Revista Cocina
Ya estamos otra vez con el dichoso San Valentín!
Todos los años que si es una fiesta creada por los centros comerciales para hacer negocio, que si estamos hartos de ver tanto corazoncito hasta en la sopa, que el amor se demuestra todos los días ...
Pero a quién voy a engañar! Como buena mujer tengo que confesar que en el fondo a la mayoría de nosotras nos encanta, que está en nuestros genes que nos guste que nos hagan un regalito en forma de flores, bombones ó que nos inviten a una cena romántica.
Que por muy modernas y feministas que seamos nos gusta que nos mimen un poquito, y a riesgo de que muchos me critiquen, en esta celebración yo soy de la antigua escuela: Son los hombres quienes se lo tienen que currar!
Que si, que si, que nosotras lo tenemos todo guardado en nuestra cabecita: que si aquel día a él se le olvidó de lo que le dije, que no se acuerda exactamente de cuantos años llevamos juntos, que no me compró nada para mi cumple, etc...
Y un día como este en el que no puedes andar sin toparte con mensajes amorosos por todas partes, seguro que se da por aludido y es la oportunidad perfecta para zanjar estas pequeñas desavenencias.
Oye! y tanto rollo para ponerte las fotos de las galletas de corazón que hemos hecho por aquí. Porque a un hombre siempre se ha dicho que se le conquista con el estómago lleno y aquí si podemos poner de nuestra parte!
La receta la misma que en las galletas antifaz de Carnaval ó las de San Valentín del año pasado
Ya sabes: mezclar ingredientes, agregar color y enfriar la masa.
Con cortadores de distintos tamaños haremos nuestros corazones intercambiando los colores del centro al volver a montarlos, simplemente los juntaremos de dos en dos y al hornear quedarán unidos.
Al comerlas compartimos con nuestra pareja quedándose cada uno con un corazón de galleta.