¿Ibiza en Otoño? Sin duda alguna esta es la pregunta, con cara de incredulidad y asombro, que más he escuchado cuando he comentado dónde me iba a pasar el puente. Sí, no me mires así, Ibiza en Otoño ¿Por qué no?.
Menos interesada en la Ibiza de las fiestas, de los postureos, de los locales de moda, de las exhibiciones en los beach clubs de la época veraniega y mucho más atraida por la Ibiza rural, sus calas, su mar y sus pequeños pueblos, es lo que ha hecho que fijara esta escapada en otoño, en un puente festivo donde muchos de sus locales echan el cierre hasta la próxima temporada.
Una escapada de 3 días completos, en los que el primero llegamos a la hora del desayuno y el tercero regresamos tras la merienda-cena, y que nos han sabido a poco pero nos han convencido de que el otoño mediterráneo es una buena época para viajar a Ibiza.
El aterrizaje en Ibiza es precioso, ves la línea de la costa dibujada en el mar, el Parque Natural de Ses Salines, al fondo otra de las Islas Pitiusas, Formentera, el escenario transmite paz. Por unos instantes deseo que desde la torre de control demoren nuestro aterrizaje y estemos sobrevolando unos minutos más la isla. No hay suerte. Esta vez Iberia no solo ha sido puntual, sino que ha llegado antes de lo previsto, el reloj todavía no marca las 8h de la mañana.
Recogemos nuestro coche de alquiler, hemos elegido uno no demasiado grande para no tener problemas de aparcamiento, y nos vamos a desayunar a Ibiza y a recorrer Dalt Vila, la ciudad alta.
El día es algo gris, hay algún momento en el que caen algunas gotas pero no lo suficiente para impedir nuestro paseo por el casco histórico. Ese entresijo de callejuelas blancas que suben y bajan a modo de laberinto en la ciudad amurallada.
Es entre sus murallas donde se encuentran algunos de los edificios más relevantes de la isla, por ello es imprescindible perderse por Dalt Vila. Callejeando llegamos a la Catedral de Ibiza, uno de los símbolos de la isla, pero también pasamos por varios de sus baluartes, lugares que sirvieron de defensa de piratas y corsarios. Son muchas las civilizaciones que aquí se asentaron, fenicios, musulmanes, bizantinos, catalanes ...
Varios son los miradores que nos encontramos y que nos invitan a detener nuestro recorrido y quedarnos ensimismados durante unos minutos observando el puerto, la costa ibicenca, los islotes que salpican el Mediterráneo, Formentera a lo lejos. ¡Qué tranquilidad, qué paz!
Salimos hacia el Mercado Viejo por el Portal de Ses Taules, que es la entrada principal del recinto amurallado, justo enfrente está Croissant-Show donde hemos desayunado.
Un paseo por el Puerto, por el Paseo Vara de Rey y por las principales calles comerciales nos llevan a mediodía, hora de comer, y lo hacemos en Comidas Bar San Juan, el restaurante más antiguo de Ibiza. Fundado en 1874, está ubicado en el barrio de la Marina y es uno de los más populares por su cocina casera y precios asequibles. ¡Ah! No reservan, no admiten tarjetas y se comparte mesa. Toda una experiencia.
Subimos al Puig Missa en Santa Eulària d'es Riu, la única población de Ibiza que tiene río. Allí arriba, en la colina, se encuentra la Iglesia de Santa Eulalia, rodeada de preciosas casas blancas y con unas fabulosas vistas al mar.
Es sábado y nos vamos de mercadillo. Entre Santa Eulalia y San Carlos de Peralta nos econtramos con el mercadillo de Las Dalias, en otoño también hay mucha gente pero no resulta agobiante andar mirando en los puestos y siempre encontramos algo. Hemos aparcado justo a la entrada, sin problemas, en un lugar habilitado para ello, en verano será otro cantar.
La playa tiene S'Illa des Boscs justo enfrente, un lugar maravilloso para contemplar la puesta de sol, o para contemplar simplemente. Y eso fue lo que nosotros hicimos. Contemplamos y paseamos por la zona un buen rato, para luego comer en el restaurante S'Illa des Boscs disfrutando de unas vistas espectaculares y de una deliciosa comida.
Podrían haberme dicho que me encontraba en un lugar paradisiaco de Asia por que me lo hubiera creido, bueno solo si no hubiera visto el bosque de pinos que encontramos en este entorno natural. Un lugar espectacular, sin duda alguna.
También se puede disfrutar de la Ibiza nocturna de otra forma. Me refiero a la Ibiza iluminada que podemos contemplar en un paseo cuando cae la tarde. Dalt Vila iluminada no puede ser más bella y merece la pena caminar por el muelle a esas horas con las casitas blancas y la catedral haciendo de guardaespaldas por un lado, y por el otro el puerto.
Después podemos ir a tomar algo al restaurante o café del Hotel Montesol, dicen que si no has estado en Montesol, no has estado en Ibiza. Quizás sea un poco exagerado, pero será un placer comprobarlo. Y si no, justo en el mismo paseo de Vara de Rey, un poco más allá, se encuentra Ebusus Restaurant un agradable lugar donde disfrutar de la gastronomía ibicenca.
Hay muchas Ibizas, sin lugar a dudas, solo hay que elegir cuál es la nuestra. Tras pasar tres maravillosos días en la isla, solo puedo decir: Ibiza en Otoño, porque sí.
Tips de Ibiza en Otoño ¿Por qué no?
- Vuelo con Iberia: Es la mejor combinación que tenemos para viajar a Ibiza desde Valencia y puedes conseguir vuelos gratuitos con tus avios, si vuelas con asiduidad. Recomiendo la lectura de Cómo Organizar un Viaje: Tips que a mí me funcionan.
- Autos Marí: Reservamos nuestro coche de alquiler en esta compañía después de analizar las opiniones y críticas de los usuarios de las diferentes compañías de alquiler. Buena relación calidad/precio, pero se "olvidaron" de que llegábamos tan pronto, a pesar de que la hora figuraba en la reserva, y nos entregaron el coche tarde. Para compensar, nos redujeron un 20% el coste del mismo. No tuvimos ningún problema posteriormente, y quedamos satisfechos con el servicio.
- Hotel Lux Isla: Hotel de 3* situado en Talamanca, con unas vistas preciosas. Nos decidimos por este hotel por su situación, las habitaciones son amplias, modernas y confortables, la nuestra tenía terraza con excelentes vistas, y en esta época es fácil aparcar. Buena relación calidad/precio y un servicio excelente. Para repetir.
- Dónde aparcar en Ibiza: Ibiza está tomada por la zona azul y carísimos parking de pago, pero a menudo esto no es suficiente y resulta imposible encontrar hueco en la ciudad donde dejar el coche. A nosotros nos funcionó siempre la zona azul que hay justo al lado del Parque Reina Sofia y cuando hemos estado por la ciudad no hemos tenido problema en aparcar allí, incluso el sábado por la tarde o el domingo, cuando es gratuito. Está justo a los pies de Dalt Vila, en pleno centro.