Forma tradicional de conservar queso, obteniendo con ello
un sabor delicioso
INGREDIENTES
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Queso tierno
manchego
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Aceite
PREPARACIÓN
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Lo primero que
hacemos es orear el queso, para ello lo cortamos en cuartos, disponemos los
trozos separados en un plato sobre papel de cocina absorbente y lo cubrimos con
más papel de cocina, guardamos en sitio fresco y seco.
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Vamos dando vuelta
una vez al día y cambiando los papeles de cocina, un total de 7-8 días.
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Troceamos el queso
en cuñas más pequeñas o en dados, lo introducimos en recipientes de cristal
procurando dejar poco espacio entre ellos, cubrimos con aceite de oliva,
tapamos los frascos y guardamos en sitio fresco.
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Podemos empezar a consumir
en unos 10-15 días, pero si lo que buscamos es el sabor más intenso ligeramente
picante tendremos que tener un poco de paciencia y esperar 2-3 meses, cuanto
más tiempo pase cogerá más sabor.