Revista Cocina
Esta fruta que anuncia la cercanía del otoño tiene un sabor dulce y fresco aportando múltiples efectos beneficiosos para el organismo. Actualmente solo un porcentaje pequeño de la producción mundial de uva (10%), se utiliza como fruta de mesa, y el resto se emplea en la producción de vino y mosto. La época mas apropiada para degustar los mejores granos es a finales de septiembre y durante el otoño. Es una fruta deliciosa para consumir sola o como ingrediente de una macedonia o u batido. Su sabor dulce enriquece cualquier tipo de ensalada, combina especialmente con el queso. Forman un excelente acompañamiento para platos de carne, aves o pescado, sobre todo en forma de salsa.
Con esta receta participo en el Reto Color y Sabor de Temporada de octubre de 2017
Ingredientes:
Una bolsa de lechuga variada150 gr de queso feta (puedes utilizar otro queso que no sea feta, pero recomiendo que sea uno de sabor fuerte para que contraste con la uva y el membrillo)150 gr de uvas8 tomatitos60 gr de dulce de membrillo
Ingredientes para la vinagreta:
6 cucharadas de aceite de oliva virgen2 cucharadas de vinagreuna cucharada de semillas de sésamopimienta y sal
Preparación:
Lavamos las uvas, si se quiere podemos pelarlas, las partimos por la mitad y con un cuchillo pequeño le retiramos las pepitas.
Troceamos con las manos las hojas de lechuga y las repartimos en los platos.
Añadimos las uvas, el queso y el membrillo cortado en dados.
Tostamos las semillas de sésamo en una sartén sin aceite.
Cuando estén frías las introducimos en un cuenco con el resto de los ingredientes de la vinagreta, añadimos una pizca de sal y pimienta y batimos enérgicamente con un tenedor o unas varillas hasta obtener una salsa emulsionada.
Aliñamos la ensalada con esta salsa vinagreta y servimos.