Hay algunas partes de Barcelona que están menos saturadas de oferta restauradora, como es el caso de la llamada zona alta, más concretamente alrededor de la Ronda General Mitre. La Despensa de Mitre se ubica en esta parte de la ciudad, cubriendo esas calles con una propuesta equilibrada de cocina y coctelería.
La Despensa de Mitre tuvo una primera fase de enero a julio de 2017 con una oferta pensada para compartir tapas y platillos, que también incluía cafetería para abarcar las máximas horas posibles de atención al público. Según llegaba el calor, detectaron la necesidad de hacer una reforma en el local que acabó alargándose un año. Durante este tiempo, además de acondicionar el local como era necesario, se aprovechó también para redefinir su oferta. Su reapertura, en Junio de 2018 está mucho más enfocada a restaurante clásico, que si bien ofrece algún plato fácil de compartir, no es su principal objetivo. Ahora, la carta convive con la coctelería, que puede tomarse antes, durante o después de la comida o simplemente como tal, sin necesidad de tener que comer algo.
La Despensa de Mitre se ha hecho enseguida un lugar en el barrio, captando la clientela vecina; al público algo más alejado del resto de Barcelona y a algún turista, aún estando fuera de los circuitos más típicos. Su cocina está liderada por Adelina, quién después de estudiar en su Cádiz natal vino a Barcelona, pasando por la Panxa del Bisbe y Bar Ri, donde aprendió la cocina más tradicional adaptada a los nuevos tiempos.
En su carta, no excesivamente extensa, encontramos platos como el canelón de calabacín relleno de txangurro y vieiras con mayonesa de kimchi; setas salteadas con salsa holandesa y piñones; bacalao a baja temperatura, hummus, espinacas y piñones o canelón de pollo rustido, salsa de múrgulas y pistachos. Son solo unos ejemplos de una carta en la que encontramos opciones para vegetarianos y veganos, carnes y pescados y alguna propuesta de plato de cuchara tan bienvenido en esta época del año. La mezcla entre productos omnipresentes todo el año convive con los productos de temporada que incorporan en la medida de lo posible. Clásicos como un bloque de foie con compota o unos buñuelos de bacalao son tentaciones que difícilmente podremos saltarnos.
Sin ninguna pretensión de ser un restaurante gastronómico, ofrecen platos bien hechos en los que se aprecia la base de cocina tradicional adaptada a los nuevos tiempos e incluso alguna elaboración importada que tanto gusta a los clientes, como tatakis o tiraditos, con su toque asiático imprescindible.
La Despensa de Mitre ofrece los días laborables un completo menú por 25 Euros que incluye bebida café y postre. Respecto a su menú degustación, improvisan en cierta forma según tengan en su carta. Sin ser un menú fijo está formado por dos entrantes, dos principales y dos postres, que después de haber consultado alergias y preferencias, elaboran especialmente cada día.
Como es habitual últimamente, encontramos una seductora barra donde encontrar coctelería clásica y de autor. Es Jordi Roig quien se encarga de esta zona y que podemos disfrutar sin necesidad de ir a comer o a cenar. Existe la opción en cualquier caso de poder maridar con sus combinados. Una tendencia que no han querido dejar de lado y con la que podemos disfrutar de un appetizer para antes de la comida hasta after dinner para disfrutar de una buena sobremesa. Las posibilidades son amplias sin faltar cócteles emblemáticos y mezclas algo más atrevidas para los más intrépidos.
La Despensa de Mitre se ha ganado el público más cercano y parece seguir atrayendo a todos aquellos con ganas de comer una buena ración o tomar una buena copa. Recién empezada su nueva etapa, parece que será la definitiva para acabar de asentarse.
La Despensa de Mitre, revolucionando la zona alta de Barcelona Click to Tweet