Esta semana hemos hecho un portalápices, no es muy bonito porque hemos utilizado lana que había por casa. Ya sabéis lo que nos gusta reciclar, hasta reciclamos los leotardos en pulpos o pulseras.
El caso es que necesitábamos un portalápices porque por aquí (en la casa de la playa) había demasiado desorden. En Madrid tenemos un bote para las ceras, otro para las pinturas de madera, otro para los lápices, otro los rotuladores… Sin embargo, en la playa no tenemos y todo era un lío. Las niñas guardaban todas sus pinturas en un caja junto al material de repaso. Vamos que nunca encontraban la pintura que querían o no podían sacar punta porque no aparecía el sacapuntas y no vamos a hablar de la goma, esa gran desaparecida… En definitiva, un caos. Así que hemos hecho este portalápices:
Para hacerlo necesitamos:
Un bote con tapa o sin tapa, como queráis
Cola blanca
Un pincel
Agua
Lana o cuerda
Unas tijeras
Con un poco de celo o de cinta de doble cara fijamos el principio del ovillo de lana al bote. Nosotras hemos usado un bote de plástico porque es el teníamos por aquí, pero también se puede hacer con una lata.
Ahora vamos envolviendo la lana alrededor del bote.
Como nosotros hemos utilizado ovillos de lana “reciclados” hemos tenido que cambiar tres veces de color. Para ello hemos hecho el primer paso dos veces más.
Cuando ya lo tenemos todo cubierto le damos una capa de cola mezcla con agua con ayuda del pincel.
Ahora viene el paso que menos les gusta a los niños, por lo menos a las mías. Hay que dejarlo secar durante 24 horas (o hasta que esté seco). Y ya tenemos listo nuestro portalápices casero
Si os fijáis en esta última foto, hasta han dibujado un gatito en la tapa. Espero que os haya gustado. Cuando lleguemos a casa le vamos a hacer unas flores con fieltro para adornarlo un poco más.