Bueno bueno, esto ya se considera abandono, pero no creáis que nos habíamos ido para siempre, lo que pasa es que hemos tenido unos meses de locura y de no parar. Pero para compensarlo esta semana os traemos un post muy especial.
Todo empezó hace una semana cuando anunciaban por las noticias la llegada del buen tiempo y como hemos tenido unos meses muy ajetreados decidimos que era un buen momento para desconectar y tomar el aire. Así que después de unas cuantas compras y unas horitas en la cocina dejamos todo preparado para nuestro ansiado picnic.
Al día siguiente nos pusimos rumbo a nuestro destino: Las hoces del río Duratón, concretamente a la Eremita de San Frutos. Para los que ya conocen el lugar sabrán que no mentimos al decir que es un lugar precioso lleno de naturaleza e inmensidad. Se respira una paz infinita así que los que no lo habéis visitado y estáis cerquita de Madrid o Segovia, os recomendamos mucho este paraje.
Para nuestro picnic preparamos lo siguiente: un pan casero de masa madre delicioso, guacamole, una ensalada de pasta con tomates cherry asados (ver receta aquí), y este delicioso cheesecake con salsa de fresas.
En las fotos que realizamos en casa aparece una preciosa toalla de Antropologie con fresas en crochet que nos regalaron en enero y que estábamos deseando usar. Mil gracias Pame!
Os tenemos que confesar que el cheesecake es uno de nuestros postres favoritos, al igual que el tiramisú, siempre lo solemos pedir en todos los restaurantes a los que vamos. Hemos probado cantidad de versiones: al horno, en mousse y al baño María, más suave, más consistente, más cremoso, con más sabor a queso y con menos, pero por alguna razón nunca habíamos intentado hacer la versión al baño María al horno, entre otras razones por que nos habíamos quebrado el coco pensando cómo se podía meter un molde desmontable al horno en baño maría?
Bueno, si os preguntabais lo mismo, tenemos la fácil respuesta! Sólo tenemos que forrar la parte inferior del molde con papel de aluminio y listo. Inmediatamente pensamos que hay cosas en la vida con soluciones tan fáciles que nos cuesta verlas. El único requisito para que esta delicia no se convierta en un desastre culinario es tener un molde desmoldable.
En fin os vamos a contar qué tal quedó nuestro chessecake...firme, con el punto exacto de azúcar, con una delicada capa de galletas y una suave salsa de fresas. Mmmmmm delicioso! y nada complicado de hacer, sin más os vamos a dejar con la receta y unas cuantas fotos de nuestro picnic. Nos vemos en el próximo post!!! :)
Ingredientes:
- 350g galletas (las que más os gusten: María, Digestive, Oreo, Speculoos, ...)
- 100g mantequilla derretida
- 60g almendras molidas
- 6 huevos
- 600g queso Philadelphia
- 200g leche condensada
- 400g nata líquida (crema dulce)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 400g fresas
- 1 cucharada de maizena
- 2 cucharadas de azúcar
Procedimiento:
- Antes que nada prepararemos la base de nuestro cheesecake. Para ello colocamos en una batidora/licuadora las galletas junto con la mantequilla derretida y las almendras y batimos hasta que las galletas se hayan convertido en polvo y se haya creado una especie de pasta.
- Vertemos la pasta de galletas y mantequilla en el molde y, con la ayuda de las manos, cubrimos la base del molde así como los laterales. Introducimos en el congelador durante una media hora, mientras preparamos la crema. Reservamos.
- Preparamos el horno, para ello ponemos una bandeja de horno con agua y precalentamos a unos 190ºC (375ºF).
- Para la crema ponemos en una batidora o licuadora los huevos, el queso Philadelphia, la nata líquida, la leche condensada y la vainilla. Batimos hasta crear un líquido homogéneo.
- Sacamos el molde del congelador y vertemos en el interior la crema de queso.
- Cubrimos la parte inferior del molde con papel de aluminio para que el agua no se filtre y colocamos en la bandeja de horno, previamente precalentada.
- Horneamos durante unos 60 a 75 minutos, hasta que la parte de arriba esté dorada. No tengáis miedo si la tarta se mueve como un flan, es normal.
- Cuando esté cocinada sacamos del horno y dejamos fuera hasta que se ponga a temperatura ambiente. Mientras tanto preparamos la salsa.
- Para ello colocamos las fresas troceadas en una licuadora junto con el azúcar y la maizena.
- Vertemos la mezcla sobre una pequeña olla y cocinamos hasta que adquiera una textura ligeramente espesa. Dejamos enfriar ligeramente y reservamos.
- Cubrimos el cheesecake con la salsa de fresas y refrigeramos durante unas horas.