Revista Cocina

Huesca: una desconocida con sorpresas

Por Amoras

Huesca, es de esas ciudades pequeñas que te sorprenden a nivel gastronómico. Con unos 50 mil habitantes llegó a tener tres restaurantes con Estrella Michelín y actualmente mantiene dos estrellados: Lillas Pastia y Tatau.

Aunque sin excesos, tiene en toda su zona centro, principalmente en el barrio de San Lorenzo, una zona de bares bastante maja y que bien vale una visita. El tapeo de la zona es de tipo pincho de pago pero con opciones de escalado. Puedes tomarte las típicas tapas de la zona: croquetas, bombas, etc. pero también puedes convertir muchas raciones en tapitas: migas con huevo, bravas y muchas otras se pueden pedir en pequeñas cantidades por algo menos de 5€. Los precios van en esa línea de escalado: entre 2€ y 5€; llevando la consumición media con una cerveza o un vino a los 5-7,5€ por persona. La zona principal de locales se encuentra entre Nuestra Señora de Salas, Coso y Galicia, destacando principalmente Padre Huesca, donde en menos de 100 metros se encuentran algunos de los locales más famosos de la ciudad.

Comomeloco: quizá el más conocido. Poca barra y tapeo principalmente en mesa. Esto le quita un poco de encanto pero que es compensado porque tiene una de las mejores cartas. Muchas tapas y lo que no son tapas se pueden convertir en tal. Bravas (3,5€), heuvos rotos (4,5€), brochetas de cordero que se pueden en formato "mini" (4,5€), tapa de pulpo (5€), ensalada. Todo es susceptible de convertirse en minibocado y puedes tomar hasta postre. Cinco tapas , vino, cerveza y dos mostos: 32,6€

Huesca: una desconocida con sorpresas

Da Vinci el mejor como bar de tapas, barra larga, con muchos pinchos, mesas altas para tomar algo rápido y bien atendido. Huevo-gamba que es un pincho típico de la ciudad de huevo duro rebozado y gamba gabardina. Minihamburguesa, mucho más currada que otras y empanadilla. Todo con refresco, dos mostos y un vino blanco por 19,5€ 

Huesca: una desconocida con sorpresas

Sal y Pimienta: mezcla de los dos anteriores. Varias mesas para cenar de tapas y raciones pero también una buena barra de tapas y algunas mesas altas para disfrutarlas. Ejemplos de lo que tomamos: tibre (1,8€), tosta de solomillo y bacon (2,5€) o empanadilla (2€). El local es de los más baratos de la zona y un vino blanco aun tiene precio popular: 1,5€

Huesca: una desconocida con sorpresas

Ricorico-cu: Mesas para tapear sentado y barra media para tapear de pie. La barra está plagada de cosas a pedir: setas, caracoles y los pinchos típicos como el huevo-gamba. Nos decidimos a pedir unos caracoles que los preparan a la Llauna como en Cataluña y estaban buenísimos. Además de una tapa de boquerones que era bastante abundante, que no barata (4,5€). Como bar está en el precio medio aunque aquí pagamos algo más porque la ración de caracoles sale a 18€

Huesca: una desconocida con sorpresas

Tomatejamón: también restaurante pero también para tomar tapas en su zona exterior. Alguna de ellas muy elaboradas como pollo al chilindrón, champiñones con mollejas o nuestra elección atún marinado (4,5€), migas con huevo (4,5€) o la croqueta de jamón (1,8€). Vinos de la zona por 1,6€

Huesca: una desconocida con sorpresas

También probamos por comer un día el menú de La Abadía de los Templarios. Nada reseñable. Un menú bien. Sin destacar pero que es el más barato de la zona y te permite probar platos típicos como las migas con huevo, que estaban bastante bien, y la longaniza de Graus. Un embutido de La Ribagorza, muy típico, parecido a la butifarra catalana y de gran calidad.

Huesca: una desconocida con sorpresas

Un ambiente agradable y una buena ciudad para una escapada. Con un tapeo más que digno, en versión reducida y algo más currada lo que te encuentras en Zaragoza. Durante nuestra estancia nos pasamos por la vecina Jaca y allí pudimos encontrar un ambiente parecido y en nuestro paso rápido pudimos ver algunos locales de tapeo puro como Gorbea de pinchos que van de los 2,5€ a los 4,5€ y racioncitas (4 refrescos, 2 baos de jabalí, 2 de lomo con huevo de codorniz y un torrezno todo por 34€) o La Cocina, un restaurante, con una barra muy pequeña donde se puede tapear y la comida es más elaborada: madejas (un zarajo aliñado típico y que está riquísimo), pita de bonito, croqueta de cocidos, tapa de langostinos o tapita de alcachofa en salsa, todo con 2 vinos y 2 aguas por solo 25€.

Huesca: una desconocida con sorpresas

Huesca es una gran desconocida y es la última provincia de España que nos quedaba por visitar pero si vas puedes hacer escapadas de todo tipo como Pirineos o Alquezar (uno de los pueblos más bonitos de España) y otras sorpresas gastronómicas. 


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