Composta casera.

Las plantas necesitan sales minerales para alimentarse. Cuando una planta está bien alimentada el sistema inmune se fortalece y logra mantener a ralla plagas de insectos indeseables. Por otra parte las plantas bien alimentadas dan mejores frutos y su aspecto es bien saludable. 

Para lograr que nuestras plantas estén sanas podemos usar un sistema ecológico, barato y reciclable. Una buena composta. La composta se forma por la descomposición de productos orgánicos. Es un excelente abono para las plantas. Se puede fabricar en casa a partir de los desechos de nuestras frutas y verduras. El sistema es muy simple. Se trocean y apilan los restos de verduras, frutas, café, hojas secas, cascara de huevos, cenizas y el cartón de los huevos en un recipiente agujereado. Sobre la base añadimos serrín y también lo cubrimos con serrín. Con este sistema protegemos la composta de insectos indeseables y al mismo tiempo evitamos malos olores. Podemos humedecer la composta si lo vemos necesario para que las bacterias actúen en la descomposición. Moveremos todos los ingredientes que hemos puesto en la compostera una vez a la semana, así logramos que todos los compuestos se integren. La compostera debe mantenerse en un lugar sombreado, resguardado de la lluvia (si es posible). Un buen drenaje para permitir el aire es aconsejable. 

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