Para mi querido amigo Dante Bertini, camarada de la red, lúcido cronista de la realidad, encarnación del idilio hispanoargentino de estas últimas décadas, al menos en lo referente al cine.
- MARTÍN (HIJO): ¿No lo extrañás? ¿Nunca te dieron ganas de volver?
- MARTÍN (PADRE): Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña un barrio en todo caso pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras. El que se siente patriota, el que se cree que pertenece a un país, es un tarado mental. La patria es un invento. ¿Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salceño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Son estadísticas, números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente. Tu país son tus amigos y eso sí se extraña. Pero se pasa.
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- MARTÍN (HIJO): ¿Te gustan más los hombres que las mujeres?
- DANTE: ¿En general dices? ¡No! De qué sexo sean en realidad me da igual, es lo que menos me importa. Me puede gustar un hombre tanto como una mujer. El placer no está en follar, es igual que con las drogas. A mí no me atrae un buen culo, un par de tetas o una polla así de gorda. Bueno, no es que no me atraigan, claro que me atraen, me encantan, pero no me seducen. Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve y que vale la pena conocer. Conocer, poseer, admirar. La mente, Hache, yo hago el amor con las mentes. Hay que follarse a las mentes.
Martín (Hache). Adolfo Aristarain (1997).