Por fin he decidido qué hacer con la calabaza que tenía olvidada en la cocina, una cheesecake de calabaza.
Ésta calabaza estaba en casa de mi madre y terminó en la mía, es lo que tiene tener niños (magia potagia, que dicen ellos). Iban pasando los días y a la pobre no le hacía ni caso, pero no hay cosa que me duela más que tirar la comida, así que la metí en el horno y fui pensando recetas.
Al final decidí preparar una cheesecake de calabaza, como me siguió sobrando calabaza hice una quiche de cebolla confitada, calabaza y queso azul que estaba muy rica, en otro post compartiré la receta.
Ingredientes para preparar la cheesecake de calabaza;
- 3 huevos
- 125 gramos de azúcar
- 250 gramos de puré de calabaza
- 250 gramos de queso crema
- 200 ml de nata 35% MG
- Cucharadita canela y jengibre en polvo
- 100 gramos de galletas
- 50 gramos de mantequilla
Elaboración;
La calabaza se puede asar al horno, al vapor o hervir en agua. Cuando haya enfriado totalmente la aplastamos con un tenedor y reservamos.
Trituramos las galletas, lo podemos hacer a máquina o metiendo las galletas en una bolsa y con el rodillo darles golpecitos hasta que queden bien trituraditas. Agregamos la mantequilla fundida, podemos derretirla al microondas o al fuego, a temperatura baja. Mezclamos bien y repartimos por la base del molde, cuando quede bien compacta la horneamos durante 8 minutos a 180ºC.
Mientras se enfría la base elaboramos la crema.
Batimos los huevos y sin dejar de batir añadimos el azúcar poco a poco en forma de lluvia, cuando la mezcla blanquee y doble de volumen estará lista.
En otro bol, mezclamos a mano la nata, la calabaza y la crema de queso. Por último, la cucharadita de canela y jengibre.
Agregamos poco a poco la mezcla a los huevos batidos, removemos despacio hasta obtener una crema homogénea.
Vertemos la crema sobre la base de galletas, a continuación introducimos el molde en una bandeja honda en la pondremos un poco de agua.
Horneamos al baño maría durante 1 hora y 45 minutos a 150ºC. Cuando haya pasado el tiempo indicado, apagaremos el horno y dejaremos enfriar del todo con la puerta entreabierta.
Es aconsejable dejarla unas horas en nevera o una noche entera, de este modo la tarta toma cuerpo y tiene mejor textura.
Esta tarta está riquísima así tal cual, pero podéis acompañarla con un poco de toffee, nueces pecanas, dulce de leche, chocolate...
Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a hacerla en casa!
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