Bizcocho de Mandarinas

 El "veroño" se va a quedar entre nosotros como una estación más, pues aún gozamos en Sevilla de un pleno verano. Hace mucho calor de día, aunque al llegar la noche las temperaturas se suavizan y da gusto pasear a la vera del río, tomar unas tapitas en Triana o disfrutar de una distendida conversación en cualquier terraza de verano. 

A pesar de ello, los productos de temporada también hacen notar su presencia y, entre ellos, ya han llegado las mandarinas. Particularmente me gustan mucho y tanto las uso en recetas dulces como saladas. Un buen amigo mío me ha regalado muchísimas, así que serán variadas las recetas que haré con estos bocaditos dulces tan naturales y deliciosos. 

Empiezo la lista con este tierno, húmedo y esponjoso bizcocho de mandarinas que nos ha endulzado la tarde del domingo, acompañado de una copa de cava y de la mejor compañía ha supuesto el punto final a un estupendo fin de semana.

Es muy fácil de hacer y en Thermomix se elabora en muy poco tiempo. Ya veréis, si os dais prisa aún me queda algún trocito.

INGREDIENTES

• 3 cucharadas de azúcar para el azúcar glass
• 2 huevos XL
• 100 g. de nata 35% materia grasa
• 25 g. de yogur natural desnatado
• 250 g. de harina de trigo
• 1 sobre de levadura Royal
• 1 pellizco de sal
• 100 g. de aceite de girasol

 PREPARACIÓN THERMOMIX                                                                                                            

Precalienta el horno a 180º mientras preparamos la masa del bizcocho.

Echa en el vaso las cucharadas de azúcar, programa velocidad progresiva 5-10, durante 5 segundos. Saca del vaso y reserva.

Seguidamente pon el azúcar, huevos, las mandarinas troceadas y lavadas, programa 3 minutos, temperatura 37º, velocidad 4. Añade el yogur, nata, una pizca de sal y aceite. Programa 10 segundos, velocidad 3 sin temperatura. Incorpora la levadura y la harina. Programa 5 segundos velocidad 4.

Unta un molde con mantequilla o con spray para desmoldar, lo que prefieras. Echa la masa del bizcocho. Introduce en el horno hasta que lo veas dorado. No pongo tiempo, pues cada horno es un mundo. El mío tardó unos 45 minutos en hornearse.  No abras el horno antes de unos 20 minutos. Para saber si está cocido puedes pincharlo con una aguja o palillo. Si sale limpio ya estará listo para sacarlo del horno. Espera a que se enfríe un poco , desmolda y cúbrelo con el azúcar glass reservado.