Un plato exquisito para una comida de domingo o una ocasión especial
He preparado una corvina de 1,200 kilogramos en amarillo, basándome en una vieja receta de mi madre. La corvina es un pescado blanco y muy sabroso, típico y abundante en la costa de Huelva. La que acabo de cocinar estaba recién capturada. Me la trajo mi primo Víctor después de una afortunada tarde en alta mar, en la que pescaron dos docenas de ejemplares. La corvina la venden en muchas pescaderías pero, si no la encontráis, podéis emplear la receta para guisar cualquier pescado blanco.

INGREDIENTES: 1 corvina, media cebolla, dos dientes de ajo, una hoja de laurel, una ramita de perejil, unas hebras de azafrán, una pizca de sal, harina, aceite y vino blanco.
MODO DE ELABORACIÓN: Se limpia la corvina y se corta en rodajas. (Se desechan la cabeza y la cola, que se pueden usar para hacer una rica sopa). Se envuelven las rodajas en harina, se fríen un poco en una sartén con aceite de oliva, se apartan antes de que estén doradas y se reservan. En el mismo aceite se rehogan la cebolla y el ajo muy picaditos y, cuando empiecen a tomar color, se agrega el perejil picado, la hoja de laurel, dos o tres hebras de azafrán, una pizca de sal y un vaso pequeño de vino blanco. Cuando el vino se haya consumido, se baja el fuego al mínimo, se ponen las rodajas de corvina en la salsa, se les echa medio vaso de agua o, mejor, de caldo de pescado, y se deja cocer a fuego lento unos diez minutos.
Un plato exquisito para una comida de domingo o una ocasión especial. ¡Que lo disfrutéis!