Revista Vino

Blancos de Borgoña en Barolo

Por Mariano
Aunque hasta ayer no había tenido repercusión en esta plataforma, es cierto que de un tiempo a esta parte me he convertido en un devoto de Enoteca Barolo.
Digo hasta ayer porque los que hayan tenido oportunidad de ver el enclave donde tuvo lugar la entrevista de cámara abierta citada en el blog principal quizás se hayan preguntado dónde estará ese espacio tan vistoso lleno de botellas.
Para el que no lo conozca, se trata de una peculiar tienda de vinos situada en la controvertida zona para los negocios como lo son los aledaños del Bernabéu (qué les voy a decir además, siendo del Aleti).
Digo peculiar porque cualquiera que profundizase hasta las entrañas de este agradable espacio pensaría que el objetivo de la vinoteca no es tanto la venta (que también, y con buen criterio) como la cata.
Personalmente invito a todo aquél madrileño o visitante a que revise su agenda de catas porque sin duda brinda una posibilidad asequible y francamente interesante de probar, aprender y profundizar en distintos aspectos del vino y la gastronomía difíciles de encontrar en la capital.
Y es que ha sido precisamente la cata de una de mis debilidades la que me ha llevado a este artículo, los Blancos de Borgoña.
No repetiré aquí la breve pero brillante introducción con la que Miguel nos introdujo en Borgoña porque, entre otras cosas, hay blogs como el de Borgovinsl que pueden hacerlo mucho mejor que un servidor, así que me centraré en los vinos, aunque sí exprimiré toda la información que nos facilitó para hablar de cada uno de los vinos.
Empezamos en Pouilly Fouisse, una zona del Sur de Maconnais, sin ningún premier cru pero con vinos de buena relación calidad precio, especialmente dentro de lo desorbitado a lo que pueden llegar algunos otros pueblos.
El elegido fue este Deux Montille, Soeur Frere 2006. Una bodega gestionada ahora por los hijos de Hubert de Montille (Alix y Etienne) que continuaron con la linea biodinámica de su padre. Chardonnay en suelos arcillo-calcáreos con una crianza de 12 meses en roble, de los que solo el 15% es nuevo. Su precio, unos 30 euros.
Blancos de Borgoña en BaroloUn bonito amarillo dorado que se anticipaba a una nariz intensa, con notas de piña, manzana y ligeros tostados. Mejor integración de la madera en boca, con una buena entrada cítrica y con ecos de mineralidad. Muy correcto en todas sus fases, pero deja con ganas de algo más.
Seguimos en otra zona de las "económicas" de borgoña, Rully, que al sur de la Cote D'Or posee sueles aluvionales que dotan a los vinos de una importante mineralidad y elegancia.
La representó un Ponsot Rully 2007, una bodega fundada en los años 50 por Jean Baptiste Ponsot. Utilizan maderas de segundo o tercer año buscando que marquen lo menos posible. En este vino 1/3 envejece en barrica durante 12 meses, los 2/3 restantes en depósitos sobre lías.
Muy cerrado al inicio, fue sacando notas de piña verde y alguna nota de mantequilla. De nuevo mejor en boca, donde se mostró muy cítrico, mineral y afilado, quizás sin demasiada persistencia, pero sí con una tremenda finura. Toda una sorpresa del vino más barato de la jornada (15 euros).
Blancos de Borgoña en Barolo

Y continuamos con ese pequeño mundo aparte de dentro de Borgoña es Chablis, una zona muy fresca, a veces con heladas, y con importante presencia de Crand Crus y muchos (a veces polémicos por inmerecidos) Premier Crus.


Probamos en esta ocasión el Premier Cru Montee Tonnere 2008 de Droin, un productor que elabora 14 vinos distintos con presencia en los Cru más importantes. Pese a ser algo muy debatido en la zona, en 1986 comenzó a utilizar madera de forma moderada. En este caso catábamos un vino con seis meses de barrica de segundo o tercer año (22 euros).


Muy tímido, tanto en su amarillo pajizo, como en su boca floral, de manzana ácida y con un toque de vainilla. En boca, afilado y con músculo pero bien compensado. Largo y envolvente.


Nos vamos ahora a palabras mayores: Beaune. Una zona de transición, sin Grand Crus, pero con excelentes Premier Cru, quizás más en tintos.


La víctima vino de la Maison Drouhun, un de los "negociant" con mejor reputación y presente en toda borgoña, que además es propietaria de magníficas parcelas en la Cote D'Or.


Una de ellas es el Clos Des Mouches adquirido en 1920 y que desde 1990 trabajan en biodinámico.


En este Drouhin Premier Cru Clos des Mouches 2006, la chardonnay, tras un prensado muy suave con descarte de buena parte del mosto, pasó de 12 a 15 meses en madera, de la cual solo una cuarta parte era nueva.


Blancos de Borgoña en Barolo


Una nariz más compleja ahora, con notas de azahar, melocotón en almíbar y trufa, bravo pero elegante en boca, con muy buena acidez, muestra cierto carácter terroso que se intensifica con los aromas de trufa, que vuelven en retronasal. Un vino complejo y evolutivo en copa, que demuestra estar ya en otra liga, pero que también se nos va a 80 euros.


El recorrido nos lleva ahora a una de mis zonas favoritas, en especial por aquello de que se pueden encontrar cosas relativamente asequibles y de excepcional calidad: Meursault. No es la primera vez que hablamos de los vinos de esta tercera entre las grandes AOC de Beaune y de su carácter potente, complejo, graso...


El Domaine Roulot, de cuyo excepcional aligoté daremos referencias un día de estos en el blog principal, trabaja todo en ecológico y, desde un gran respeto por el terroir, es uno de los grandes de la zona.


Su Meursault Les Tessons 2008 pasó entre 18 y 24 meses en roble, con solo un 25% de primer uso, y de nuevo se revela la otra liga en una nariz cargada de complejidad, con notas de plátano verde, flores, manzana algo oxidada y una profunda mineralidad que continúa en la boca, cítrica y untuosa, con músculo y potencia y un elegante amargor que recuerda a la tónica. Queda claro el infanticidio de haber abierto esta botella, aunque puede disfrutarse ya, eso sí a 72 euros la botella.
Vamos acercándonos al final con la llegada a Chassagne-Montrachet, pueblo que comparte con Puligny el Gran Cru Montrachet. Por dar una pista profana, el vino que beben a jarras los ricachones en la peli de Match Point.


Esta zona ofrece vinos más potentes, con más cuerpo y acidez que los de Meursault, y la muestra viene del trabajo de Monseiur Niellon, un vigneron que lleva 50 años en esto y que posee siete hectáreas en la zona, de las cuales 0,39 corresponden al Premier Cru Les Vergers (2008) que probamos en esta ocasión. Viñas muy viejas en suelo calizo y crianza en barrica de quinto año durante diez meses.


Blancos de Borgoña en Barolo


La potencia anunciada se revela en una nariz de tremenda mineralidad, notas de hidrocarburos y manzana fresca. En boca muestra una acidez formidable y cierta untuosidad, largos aromas, aunque todo algo desestructurado todavía. Anuncia la opulencia de la que será capaz en unos años. Aquí además la cosa baja un poco a unos más asequibles 48 euros.


Y cerramos la jornada en la otra cara de la zona, Puligny-Montrachet y el vigneron Hubert de Montille, un señor que en los años 50 era abogado (aun hay esperanza) y que hoy en día destaca también por sus potentes y tánicos tintos de Volnay y Pommard, imbebibles en su juventud.


Sus vinos destacan por los efectos de largas maceraciones sin filtrado, y en este Premier Cru Le Cailleret 2006 el uso de la madera, solo nueva en un 20%, se extendió entre 18 y 24 meses. Reveló en su potente nariz notas de piña y de exuberante mineralidad (petardos) y hasta un toque de queroseno. Profundo y ampuloso en boca, cítrico, muy largo y muy disfrutable, quizás uno de los mejores de la jornada. Aunque lo bueno se paga, en este caso, a 100 euros la botella.


Blancos de Borgoña en Barolo


Quizás no quede con la elegancia acorde a la de los vinos esto de revelar los precios de una manera tan clara, pero creo que cuando subimos a estos umbrales es importante saber exactamente de lo que hablamos.


Disfruté mucho, muchísimo, qué duda cabe, pero de momento, si tengo cien euros en la mano, ni mi nómina ni mi conciencia me dan en este momento para ver una compensación suficiente entre los más asequibles pero excelentes "villages" que hacen muchos de estos mismos productores y algunos otros, por unos cuantos euros menos. En el futuro, ya se verá...


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LOS COMENTARIOS (1)

Por  buscemi
publicado el 09 junio a las 10:23
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Para tu tranquilidad te diré que aunque cerca del Bernabeu sus propietarios no son precisamente madridistas. Miguel es del Barça y Angel del Atleti ;)