Esta receta hacía tiempo que quería probarla. Bueno, más bien la quinoa.
La quinoa era el alimento básico de los Incas. Se trata de un alimento de gran riqueza en minerales, vitaminas y proteínas de alto valor biológico. La quinoa no es un cereal, aunque presente forma de grano; se trata de la semilla de una hierba, por lo que carece de gluten.
La quinoa pertenece a la misma familia de las espinacas (las queno podiáceas), aunque se prepara como los cereales. La quinoa es rica en proteínas, hierro y magnesio. De agradable sabor y textura suave. Un alimento realmente versátil en la cocina y de muy fácil preparación, similar a la del arroz.
La quinoa es rica en vitaminas del complejo B, vitamina C, E, tiamina, rivoflavina y tiene un alto contenido en minerales, tales como fósforo, potásio, magnesio y calcio, entre otros. Es destacable, además, su alta digestibilidad, su aporte de fibra y ausencia de gluten.
Como véis toda una joya alimentaria. Tras averiguar todo esto no podía por más que empezar a introducirla en mi dieta, pues como ya sabéis: "Somos lo que comemos" ;)
Y, para ello, lo primero, fue investigar las posibilidades de la quinoa en la cocina (que van desde la elaboración de postres, hasta sopas, salteados, guarnición....) y su forma de elaboración. He de indicaros que para cocinar la quinoa hay unos sencillos pasos básicos:
1.- Una proporción de líquido de 2 a 1 de quinoa
2.- Y una cocción a fuego lento de unos 12 a 15 minutos, incluso con refrito previo
Con estos pasos, tenemos asegurada la cocción correcta de la quinoa. Como véis es muy similar a la del arroz.
Algo importante es pasarla por agua para eliminar la capa de saponina.Como curiosidad, comentaros que la saponina de la quinoa que queda en el agua es usada en los andes como jabón, para la limpieza de cuerpo y ropa.
Todo un re-descubrimiento la quinoa, ¿verdad? Ahora os animo a probarla y, para ello, os dejo esta sencillísima receta con la que, además, quiero dar la despedida a este pseudo-veranillo que hemos tenido. ¡Qué pena que ya se acabe!
Adoro los platos con tanto colorido. Alegran la mesa, ¿verdad?
Ingredientes:
1 y 1/2 vasos de Quinoa Int-Salim
media cebolla
100 gr de maíz
80 gr de tallos de bambú en láminas
50 gr de zanahoria rallada
1/2 pimiento verde
un trocito de pimiento rojo
nuez picada para decorar
Aceite de oliva virgen extra Oliva Oro variedad Koroneiki
Preparación:
1.- Comenzamos lavando bien la verdura: pimientos y tomates cherry: Pelamos la cebolla y quitamos la primera capa. A continuación, eliminamos las pepitas del interior de los pimientos, así como las hebras blancas y cortamos pimientos y cebolla muy menuditos. Separamos en boles.
2.- Pasamos a la quinoa. Es conveniente pasarla por agua para eliminar la capa de saponina que tiene. Para ello, la puse en un colador, dejando caer el agua encima. Una vez dejó de salir turbia, retiré de debajo del grifo y pasé a realizar la cocción.
3.- Para cocerla, ponemos una cazuela con agua y una pizca de sal. La proporción a usar de líquido es: 2 partes de líquido por una de quinoa.
4.- Cuando el agua comience a hervir, añadimos la quinoa, dejándola cocer unos 12 minutos o hasta que el agua se haya evaporado.
5.- Mientras, pasamos a mezclar las verduras en un bol: Añadimos la cebolla
6.- Los pimientos verde y rojo.
7.- El maíz
8.- La zanahoria rallada
9.- Los tallos de bambú laminados.
10.- Mezclamos bien todos los ingredientes.
11.- Ya temdremos la quinoa lista. Retiramos del fuego y dejamos templar un poco.
12.- Cuando tengamos la quinoa templada (o fría, según os guste más), procedemos a mezclarla con las verduritas. Emplatamos, decorando con unos tomatitos cherry y nuez picadita por encima.... Una pizca de sal, un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra Oliva Oro variedad Koroneiki y vinagre balsámico de módena...
Rico, rico!!!
Un plato verdaderamente sano para despedir esta prolongación de verano que hemos tenido.
Os dejo preparada la cena ;)