Crónica Sitges 2011: Danzad, danzad, malditas

En su primer y sangrienta ópera prima no se atisbaba ningún tipo de límite dentro de los parámetros en los que se movía la historia. Puro slasher a la vieja usanza en la que afilados cuchillos y unas punzantes tijeras se pegaban un auténtico (y sangriento) festín. Era "À l'intérieur," un voraz duelo interpretativo femenino, en el que Béatrice Dalle se mostraba más explícitamente terrorífica que nunca y Alysson Paradis se revelaba como uno de los nuevos valores del cine francés. Detrás de la cámara, dos fans con experiencia en el cine de género que nos brindaban una de las películas de horror más salvajes de la historia del cine reciente. Pues bien, este año, Julien Maury y Alexandre Bustillo vuelven a la carga con "Livide," segundo film en el que los dos directores regresan con un macabro (y vampírico) cuento de hadas  sumergido en un nostálgico terror gótico. Danzad, danzad, malditas..

¿De qué va?

En su primer día como cuidadora, Lucie visita a la Sra. Jessel, una anciana profesora de danza que, en estado de coma cerebral, se halla postrada en la cama y sola en su inmenso caserón. Al descubrir que esta quizás escondiese un tesoro en algún rincón de la casa, Lucie y sus amigos Ben y Wilson deciden explorarla con la esperanza de hallar el botín. Pero no tardarán en comprobar que los recovecos de la mansión están plagados de sorpresas no demasiado agradables.

¿Quién está detrás?

Bustillo era colaborador de la revista francesa Mad Movies cuando conoció a Maury. Su mutua pasión por el cine de terror les llevó a formar un tándem creativo que dio sus primeros frutos en À l'intérieur (07), uno de los filmes de género más aclamados de la pasada década.

¿Quién sale?

Un bello descubrimiento con ojos de diferente color llamada Chloé Coulloud y las apariciones estrella de Marie-Claude Pietragalla y Béatrice Dalle.

¿Qué es?

Suspiria + Déjame entrar

¿Qué ofrece?

Quien se espere un nuevo "A l'interieur" se tiene el chasco asegurado, ahora, quien desee disfrutar de un fantástico relato gótico con clara reminiscencia de giallo ha dado en el clavo. Aquí también tenemos sangre, mucha sangre, además de elementos punzantes con unas evocadoras tijeras con su momentazo de gloria y un relato sumergido en el interior de una casa, una mansión más propia de "La familia Adams" en este caso. Y hasta aquí las similitudes, porque lo que viene a continuación es el retrato de la soledad que un vampiro vive frente al mundo de los vivos y la dramática falta de amor a la que se ve abocado un ser maldito, profundamente humano, pero condenado a las tinieblas. Todo llevado con suma elegancia, con la sobriedad formal propia de cualquier clásico del giallo pero quizá falto de la contundencia con la que constantemente nos golpeaba su ópera prima. Aún y así, de lo mejorcito visto en la sección oficial.