Podemos añadirle jamón serrano o incluso huevo cocido pero en esta ocasión he preferido no echarle nada más, para que se note ese sabor a pollo asado que nos da el horno.
INGREDIENTES (para 20-22 croquetas):
- 350-400 grs. de pollo asado limpio (sin huesos ni pieles)- 2 cucharadas y media de harina- 450-500 grs. de leche (según admita la bechamel)- 1 cebolla- Nuez moscada- Sal- Pimienta negra- Aceite de oliva virgen extra
PARA EL REBOZADO:
- Pan rallado- 2 huevos batidos PREPARACIÓN:
Lo primero será tener el pollo limpio. Le quitamos todos los huesos y pieles y con la ayuda de un cuchillo o una picadora troceamos el pollo. Yo prefiero a cuchillo para que no quede demasiado picado.
En una olla ponemos a pochar la cebolla picada con un poco de aceite.Cuando esté dorada le añadimos la harina, que la cocinaremos bien para que luego no sepa a harina cruda.Mientras, ponemos en un cazo la leche para que se vaya calentando.A continuación y ayudándonos de una varillas vamos incorporando la leche. Es cierto que la cantidad de leche es un poco a ojo, pero vamos a ver la textura perfecta una vez que la masa se despegue de la olla.Es importante remover todo el rato.Ahora toca salpimentar a gusto y rallar un poco de nuez moscada.Incorporamos el pollo trocedado hasta que se integre bien en la masa.Ponemos en una fuente y la tapamos bien (con una film o una tapa si tiene) y llevamos al frigorífico para que enfríe.Pasadas varias horas veremos como la masa se ha endurecido y es muy fácil trabajar con ella.Le podemos dar forma con dos cucharillas (como hace mi madre) o con las manos, incluso hay quién las hace redondas, como os sea más fácil.A continuación las pasamos por pan rallado, después por huevo batido y nuevamente por pan rallado.De esta forma conseguimos unas croquetas perfectas.
Freímos en una sartén a fuego medio hasta que se doren. Recordad no poner la sartén muy fuerte o se nos abrirán. Es mejor que se doren poco a poco. Una vez fritas las sacamos a un papel abosorbente para retirar el exceso de aceite y listo.
Esperad a que enfríen un poco, que no os pase como a mi, y os queméis por no poder esperar.
Nunca serán tan buenas como las que prepara mi madre pero a fuerza de hacer intentaré que se parezcan lo más posible.
Por supuesto podéis hacerlas de cualquier otra cosa, por ejemplo gallina del cocido, o de bacalao, de espinacas ...a cada cual mejor. ¿Os animáis a probar?