Revista Cine
ROCKETEER (THE ROCKETEER, EU, 1991)
Segunda película de Joe Johnston que como la primera resulta muy entretenida y a pesar de ser un blockbuster se mueve por lugares poco recorridos algo que suena todavía más meritorio cuando trabaja para Disney, después de "Honey, I Shrunk The Kids" Johnston probo suerte con un personaje que hace homenaje a esos héroes de los años 20, 30 y 40, el hombre cohete que hizo a Bettie Page el sueño de miles de pubertos, esta vez es Jennifer Connelly quien se roba nuestros suspiros o por lo menos los mios porque no puedo soportar verla sin perderme en sus ojos y su sonrisa, sorry, todos tienen debilidades y ella es la mia, del comic de Dave Stevens se poco y el héroe me parece soso solo rebasado por su sosísimo protagonista Bill Campbell.
Y aun con la debilidad del héroe y con lo blando del protagonista la cinta se deja ver y no solo por Connelly, también ayudan un Timothy Dalton en un villano cliché al que le da clase, lAlan Arkin como mentor y la mafia que toma parte a como le convenga y un final que vale la pena, además de referencias cinéfilas, culturales, históricas y sociales que parecen no tener fin, claro que no a todos les gustas ni entienden estas referencias y se tienen que conformar con la historia que aunque sencilla logra entretener y unos efectos que combinan computadora con la vieja escuela, de la historia no hay que decir mucho, el cohete que hace volar a Rocketeer es buscado por maleantes y federales, llega a las manos de un piloto acróbata (el mencionado Campbell) quien inmediatamente entiende que puede ser grande con eso.
En tanto el actor espia Neville (Dalton robándose la cinta) también la necesita para que los alemanes ataquen el país como se ve en una soberbia animación y para ello seduce a la chica del piloto, la idealista Jenny (preciosa Jennifer Connelly), y para salvarla Cliff se convierte en Rocketeer y se une a Howard Hughes y a la milicia para salvar el país y de paso el mundo, lo dicho, vale el boleto y nos regala momentos, lastima que la historia sea cliché y demasiado facilona y que su humor sea adolescente y demasiado infantil, como viene siendo todo el tono de la historia y con un dejo pedante de patriotismo, quizá arriesgarse un poco más hubiera sido una buena idea, algo asi como mostrar el pecho de Connelly cínicamente en una cena romántica.
Calificación: Vale la Pena