Revista Cine
Hacía Madrid - ¡El Brillo Ardiente! (Vers Madrid – The Burning Bright (Scene from the
Class Struggle and the Revolution), Francia, 2012), cuarto largometraje
documental del especialista Sylvain George, se estrenó en México en el pasado FICUNAM 2013 y está exhibiéndose en distintas plazas del país, en el ciclo del FICUNAM en gira.
Estamos
ante una vibrante crónica del “Movimiento de los Indignados” (también conocido
como 15-M) que explotó en mayo del 2011 en Madrid, en la emblemática Puerta del
Sol, que fue tomada espontáneamente por una multitud de jóvenes que protestaban
por el desempleo rampante, la corrupción, el hostigamiento a los
indocumentados, el racismo, la sordera de los gobernantes de todos los colores,
más lo que se acumule en la semana, pues, ¿se le puede reprochar a esta
generación que salga a la calle a luchar por sus derechos después de lo que
hemos visto cómo ha gobernado “el 1%” en España, Estados Unidos, México y
puntos intermedios?
Grabada
en blanco y negro en formato académico 4:3 –con algún viraje al color en los
momentos de violencia que se desataron cuando sucedió el desalojo en la Puerta
del Sol-, George sigue los discursos a micrófono abierto que se sucedían en la
manifestación, toma algún debate sobre la importancia de la educación religiosa
y/o de las religiones, entrevista a un veinteañero que confiesa que aún vive
con sus padres porque no puede conseguir chamba, no pierde una palabra sobre una
discusión sobre la pertinencia de usar la palabra “mestizo” en una declaración
o sobre la diferencia entre los significados de caridad y solidaridad, además
de observar la rutina de un inmigrante indocumentado del Magreb que sobrevive
como puede en esa España en crisis, en esa España ardiente.
No
pueden faltar –estamos viendo un plantón universitario y juvenil, no hay que
olvidarlo- algún baile flamenco organizado por ahí, la lectura de algún poema
por allá, una canción de protesta entonada por acá y hartas consignas que
podrán resultar cansinas pero también irrefutables (“¡Que no, que no, que no
nos representan!, ¡Que no, que no, que no nos representan!”).
El mejor momento
del filme es un hilarante performance en la que aparece un tipo disfrazado de
la Condesa Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid en ese
momento –renunciaría por motivos de salud en 2012-, exPresidenta del Senado y
prominente política del aún gobernante Partido Popular, quien pasea,
encadenado, por la Puerta del Sol, a un indigente que agradece, con lágrimas en
los ojos, que lo haya sacado a conocer el Metro. “Esperanza” se pelea con la
gente, presume sus joyas, amenaza con llamar a los “maderos” y regaña a toda
esa bola de desocupados que no tienen nada mejor que hacer que estar ahí protestando.
El performance da dolorosamente en el clavo porque la “Condesa Esperanza”
parece, la pura , jodida y triste verdad.