* Crítica de 'Incidencias' (España, 2016), de José Corbacho y Juan Cruz, con Lola Dueñas, Roberto Álamo y Carlos Areces.-
Aunque sospecho que más por reacción (ante la extendidísima postura de negativa sistemática a verlo) que por convicción (lo entiendo como una incongruencia para alguien que abomina de cualquier nacionalismo, incluso el cultural), siempre he sido un firme defensor del cine español. He procurado que esa postura no me cegara, y aun asumiendo que el prejuicio marca una predisposición positiva a la valoración de sus cintas, siempre he tenido claro, también, que en el cine español —como en el estadounidense, el coreano o el alemán, por cierto—. hay obras maestras (algunas), pelis de nivel medio (a espuertas) y experimentos fallidos (alguno que otro). Y gozo con las primeras (lógicamente), veo sin más las segundas (con grado de disfrute variable, conforme a su nivel) y sufro con estos últimos (qué remedio...). Muy a mi pesar, a la última propuesta de Corbacho y Cruz, 'Incidencias', me toca incluirla en el último rubro: sus 'noventa minuti', como los del Bernabeu de las remontadas ochenteras del Madrid, se hacen, también, 'molto longos'...Una pena, porque su premisa argumental (la de un grupo heterogéneo de personas unidas a la fuerza en un entorno cerrado y limitado debido a una circunstancia accidental sobrevenida) y su estructura narrativa (a base de alternar el desarrollo lineal de la trama con los testimonios, tiempo después, de sus protagonistas acerca de los hechos objeto de la misma), si bien sobradamente manidas, no dejan de resultar buenos anclajes para un desarrollo cómico potente. Pero en el cine, en general, y en la comedia más aún, en particular, ni un buen enfoque ni un buen arranque son garantía de un producto final convincente: hace falta un guión sólido, bien construido, con personajes atractivos y diálogos divertidos; y hace falta dar con el ritmo adecuado a cada situación, a cada momento de la historia. 'Incidencias' carece de ambos elementos, o, si los tiene, no en el grado suficiente como para levantar el vuelo y despertar el interés por una cinta en la que ni siquiera la deslumbrante nómina de intérpretes (tod@sell@s con credenciales más que contrastadas en el género) consigue algo más que incrementar el nivel de los lamentos por lo que pudo haber sido y no fue.En conclusión, la dupla Corbacho-Cruz (cuyo debut, la costumbrista y divertida 'Tapas', sin ser cine grande, sí que aportaba una mirada fresca y desprejuiciada que hacía presagiar una carrera fílmica estimulante) se ha pegado un batacazo considerable con sus 'Incidencias', y pocos paliativos ni cataplasmas cabe aplicar a los 'hechos consumados'. Si esto supondrá el cierre de su periplo cinematográfico y su retorno definitivo a los 'cuarteles de invierno' televisivos, de donde provienen y en el cual han obtenido éxitos rotundos (y más que merecidos; Cobacho, particularmente, es un animal teatral y televisivo de primera magnitud) tanto en el terreno de la ficción como en el del entretenimiento estándar, solo el tiempo y las circunstancias nos lo dirán. Pero espero que no sea mera benevolencia el estimar que, en una hipotética próxima entrega, los resultados hayan de ser más halagüeños que los de ésta: el listón, por desgracia, está lo suficientemente bajo como para poder barruntarlo sin demasiado riesgo.CALIFICACIÓN: 3 / 10.-