
El brécol o brócoli es una hortaliza llenita de vitaminas y minerales. Pertenece a la misma familia que las coles y coliflores, pero es menos calórica que éstas, pues sólo aporta poco más de 30 calorías a los 100 g.
La he enriquecido con una bechamel de queso, receta que le vi a Arguiñano y me encantó. No os olvidéis de añadirle el toque de nuez moscada, que aromatiza la bechamel y le aporta un sabor exquisito.

Para 2 personas:
- 1 brécol (pesará unos 800 g)
- 1 taza de salsa de tomate casero
- 1 cucharada grande de harina
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- leche (lo que os admita)
- 50 g de queso rallado
- nuez moscada
- sal
Se pone agua salada en una cazuela a calentar y cuando rompa el hervor se añade el brécol, lavado y partido en troncos. Cuando se restituya la ebullición se cuentan 5 minutos de cocción.
Se pone en una sartén o cazuela pequeña el aceite (o una cucharada de mantequilla) a calentar. Se agrega la harina y se remueve bien con una cuchara de palo, hasta hacer una bola de masa ligada. Se va añadiendo, poco a poco, la leche hasta hacer una salsa no muy espesa. Se sala y se espolvorea con un poco de nuez moscada.
Se retira del fuego y se agrega el queso, moviendo hasta que se disuelva y derrita en a salsa.
Se calienta la salsa de tomate, se pone un poco en un plato, se coloca el brécol encima y se salsea con la bechamel. Se sirve inmediatamente.

