En mi anterior post les comentaba sobre las galletas Integrackers de quinua que me había comprado mi hermano y que yo había usado para hacer la receta de esos Bizcochitos Rápidos. Pues me quedé pensando en ellas, ya que son uno de los pocos productos de snack envasado que todavía consumo regularmente porque creo que son más sanas y tienen menos azúcar que, por ejemplo, las Chips Ahoy, que también me encantan pero que trato de consumir muy de vez en cuando.
En cambio las galletas integrales son un snack que siempre escojo cuando me agarra el hambre a media tarde ( y no tengo ninguna tortita que haya hecho previamente por ahí :P). Las he probado de todas las marcas que he podido encontrar, como Belvita, Club social, las integrales de Quaker, Nesfit, etc. Y se me ocurrió que podría hacer mi propia versión casera de ellas.
Busqué en ...ya saben, donde más? en internet y encontré una receta que parecía fácil (parecía) y me dispuse a hacerla. Todo estaba bien con la masa, era fácil de manejar y no se derretía como otras, pero lo difícil fue el momento de cortarla. Quería que quedara con esas especies de dientecitos que tienen las galletas compradas en los bordes por lo que las corte con este cortador de masa Wilton que me compré hace un tiempo. Sin embargo, esta vez como que el pulso no me acompaño y el cortador no iba en línea recta como quería que baya por lo que algunas galletas me salieron un poco chuecas.
Otro problema que encontré es que en la primera tanda hice las galletas muy gruesas (0.5cm.) y quedaron como esponjocitas y un poco húmedas. Así que para la segunda tanda las estiré todo lo que podían soportar y quedaron más crujientes y doraditas.
Así que sin más, les dejo con la receta y si pueden compártanla en las redes sociales ya saben que abajo están los botones. Disfruten...
Ingredientes
65 g. harina sin preparar
210 g. harina integral
110 g. azúcar blanca
1 cucharadita polvo de hornear
1/2 cucharadita bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita sal
1/4 cucharadita canela en polvo
100 gramos mantequilla helada cortada en cubos
2 cucharadas miel
2 cucharadas algarrobina
30 ml agua fría
1/2 cucharadita esencia de vainilla
Preparación
Cernir las harinas, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato, la sal y la canela en un tazón. Reservar.
Poner en el tazón del procesador la mantequilla y los ingredientes cernidos. Mezclar hasta que tenga textura de arena.
Luego, añadir la miel, la algarrobina, el agua y la esencia de vainilla.
Procesar otra vez hasta que la masa se desprenda de las paredes y se forma una bola.
Sacar la masa del procesador, dividir la masa en dos y ponerlas por separado entre dos papeles manteca y estirarlas con un rodillo.
Colocarlas sobre una bandeja y llevarlas a la refrigeradora por 2 horas por lo menos ( yo las dejé de un día para otro).
Luego de sacarlas de la refri, cortar con un cuchillo o con un cortador de masa réctangulos de 2 x 4 pulgadas y colocarlos en una bandeja de hornear cubierta con papel manteca.
Hacer agujeros a la masa con un tenedor y llevarlas a hornear a horno precalentado a 180 ° C. por 25 minutos o hasta que las galletas estén secas y algo doradas.
Estas son las de la primera horneada, más suaves y esponjocitas.
Estas de la segunda horneada más crocantes.
Receta adaptada de : Baking Bites