Revista Cocina
Os voy a contar una historia. Hace como un año, hice una colaboración con Zaful y, como es usual, me pidieron que escogiera la prenda que más me gustara. Me volví loca cuando encontré este vestido tipo críquet y no dudé en pedirlo. Sin embargo, sin querer pedí una talla XL en lugar de una S. Cuando el vestido llegó, os podéis imaginar lo mal que me quedaba. ¡Parecía un saco!
Sé que creéis que bastó con cambiar la talla, pero no. Hoy os cuento cómo luché contra viento y marea para poder quedarme con esta preciosidad de vestido, que, además, es lo más cómodo y calentito que he visto en mucho tiempo. ¿No os parece genial ese toque college que tiene?
Continuando con la historia, después de recibirlo y llorar internamente, contacté con Zaful para ver si me podían cambiar la talla, pero en lugar de eso me propusieron colaborar de nuevo con otra de sus marcas, DressLily, para que pudiera pedir otra prenda. No sabía qué hacer con el vestido, así que lo puse a vender en Chicfy al mismo precio de la tienda online. Afortunadamente, se vendió muy rápido.
Entonces hice lo siguiente: con el dinero de la venta de Chicfy me pedí exactamente el mismo vestido en mi talla y en la colaboración con DressLily aproveché para hacer un post de temática festiva.
Podría decirse que, hasta ahí, todo fue de maravilla. Hasta que llegó el vestido estilo críquet en la talla S y... ¡Seguía quedándome como un saco! De nuevo, tenía entre mis manos otro vestido con el que apenas podía hacer nada, así que pensé "de perdidos, al río", me armé de valor y saqué la máquina de coser.
Os habréis dado cuenta de que es un vestido de punto. ¿Creéis que yo sé coser prendas de punto? Pues, efectivamente, no. Todo apuntaba a desastre. PERO, contra todo pronóstico, y gracias a varios tutoriales de YouTube, conseguí hacerle unos arreglillos y dejarlo tal cuál lo veis en las fotos. Sé que tiene sus fallos (creedme), pero estoy muy orgullosa de que el vestido no quedara hecho jirones a la primera de cambio.
Centrándonos más en el vestido, a este estilo de prendas se las llama de estilo "críquet" porque tiene esa estética que llevan los jugadores de este deporte británico. Tanto este estilo como los vestidos de rugby son un básico en cualquier armario preppy porque tienen cierto aire college y british. Sabiendo esto, imaginaréis mi sorpresa de encontrar uno así en Zaful.
Fue una gran compra porque, al ser de punto, es muuuy calentito y, al ser oversize, es muuuy cómodo. Vamos, que nada de pasar frío por querer llevar vestido en invierno.
Por desgracia, esto sucedió hace un año y, para cuando quise tenerlo listo, ya era primavera y no os lo pude enseñar. Ahora está agotado. Pero si tenéis la suerte de dar con uno similar, lo dudéis en cogerlo porque no os vais a arrepentir. De todas formas, os pongo otras opciones más abajo.
Fotos hechas por Manuel Laya / Luxmantica Photos
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