Hojaldre con manzana y gengibre

En esta ocasión quería llevar algo a la oficina...era mi cumple y me apetecía compartir con las compañeras un dulce bocadito. Pensé que tenía que ser algo muy fácil que pudiera terminar a las 6 de la mañana para llevarlo recién hecho y que estuviera delicioso.
Aposté por una sencilla y rápida receta de hojaldre y frutas frescas. En este caso con manzanas, y gengibre. Son de esos dulces que te dejan la casa con el mejor olor del mundo y  que cuanto mas comes mas te gustan, porque el acido de la manzana y el puntito picante del gengibre que combinan de maravilla....
Pensé que la noche antes las dejaría hecha y metidas en la nevera, y por la mañana solo el hornear, y así me las llevaba irresistiblemente crujientes y olorosas. ¡Pues fue imposible! mi hija y mi marido empezaron con la majadería de ¡hornea ahora una para probarlas! "¡que ricas! pon otras! ¡no te las lleves a la oficina y nosotros que? ... ¡Ya para las que te hemos dejado, no iras cargando con las 4 que te quedan! ..y cosas parecidas... lo cierto es que al final se las quedaron y se las zamparon.  Y a mi que me encanta cuando los veo saborear algo recién hecho, les dejé que terminaran con todas, o incluso que escondieran alguna para la noche. Advierto que son adictivas, y el aroma de la canela y las manzanas caramelizadas es una delicia.
Pongo en esta receta dos fotos con dos maneras diferentes de presentarlo. Una en un solo pastel que hice una tarde para la merienda de las amigas, y  que puede ser redondo o alargado, según el hojaldre que hayas comprado. Y otra forma de presentarlo es en pequeños pastelitos redondos monodosis. Están igual de ricos solo depende de como te apetezca que luzcan en tu mesa o si los quieres presentar como postre acompañado de una bola de helado o un buen pegote de nata montada. Si te sobran no caigas en la tentacion de guardarlos cerrados, se humedecerán con el juguito de la manzana, así que simplemente cubiertos con un paño se conservan crujientes, pero no demasiadas horas, porque la manzana tiende a humedecer, así que lo ideal es hacerlo el mismo dia. 

Ingredientes

1 paquete de masa de hojaldre refrigerada no congelada, yo uso la marca de Rana o Lidl.4 manzanas algo ácidas. Utilicé Fuji.1 cucharada de mantequilla con sal3 cucharadas de azúcar. Blanca o morena, las dos quedan estupendas.1 cucharadita rasa de gengibre1/2 cucharadita de canela. 

Elaboración

Cortar las manzanas en trocitos pequeños y poner en una sartén con la mantequilla y el azúcar. Rehogar y añadir el gengibre y la canela, cociendo a fuego medio alto hasta que se ablanden  y caramelicen, buscando la evaporación de  la mayor parte del jugo que sueltan.
Yo personalmente no les añado nada mas, pero puedes ponerle frutos secos, pasas, ralladura de limón....Mientras colocamos y damos la forma que mas nos guste a nuestra lámina de hojaldre. La pinchamos bien por todas partes con un tenedor para que suba de manera igualada. Ponemos encima las manzanas caramelizadas y tapamos con otra lamina de hojaldre sellando bien los bordes con los dedos con pequeños pellizcos o aplastando con los dientes del tenedor. En este caso hemos hecho una rejilla, cortando con un cuchillo en forma de lineas discontinuas o con un rodillo especial.  Espolvorear con azúcar glas y al horno. Cuando se dore lo sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
El tiempo que están en el horno depende de los gustos. A mi todo lo de hojaldre me gusta muy doradito.
Y solo falta decorar como mas te guste, en estos casos con azúcar glas. 

Si prefieres una sola pieza, te sale un estupendo pastel.