gran pilar lo suficientemente sólido para el resultado satisfactorio de la película. El jovencísimo Guillermo Estrada interpreta a Mateo, el hijo pequeño de Uxbal, una fresca y sorprendente interpretación que aporta dosis de realismo. Hanna Bouchaib y Maricel Álvarez interpretan a la hija y a la mujer de Uxbal respectivamente. Ambas lo hacen con bastante poca fortuna y sus interpretaciones se ven demasiado forzadas y demasiado poco creíbles. Eduard Fernández, que interpreta a Tito, ejerce una vez más de secundario desaprovechado.
Como conclusión una película irregular, con un sentido metafórico que no acaba de funcionar, con una buena actuación de Bardem que le valió la Palma de Oro en Cannes, pero con un desarrollo sin rumbo fijo y con algunos errores que lastran un film con alguna propuesta visual más que interesante.
Nota: 6/10