Crónica concierto evil empire y the great southern | sala supersonic

Tras el concierto vespertino, que comenté en la anterior crónica, tocaba ir a la Sala Supersonic, a disfrutar de dos tributos de los que esperaba bastante, en especial el de Pantera, del que me habían hablado maravillas y lo que había podido ver de ellos en internet me había convencido. El único inconveniente, como de costumbre el horario, pues no puede ser que la primera banda comience a las doce y veinte de la noche, ya que terminó pasadas las tres y media de la mañana, hora que me parece excesiva. Es mi opinión. Sé que la gente se ha acostumbrado a llegar tarde a los eventos pero un poco de puntualidad sería de agradecer, pues si apareces a la hora anunciada, en un lugar como la Punta de San Felipe, donde no hay nada abierto hasta tarde, corres peligro de perder buena parte del tiempo. Cosa escasa en algunos casos.

Hecha la crítica, vamos a lo importante. Buena afluencia de público en la sala y ganas de pasarlo bien. Me alegró ver entre los asistentes a una nutrida representación de varios de los grupos metaleros y rockeros de la provincia. Una buena noticia.

EVIL EMPIRE

Con el nombre del segundo disco de Rage Against the Machine, se conoce a este tributo, llegado de Cádiz, del conjunto de Los Angeles, quizás el más importante del “rap metal”. Por esas extrañas cirunstancias del destino, todavía no los había visto y me sorprendieron con su digno remedo de los californianos. Muy apoyados en la Fender de Selu Bastos, con unos cuantos de los efectos de la pedalera de Tom Morello. Consigue un sonido similar y es bastante complicado. Bien acompañado en el bajo de Alberto y la batería de Adrián Rodriguez, vestido para la ocasión con

un pijama de cebra y la voz y la prestancia encima del escenario de Miguel Torrejón. Unos clásicos en la noche gaditana. Casi tanto como su repertorio, que en una hora y cuarto se dedicaron a desgranar, consiguiendo que el respetable no parase de botar y divertirse, que de eso se trata.

Comenzaron homenajeando el LP que les da nombre con “Bulls on parade”, del que da nombre a la banda pudimos escuchar “Take the power back”, “Bombtrack”, “A bullet in the head”, que levantó a las masas, como “Know your enemy” y las tres con las que finalizaron el show “Wake up”, el archiconocido “Killing in the name” y “Freedom”, del “The battle in Los Angeles”, “Sleep now in the fire”, “Guerrilla Radio” y “Renagades of funk” del “Renegades”. Un trabajo más que digno. Una vez vistos, seguro que volvemos a encontrarnos.

THE GREAT SOUTHERN

Otros que deben su nombre a un disco de la banda a la que homenajean. En concreto, el “The great southern trendkill”, penúltimo de los discos de estudio de los texanos, una de las más influyentes del “trash metal”. Un tributo trabajado, en la que igual que en los norteamericanos destaca el guitarra Achokarlos, ataviado con una Washburn, como su ídolo Dimebag Darrell y que demostró ser todo un virtuoso

de las seis cuerdas. La voz de Phil Anselmo es patrimonio de Jacob, una persona que viene del “hardcore” y que cumple sin problemas. Como el bajo de David y la batería de Blai, nuevo integrante y muchos años detrás de las baquetas de Ktulu.

Un “set list” de diecinueve canciones y hora y cuarenta minutos, que consiguieron un triunfo absoluto para los murcianos, en esta primera visita por “La Tacita de plata”.

Comenzaron duro con el “Fucking hostile”, del antológico disco “Vulgar display of power”, del que también nos ofrecieron maravillas como “Mouth for war”, “A new level”, la archiconocida “Walk”, “This love” y el “Hollow” con el que se despidieron. Del otro gran superventas de pantera como fue el “Cowboys from hell”, pudimos apreciar en la madrugada gaditana “Psycho holiday”, el clásico “Cemetary gates” o dentro de los bises, el tema homónimo y “Domination”. Del que da nombre a la formación, “The great southern trendkill”, “War nerve”, “Drag the waters” o la segunda parte del “Suicide note”. Repasaron a conciencia el “Far Beyond driven”, con “Stenght beyond strenght”, “5 minutes alone”, “I’m broken” o “Slaughtered” o ese “temazo” que es el “Revolution is my name”, con el que cerraron su aventura en estudio.

Un concierto especial que contó con las colaboraciones de personas de otras bandas, como fue el caso del vocalista de los jerezanos “Overdry”. Un grupo, cada vez mejor posicionado en el prolífico mundo de los conciertos tributo. Y se nota, pues cada vez tienen más conciertos por toda la geografía hispana. Lo merecen.

Por José Luis “El Director”.