Los que no toman leche (de origen animal) no tienen porqué renunciar al kéfir. ¡Yo lo he preparado con leche de coco!
He entrado en el “mundillo” del kéfir de leche y me he informado sobre los beneficios que puede reportar a nuestra salud.
El kéfir está formado por un grupo de bacterias y hongos que se introducen en leche, donde producen la fermentación del azúcar de la misma (lactosa), dando lugar a una bebida fermentada similar al yogur si se les deja actuar durante el tiempo suficiente.
La velocidad de la fermentación depende de la cantidad de gránulos de kéfir que se añadan a la leche, de la temperatura ambiental y del tiempo que se mantenga la fermentación. Todo ello en proporción directa, claro.
También existe el kéfir de agua, que se produce fermentando agua azucarada.
En la producción del yogur se da la fermentación de tipo láctico. En la del kéfir, hay fermentación láctica y también alcohólica (como en el vino). Las primeras 24 horas predomina la láctica y a partir de ahí la alcohólica -a grandes rasgos-
Al tomar bebida kefirada, ingerimos microorganismos beneficiosos (las llamadas bacterias buenas) en muchos sentidos.
Mejoran la dijestión, el estreñimiento, la infamación intestinal, la osteoporosis, e incluso tiene relación con la mejoría del cancer de mama.
Por supuesto yo no me lo creí cuando lo leí al principio, pero lo he comprobado buscando en pubmed, la web en la que se publican estudios médicos. Pincha aquí y accede a ella, si quieres leer los abstracts de dichos artículos.
¿Y los alérgicos o intolerantes a la leche? ¿Han de conformarse con el kéfir de agua?
De eso nada, porque yo he preparado kéfir con leche de coco y sale perfectamente, está muy bueno, y no lleva gluten , ni soja, ni lactosa, ni frutos secos…
Edito el post para dar respuesta a lo que me habéis preguntado por varios canales: ¿dónde conseguir granos de kéfir?
Los gránulos de kéfir van creciendo, de modo que cuanto más los pones a trabajar, más gránulos tienes. Llega un momento en el que tienes de sobra. O los regalas o los tiras.
En la “filosofía” del kéfir existe el principio de que éste debe de regalarse. A mí me lo regaló un amigo: Salvador.
También se comercializa ¡cómo no!. Yo lo he visto en heboristerías y tiendas dedietética. En forma de gránulos o de polvos.
Aquí te dejo el enlace a una tienda on line:
Todo tiene sus pros y sus contras. En mi opinión, lo bueno del kéfir regalado es el romanticismo del concepto, así como su gratuidad (para quien no sea romántico sino pragmático)
Lo malo que puede tener el mano a mano es la ausencia total de control sanitario en un producto que se va a ingerir fermentado, el cual además no se debe cocinar (porque mataríamos las bacterias buenas). De modo que si nos pasan gránulos con algún agente patógeno, éste proliferará junto con los beneficiosos y nos lo beberemos.
- 300 ml de leche de coco
- 1 cucharada de gránulos de kéfir
- En un recipiente de vidrio limpio coloca la leche de coco y los gránulos de kéfir.
- Tapa con un paño o servilleta limpios para que pueda transpirar, y para que no le entren impurezas.
- Deja el tarro a temperatura ambiente durante unas 24 horas.
- Remueve si se separa el agua de la grasa.
- Filtra con un colador de tela o de plástico, no metálico.
- Ya tienes listo el kéfir con leche de coco. Aguanta una semana en el frigorífico.
- Con los nódulos que han quedado en el colador puedes preparar más.
- Yo lo tomo con fruta y un pico de endulzante.