Il Matto: Soy un ignorante, pero sé que todo lo que hay en este mundo sirve para algo… Mira, toma… esa piedra, por ejemplo…
Gelsomina: ¿Cuál?
Il Matto: Pues… esta, una cualquiera.
Gelsomina: ¿Y para qué sirve?
Il Matto: Sirve… ¿Yo que sé? Si lo supiera, ¿sabes quién sería?
Gelsomina: ¿Quién?
Il Matto: El Padre Eterno, que lo sabe todo. Cuándo naces. Cuándo mueres… ¿Quién puede saberlo? No, no sé para qué sirve esta piedra, pero para algo debe servir… Porque si fuera inútil, entonces todo sería inútil, incluso las estrellas. Al menos eso creo. Y también tú… También tú sirves para algo… con tu cabeza de alcachofa.
La strada. Federico Fellini (1954).