Revista Cocina

Diferencias entre Cava y Champagne

Por Capitan_rabano @pardeguindillas
Diferencias entre Cava y Champagne
Se acerca la noche del fin de año y tras la patria costumbre de comernos doce uvas al son de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol, muchos brindaremos con cava y algunos con champagne.

Pero no sólo en Nochevieja o por algún motivo festivo se consumen estos vinos espumosos, a nosotros nos encanta comer con cava y, porqué no, con champagne.
Pero, ¿alguna vez os habéis preguntado cuales son las diferencias entre ambos vinos?
Realmente deberíamos hacernos la pregunta a la inversa, es decir, ¿cuáles son las similitudes?.
Pues la similitud reside en el método Champenoise ideado por el monje Dom Perignon y… poco más.
Comencemos con las diferencias.
Zona de producción:
La Champagne es una región cercana a París con un clima frío y húmedo que no facilita la maduración de la uva, además, la Denominación Champagne hace referencia a espumosos elaborados sólo en esa región (como las DO típicas españolas: Ribera, Rioja, Jumilla, Mancha, etc., que hacen referencia a una localización geográfica), sin embargo, en el caso del Cava, esta denominación hace referencia a una técnica de elaboración, de modo que no sólo existen cavas en la zona histórica catalana, sino en muchas zonas de España, que en todos los casos, ofrecen condiciones climáticas más favorables que las propias de la región de Champagne.

Diferencias entre Cava y Champagne

Región de Champagne (origen: Wikipedia)


Diferencias entre Cava y Champagne

Imagen obtenida de: http://www.apoloybaco.com/DOCava.htm


Tipos de uva:
El Champagne sólo puede elaborarse con tres tipos de uva: Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier. Las dos últimas son uvas tintas vinificadas como blancas. Cuando sólo se utiliza Chardonnay el champagne se denomina “Blanc de blancs”, algo así como “blanco de blancos”.
En el caso del Cava, la variedad de uvas es mucho mayor, pues tenemos la Xarel-lo, Monastrel, Chardonnay, Macabeo, Perellada, Subirat, Malvasía, Garnacha, Monastrell, Pinot Noir y Trepat.
El caso es que la multiplicidad de uvas en el caso del Cava permite diferentes personalidades, mucho más uniformes en el caso del Champagne.
Añadas:
La bonanza del clima permite que el Cava sea “mono-añada”, es decir, sólo se utiliza vino del mismo año.
En Champagne, debido a los problemas derivados de la inestabilidad de su clima, es muy común elaborar coupages de diferentes añadas para conseguir un producto final similar año tras año.
En el caso de una añada excepcional, los champagnes se elaboran con vino de ese año y se etiquetan como “millesime”.
Elaboración:
Si bien el método básico es el mismo, no lo es el tiempo de crianza, pues en el cava hay un mínimo de 9 meses y la crianza casi nunca supera un par de años, sin embargo, en el Champagne este período suele ser muy superior, llegando a los 6 años.
Chaptalización:
Este término hace referencia a la adicción de azúcar (licor de expedición), algo mucho más frecuente en Champagne debido a la excesiva acidez de un vino elaborado a partir de unas condiciones climáticas que impiden una maduración adecuada de la uva y que implica una vendimia temprana.
En el Cava este procedimiento se utiliza en menor medida y según su nivel se clasifican en:
  • Brut Nature: No se adiciona o se hace hasta un máximo de 3 gramos por litro.
  • Extra Brut: Hasta 6 gramos por litro.
  • Brut: Hasta 15 gramos por litro.
  • Extra Seco: Entre 12 y 20 gramos por litro.
  • Seco: Entre 17 y 35 gramos por litro.
  • Semiseco: Entre 33 y 50 gramos por litro.
  • Dulce: Más de 50 gramos por litro.

Otras diferencias:
Evidentemente las diferencias en el proceso de elaboración y de condiciones climáticas condicionan la cata, el precio y otros factores.
En la cata los champagnes se presentan más ácidos (ácidos y dulces) y son más caros a la venta, no porque sean mejores, sino por algunas características propias:
  • Un proceso de crianza más largo
  • Un rendimiento por hectárea mucho menor.
  • Unas botellas más gruesas (tienen que aguantar más presión que en el caso del cava).
  • Diferenciación entre productor y elaborador: En el caso del cava normalmente existe identidad, en Champagne el elaborador compra la producción a pequeños propietarios, lo cual, evidentemente, encarece el producto final.

Bien, espero que tras esta entrada os quede claro que un producto no es mejor que otro, sino sólo diferente. En ambos caso existen cavas o champagnes buenos y malos.
Ahora os toca elegir a vosotros.
¡Ah!, ¡Feliz 2013!, brindamos con nuestro Cóctel de champagne (o cava).
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