Antes de nada, perdonad porque la semana pasada he estado poco activa y no me he dejado ver por aqui. Pero he andado un poco liadilla, ya se que no es excusa pero es que no sacaba casi tiempo para nada.
El sábado hizo la Comunión Carla, ya os he hablado en ocasiones de ella, es la hija de una gran amiga y de hecho salió en el programa conmigo, un encanto y una preciosidad.
Bueno pues el lunes me dice Mari, la madre de la criatura que si le puedo hacer unas galletas para dar a los niños por la comunión de Carla, que quiere un vestido parecido al que va a llevar y yo sin cortador!!! Mira que tengo cortadores de todo tipo, pero de comunión nada, claro aqui donde yo vivo no hay cortadores y si tengo que ponerme a buscar por internet no se si me daría tiempo. Lo primero que pensé fué: La mato!!!, de hecho no solo lo pensé sino que se lo dije, claro que una amiga de hace mas de 20 años tampoco es plan de acabar así, y mi segundo pensamiento fué: ya le lio a mi chico para que me haga el cortador, pero dime cuantas quieres, ilusa de mí que pensaba que seria una docena mas o menos y me dice que unas 30. Ahí me alegre de que estuviesemos hablando por Whatsapp y no tenerla delante porque entonces si que ni 20 años ni na. Pero mi Carla tendría sus galletas.
La receta es la de siempre de mantequilla pero esta vez en lugar de aroma de vainilla le puse emulsión Princess, porque para una princesa hay que ponerle un aroma acorde. Y decoradas con fondant y glasa