Revista Cocina
La primera vez que probé la pizza tenía 13 años, fue en casa de una amiga. Su familia había vivido en Tanger muchos años, en la colonia europea, y la madre hacía cocina internacional. La pizza entonces no era habitual en España. Seguramente habría algún restaurante italiano ya abierto, pero ni yo ni el resto de mis amigas los conocíamos. Cuando Mª Dolores nos invitó a merendar a su casa pizza, me dije que por fin iba a saber que era aquello tan raro que comían en algunos dibujos animados. La pizza en cuestión era de queso y anchoas con aceitunas negras y como entonces los quesos italianos tampoco era fácil comprarlos en la tienda de toda la vida (los hiper llegaron después), hizo la pizza con queso curado de nuestra tierra. Fue toda una delicia.
Por eso cuando nos llegó un maravilloso queso de oveja tierno con bifidus de Campo-Estrella, elaborado a partir de leche pasteurizada de oveja, y bajo en sal de quesería la Antigua, decidí usarlo para preparar unas galletas con los ingredientes que tenía aquella pizza que guardo en mi memoria. Y esto es lo que necesité:
150 gr de queso de oveja tierno con bifidus 2 latas pequeñas de anchoas
150 gr. de harina de fuerza
100 gr de aceite
un puñadito de aceitunas negras
Escurrimos bien las latitas de anchoas, luego ponemos todos los ingredientes en un robot de cocina y mezclamos bien. Hacemos una bola con la masa y dejamos enfriar en la nevera para que endurezca durante 1 hora.
Cuando tenemos la masa fría, la extendemos entre dos hojas de papel manteca y vamos cortando las galletitas con la forma que más nos guste y las vamos colocando en una bandeja de horno forrada con el mismo papel con el que hemos estirado la masa.
Horneamos a 180º durante 15', vigilando porque ya sabéis que cada horno es distinto. Enfriamos sobre una rejilla y ya tenemos listo nuestro aperitivo.
Podemos comernos las galletas tal cual como aperitivo para acompañar una copa de vino o una cervecita, ponerles por encima una cucharadita de reducción de Pedro Jiménez, o un tomatito cherry. En fin, dar rienda suelta a vuestra imaginación.
Bon Appétit