Revista Cine

Crítica de Cine: El Topo

Publicado el 12 enero 2012 por Lapalomitamecanica
Tensión inteligente al servicio del espectador
Crítica de Cine: El Topo
Nota: 8
Lo Mejor: Es una cinta de espionaje crepuscular brillantemente hilada. Lo Peor: Una ausencia de una acción de artificios que al público dado a ella no convencerá.
Inteligente, sofisticada, intrigante y fría. Tomas Alfredson ya ha demostrado con Tinker Tailor Soldier Spy -título original con más encanto que el español, igual al de una Jodorowski- que es un director con un talento brillante al que empezar a seguir muy de cerca en futuras producciones. Este segundo largometraje del cineasta estrenado a nivel internacional no sólo sobresale gracias a un reparto espectacular compuesto de lo mejorcito del panorama interpretativo actual, sino que Alfredson ha logrado también componer una trama sólida e ingeniosa marcada por un hilo argumental repleto de tensión, traiciones y suspense a la que no le son necesarias escenas de explosiones y tiroteos para mantener la atención del espectador. Y aunque parte del mérito de esa abrumadora lucidez sobre la coherencia del relato se debe a la novela de John Le CarréAlfredson estructura de manera exquisita las piezas del puzzle -guión, técnica y ambientación- para adaptar la obra a la gran pantalla.
Años 70, época de la Guerra Fría, occidente se encuentra en plena contienda de la información con el espionaje como arma. El Servicio de Inteligencia Británico planea una operación en Hungría que falla y acaba con el despido de su director, también llamado Control (John Hurt) y de su mano derecha y protagonista, Smiley (Gary Oldman), quien será reclutado por el Gobierno para investigar a la Cúpula por la sospecha de la existencia en ella de un "topo" que trabaja para los rusos.
Crítica de Cine: El Topo
Alfredson sorprendió gratamente con el remake americanizado de Déjame Entrar, gestando un metraje que se jactaba de ser una copia idéntica a la cinta sueca pero con una superioridad en su manufactura que permitía a la obra ser un producto mucho más comercial que su predecesora nórdica. Sin embargo, su último trabajo es otro rollo, amigos, por tratarse esta vez de una producción mucho más propia en la que, a pesar de tener un relato ya inventado, el director ha podido lucirse trasladando al séptimo arte unas palabras hasta ahora evocadas sólo en al imaginación del lector, y lo ha hecho cojonudamente bien. Pero nuestro colega no ha estado solo y así como él se ha encargado de llevar la batuta excelentemente, los autores del libreto, Bridget O'Connor y Peter Straughan (La Deuda) han llevado a cabo también sus tareas, proponiendo una acción y unos diálogos que destacan por su elegancia y que suponen una tensión inteligente constante durante toda la película. Asistimos a un juego de intriga, traiciones y elucubraciones envueltas en la frialdad de un género al que Alfredson prefiere mantener en su esencia más pura. Bienvenidos al cine de espionaje, señores.
No únicamente de esos dos elementos presume El Topo. El equipo técnico se ha ocupado también de procurarse un estilo sobresaliente configurando una estética y una ambientación de lo más acertadas, que sumergen al espectador en la inquietud de un escenario setentero que destila un aspecto sofisticado y desbordado a su vez de una hipocresía consecuencia de la lucha de poderes interna y externa.
Crítica de Cine: El Topo
Evidente y predecible es el nivelazo del reparto, del que es imposible esperar fallos. El cabeza de serie, Gary Oldman, realiza un trabajo interpretativo de quitarse el sombrero, dando vida a un veterano hombre sobrio y astuto cansado de una guerra que no parece servir para nada. Ídem en cuanto al talento que demuestra el resto de los actores, con especial atención a Benedict Cumberbatch (Sherlock Holmes), un chaval cuya proyección profesional en la gran pantalla se intuye prometedora (Puede que lo veamos como maloso en Star Trek 2). Por la función tenemos a la cremita de Hollywood encarnando a unos personajes caracterizados por una sangre fría derivada de su profesión, conformando una simbiosis que se fusiona con sus respectivas personalidades, John HurtTom Hardy, Colin Firth, el guapo de Toby Jones, Mark Strong (Green Lantern, Sherlock Holmes) o Ciarán Hinds (Munich), entre otros.
Si de algo podría pecar El Topo es de una falta de acción de un tono más artificioso que termine por convencer a los corazones indomables, más orientados a películas del tipo Bourne, con inyección de adrenalina, que a este tipo de metrajes cuya tensión se asienta más en la intriga intelectual que en escenas de persecuciones y tiroteos de ritmo más intenso, con el riesgo de dejar a este público con un sabor insípido o a punto de vencerse al sueño. Ello, por supuesto, no quita que no puedan ser compatibles ambas en nuestra lista de películas favoritas, pero no se puede gustar a todos.
Crítica de Cine: El Topo
Así, Tomas Alfredson nos devuelve con Tinker Tailor Soldier Spy a la esencia pura del género de espionaje, caracterizado por la inteligencia, perspicacia, suspense, sofisticación y sobriedad. Una película compleja que remueve los entresijos cerebrales de un espectador más acostumbrado, en una actualidad inundada de blockbusters, a activar el "off mode" en la butaca que a poner en funcionamiento su mecanismo neuronal. Y oye, no pasa nada si no se pilla a la primera.

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