Revista Cocina

Fabada II: Sidrería Bedriñana

Por Amoras
Buscando dónde comer en Villaviciosa, porque no conocíamos nada, nos apareció como recomendación la Sidrería Bedriñana. Al buscar información por Internet, www.sidreriabedrinana.com, nos saltó el banner que tienen en el inicio anunciando su premio a la "Mejor fabada del Mundo 2014", así que, ni cortos ni perezosos, allá que nos fuimos con intentar de dar nuestro veredicto y rebatir, si fuera necesario, a los mismísimos Pedro Morán, de Casa Gerardo y Luis Alberto Martínez, de Casa Fermín.
Llamamos para reservar una hora antes de la deseada, pero no habría hecho falta. Nos sentamos en la terraza, bien  preparada para las posibles lluvias. La carta, amplia, plagada de platos tradicionales. Por supuesto, queríamos probar la fabada, pero no queríamos desaprovechar la oportunidad probar algo más. Nos decantamos por unas anchoas en aceite de oliva, que venían acompañadas de un par de trozos enormes de queso calientes, aunque no lo advertían. Afortunadamente, no olía mucho, así que pudimos comérnoslas sin problema. La ensalada que las acompañaba, estaba exquisita.
Fabada II: Sidrería Bedriñana
Pedimos también unas cebollas rellenas. Esperábamos recibirlas después de la fabada, pero no, nos las pusieron como entrante, delante de ella. Estaban riquísimas. Habitualmente las habíamos probado rellenas de carne, pero en esta ocasión eran rellenas de atún y no desmerecían en absoluto.Fabada II: Sidrería Bedriñana
Y por último, la esperada fabada. Estaba muy suave, sin sensación de grasa, con morcilla y chorizo que, aunque estaban potentes cuando se comían, dejaba un pelín soso el conjunto. Aún así nos supo a gloria.Fabada II: Sidrería BedriñanaAcompañamos la comida con una botella de sidra y otra de agua (siendo más barata la sidra, y no será por falta de agua allí...). No nos pusieron dispensador de sidra, así que teníamos que esperar a que el camarero nos sirviera, y no estuvo demasiado atento, sacando además 5 culines, dejando la última ronda, con la fabada ya casi terminada, a medias. Si hubiera servido más rápido, habría caído la segunda botella seguro.
De postre, nos ofrecieron únicamente arroz con leche y helado de kiwi, así que, pasamos.
Al final, la cuenta ascendió a 57 €; cada plato era 1 € más caro por estar en terraza y las anchoas solo eran ya 19 €. La fabda no es la mejor del mundo y el precio es bastante caro para estar en Asturias (17 euros) pero una calidad bastante decente.
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