'Código fuente': Atrapados en la amargura

[6/10] El joven piloto Colter se despierta aturdido en un tren con destino a Chicago, entre el desconcierto de estar junto a una desconocida llamada Christina y la ansiedad por hablar con su padre para pedirle perdón. Pronto se entera de que ha sido transportado desde una cápsula gracias al proyecto informático “Código fuente”, implantado en su cerebro tras caer herido en la guerra de Afganistán. El objetivo de su misión es localizar a un terrorista que va en el vagón y desactivar la bomba que hará explotar, para así impedir otros graves atentados en la ciudad. Así comienza “Código fuente”, un thriller de ciencia ficción en el que Duncan Jones juega con los conceptos de tiempo y espacio para rescatar a una sociedad que vive amargada por la culpa o el miedo, por la infelicidad o el pesimismo.

Cada traslado al tren supone una nueva oportunidad para construir un mundo mejor, tanto para el atribulado Colter como para Colleen Goodwin, la mujer que dirige la operación desde la Unidad de Alta Tecnología. Él vive con el dolor de una agria discusión con su padre cuando partió para Afganistán, mientras que ella no acaba de sobreponerse a su reciente divorcio. Tampoco el terrorista tiene mejores sensaciones de un mundo que hay que destruir porque se ha echado a perder, ni se puede decir que el humorista del vagón sea un ejemplo de optimismo, o que el otro viajero angustiado… La sombra del miedo y la desconfianza tras el 11-S es muy alargada –resaltada cuando Colter trata de descubrir al terrorista–, y la huida hacia universos paralelos o virtuales muy tentadora… como para permanecer en una realidad dolorosa.

Sin embargo, el director quiere superar el pesimismo reinante e inyecta una dosis de esperanza en un “Código fuente” que supera las expectativas de sus propios creadores, y que permite no sólo prevenir el futuro sino modificar también el pasado. La suerte y el amor frente al destino y la venganza, para salvar a unos personajes a los que se les da una segunda oportunidad a través del amor y del perdón… una constante en numerosas películas recientes. Porque en “Código fuente” hay quien quiere cambiar el mundo dinamitando sus estructuras, y quien entiende que es mejor hacerlo cambiando uno mismo y mejorando.

Con el ritmo narrativo habitual en los thriller, Colter y el espectador reviven ocho minutos trascendentales y a contrarreloj, y en cada ocasión aprenden algo nuevo para llevar a buen término su misión en la vida… y a la vez enamorarse. La tensión llega fundamentalmente de la sugerente historia y de una banda sonora que recuerda al magistral Bernard Herrmann de “Psicosis”, mientras que los rostros de Jake Gyllenhaal y Vera Farmiga transmiten la inquietud de unas vidas a la deriva, con una expresividad más intensa y angustiosa en él, más sutil e interior en ella… pero en todo caso con una sintonía interpretativa (de los actores) y existencial (de los personajes) que lleva a buen término la historia.

Tras el desconcierto inicial del espectador, la cinta sufre algunos defectos de un guión que se empantana con pesadas y reiteradas versiones de esos minutos de la marmota en que el protagonista parece atrapado por su pasado, para después descubrir gradualmente la realidad y los anhelos que se encierran en ese cerebro dañado, en esa mujer sufridora, en esos personajes amargados en el tren de la vida. La historia de amor queda un poco forzada y Michelle Monaghan repite gestos de complicidad, mientras que las heridas paternofiliales o del divorcio se apuntan sin cargar las tintas. Por eso, la baza sociológica y político-terrorista de la cinta cobra ventaja sobre la lectura intimista y antropológica, y la película gustará más a los amantes del thriller de acción. Correcta planificación y montaje, y efectos especiales contenidos para esta entretenida historia sobre la memoria y el tiempo, sobre la conciencia y la esperanza en un mundo mejor, que invita a vivir cada instante con una sonrisa y con amor… sentimientos congelados en un plano final de sabor metafórico con el que se refuerza la victoria sobre la amargura.

Calificación: 6/10

En las imágenes: Fotogramas de “Código fuente”, película distribuida en España por Aurum © 2011 The Mark Gordon Company y Vendôme Pictures. Todos los derechos reservados.