Revista Cine
Imagínense un mundo donde la mayoría de la población son vampiros. Imagínense que la comida es un recurso limitado (cada vez hay menos humanos) y que quienes no pueden costear la sangre humana no sólo se encuentran hambrientos, sino que además comienzan a deformarse físicamente. Mientras esta mutación tiene lugar, sus códigos sociales se van rompiendo y la desesperación los lleva a entrar en casas más acaudaladas y atacar a otros vampiros. Los vampiros los llaman "los deformes" y no sólo les temen sino que les causan repulsión. En la televisión los vampiros piden a gritos que se mate a los deformes, que no se puede vivir así, con esa inseguridad. Sin embargo los mismos vampiros que claman por justicia comienzan a tener signos de deformismo por falta de comida y parecen ignorar que están apenas a un paso de convertirse en lo que tanto temen ¿Les resulta familiar? ¿cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia?
Una película con vampiros que vuelve a lo clásico (¡atajate esa Crepúsculo!), a la sangre, las estacas, un poquito de asco, pero con un compromiso político pocas veces visto en el cine.
Excelente.
Dirección: Los hermanos Spierig
Elenco: Ethan Hawke, Willem Dafoe y otros.