El origen de la mandarina se sitúa en la zona tropical de Asía, aunque se cree que es en China donde se empezó a cultivar. De hecho su nombre proviene del color con el que se vestían los mandarines, burócratas de la China Imperial. Se introdujo en Europa a finales del siglo XVIII y debido a que se adaptó bien al clima, su cultivo se extendió rápidamente por los países ribereños del Mediterráneo.
Por su sabor dulce resultan muy refrescantes y apetitosas si se consumen al natural como fruta fresca o en forma de zumos y su consumo se ha de potenciar en personas de todas las edades ya que son una gran fuente de vitaminas antioxidantes que refuerzan y protegen al mismo tiempo nuestro sistema inmunitario.
Se pueden encontrar en el mercado desde septiembre hasta principios de marzo, así que este es su mejor momento, para aprovechar y saborear su lado más dulce.
Ingredientes para el bizcocho:
- 4 mandarinas.
- 2 huevos.
- 170 grs de harina de trigo.
- 150 grs de harina integral.
- 1 sobre de levadura.
- 80 grs de azúcar morena.
- 100 mlts de aceite de girasol.
Ingredientes para el glaseado:
- 1 clara de huevo.
- 80 grs de azúcar glas.
- Ralladura de 1 mandarina.
- Sal.
Preparación:
- Lavamos y secamos 2 mandarinas.
- Las troceamos con piel incluida, les retiramos las pepitas si las tienen y las disponemos en el vaso de batidora.
- Pelamos las otras dos y las añadimos, junto con el azúcar, los huevos y el aceite.
- Trituramos hasta obtener un puré homogéneo.
- Mezclamos las harinas y las tamizamos con la levadura en un cuenco.
- Agregamos el puré de mandarina, poco a poco y removiendo.
- Precalentamos el horno a 160º.
- Enmatecamos un molde alargado y vertemos en él la masa resultante.
- La nivelamos con una espátula y la asentamos bien dándole unos golpecitos encima de la encimera.
- Horneamos el cake 45 minutos. Pinchamos en el centro con un palillo para ver si sale limpio, si no, prolongamos la cocciòn unos minutos más.
- Preparamos el glaseado, batiendo la clara a punto de nieve con un pellizco de sal.
- Agregamos el azúcar glas y la ralladura de la mandarina. Mezclamos bien.
- Sacamos el cake del horno, lo dejamos enfriar del todo y desmoldamos con cuidado de no romperlo.
- Lo colocamos encima de una rejilla y vertemos despacio y con cuidado el glaseado por encima del cake.
- Dejar que se endurezca al menos una hora y servirlo.
Fuente: Lecturas Cocina Invierno