Revista Música

La graminola – número 20 – 12 de abril de 2018

Publicado el 11 abril 2018 por Perendengon

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

Puedes seguirnos también desde FACEBOOK, donde os espero a todos con los brazos abiertos, en el siguiente enlace: LA GRAMINOLA. LA REVISTA MUSICAL QUE SE LEE Y SE ESCUCHA. Desde aquí puedes saborear más contenidos y más música.

Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música en directo.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

NUESTRA PORTADA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

Pues sí, la lista de actualidad de “La Graminola” está protagonizada al completo por ese estilo que … Decid vosotros el nombre que a mí me da la risa. Si también os entra la risa no hace falta que lo digáis, está escrito en la foto de al lado. Vamos que nos visita la música de Bad Bunny, Nicky Jam y J. Balvin. (Que conste que todo esto lo digo desde el respeto y el cariño).

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La sección de “Los Pioneros” está protagonizada por un artista cuya trayectoria va más allá de lo que supuso musicalmente. Un auténtico icono en defensa de causas justas y un claro referente de muchos músicos. Su nombre: Pete Seeger.

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La sección dedicada a la música de los años 60 nos trae el primer gran éxito de uno de los grupos españoles de referencia de aquella época. Para muchos, con Los Brincos empezó verdaderamente el pop y el rock en nuestro país. No seré yo quien diga lo contrario.

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La lista de los años 70 viene cargada con hasta tres canciones, incluyendo el cambio de número uno que viene de la mano de la “Misa Campesina Nicaragüense”. Junto a ella un éxito de uno de los reyes del “fenómeno fans” y algo de folk procedente del País Vasco. Todo muy completito.

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El póster central de esta semana viene cargado de música excepcional. Está protagonizado por una de las bandas más importantes del “Planeta Música” y uno de los mejores discos de su carrera, si no es el mejor. Ellos son U2 y el álbum de la semana es “The Joshua Tree”. Una doble página central para disfrutar a lo grande.

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El repaso a la lista de los 80 viene también bastante cargadito, con también tres nuevas entradas. Los chicos de Gabinete Caligari, el malogrado Black y los reyes del popurrí en español, La Década Prodigiosa, nos dejan tres de sus canciones más representativas y reconocidas. Música para todos los paladares y gustos.

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Su cautivadora voz y la magia y originalidad de su música protagonizan la sección dedicada a los años 90. Nos visita esa gran artista que es Enya.

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La lista del nuevo milenio ya nos empezaba a mostrar el apogeo de la música electrónica, como por ejemplo con la única entrada de la semana que llegaba de la mano de Fragma.

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La otra música corre a cargo de algunos casos en los que la televisión y la radio las hicieron famosas y la música demostró que su camino era otro muy distinto. Tres ejemplos prácticos nos visitan en “También es Música”.

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Todo lo que empieza tiene que acabar y como “La Graminola” siempre empieza con buena música no puede acabar de otra manera que con buena música. Recordamos una efeméride musical y a un grupo patrio que pasó de puntillas pero con buenas canciones. También nos hacemos eco de un nuevo disco hecho aquí. Lo dicho, buena música como despedida.

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

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Ya está aquí la lista de más actualidad del mundo mundial, la que contiene los temas que más se escuchan y más se venden, aunque no sean necesariamente los mejores. Esta semana presenta dos novedades en forma de entrada que vienen a aumentar el grosor de esos artistas latinos que copan el mercado musical de nuestro país. Me ronda la tentación de decir lo que todos sabéis, pero no lo voy a hacer, simplemente voy a hacerme eco de esas dos nuevas canciones que forman ya parte de la familia graminoleña.

La primera de las entradas de la semana puede considerarse como una auténtica rareza, ya que viene de la mano de uno de los reyes del reggaetón como es el portorriqueño Bad Bunny, pero moviéndose en unos registros muy distintos a los habituales. El ritmo cansino de siempre da paso en esta oportunidad a una balada en la que únicamente utliza el acompañamiento del piano.

Nos encontramos en esta ocasión a un Bad Bunny más descorazonado que nunca ofreciéndonos una balada que habla de un desafortunado desengaño amoroso. Lleva el extraño título de “Amorfoda”, que traducido del portugues significa algo así como “que se fastidie el amor”, aunque cambiando el verbo fastidiar por otro equivalente un tanto vulgar. Ya me entendéis.

Hay cosas que se me escapan y necesito vuestra ayuda para entenderlas. ¿Alguien puede explicarme como es posible que este caballero tenga en la actualidad hasta cuatro canciones situadas en nuestra lista entre colaboraciones y temas propios? Yo no soy capaz de comprenderlo, ¿y vosotros?

Lo peor de todo es que la cosa no queda aquí. La otra entrada de la semana esta protagonizada por dos artistas que proceden de Estados Unidos y Colombia y que se mueven en el mismo estilo que el “conejo malo”, compartiendo con él además el honor de ser de esos “reggaetoneros” (no sé si se dice así realmente) que colocan uno tras otro sus temas en nuestra lista. Para lo que hemos quedado.

Ellos son Nicky Jam y J. Balvin y el título de la canción que forma parte de la lista graminoleña desde el pasado día 8 de abril es “X”. Por lo visto, el videoclip ha batido no sé que récord de descargas en internet y siguen subiendo. A mí no me ofrecen nada nuevo pero parece que al resto sí, así que hagámonos eco de sus “meritos” y dejemos aquí su vídeo. Y que sepáis que seréis responsables de que sus visitas sigan subiendo, y subiendo y …

LOS PIONEROS

La sección que cada semana dedicamos a los “padres de la música” viaja en el tiempo muy hacia atrás para colocarnos en la década de los 40 y los 50 de la mano de un auténtico genio de la música que trascendió más alla de su carrera como músico ya que siempre estuvo involucrado en temas sociales enfrentándose con los políticos de cada momento por su fervor a la hora de defender los derechos de los más oprimidos y lanzar un mensaje antibelicista, convirtiéndose en uno de los músicos más aclamados por el fenómeno hippie y una referencia para muchos de los grandes rockeros que se convertirían en los grandes ídolos musicales norteamericanos algunos años después. Estoy hablando del señor Pete Seeger.

Seeger era un auténtico desconocido para gran parte del público europeo a pesar de que todos habíamos escuchado en muchas ocasiones algunas de sus canciones en boca de otros artistas sin saberlo. Sería en el año 2006 cuando muchos conocerían su verdadera historia cuando el mismísimo Bruce Springsteen decidió rendirle un merecido tributo publicando un disco titulado “We Shall Overcome” en el que versionaba de una manera magistral un puñado de las mejores canciones de Seeger, un personaje único como artista y como icono revolucionario.

Así pues vamos a repasar tres de sus mejores canciones cada una de las cuales esconde alguna historia interesante, porque si algo caracterízó a Seeger fue la de no dar puntada sin hilo además de no dejar indiferente absolutamente a nadie. Vamos a por ellas.

WE SHALL OVERCOME

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Seeger mostró durante toda su vida un compromiso total en defensa de los derechos humanos, de oposición a las guerras y de la igualdad entre negros y blancos, algo que ponía de manifiesto cada vez que componía una canción o cogía su guitarra. Este comportamiento le acarrearía muchos problemas siendo investigado, yo diría más bien que acosado, por el “Comité de Asuntos Antiamericanos” que perseguía a todos aquellos que tenían un comportamiento que se alejaba de las pautas que marcaban los políticos estadounidenses de aquella época. Estados Unidos presumía de democracia pero perseguía a cualquiera que no opinase como estaba establecido.

Llegaría a ser condenado a un año de prisión y fue censurado durante casi dos años prohibiéndose la emisión de su música en cualquier cadena radiofónica de los Estados Unidos. Esto no hizo sino acrecentar su lucha por todo lo que el consideraba justo, convirtiéndose años después en un auténtico icono del movimiento hippie que acogió sus canciones como verdaderos himnos de sus creencias.

Una de sus canciones más populares sería “We Shall Overcome”, inspirada en una canción de góspel que Seeger adaptaría debidamente para convertirla en una canción de protesta y en el himno del “Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos”. Una espectacular balada, emocionante hasta decir basta, que es un canto a la lucha por los derechos humanos utilizada en un sinfín de manifestaciones, mítines y campañas tanto políticas como sociales.

BRING ‘EM HOME

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Como era de esperar, su figura y sus reivindicaciones fueron creciendo con el paso del tiempo. Su música que en los primeros años de su carrera estaba llamada a recuperar el sonido tradicional americano y mostrar a todos sus compatriotas la musica que hacían sus antepasados, terminaría evolucionando hacia una especie de canción protesta más que evidente. De cualquier modo, la calidad de sus composiciones era excepcional por lo que al margen de ideologías su legado empezaba a mostrar visos de convertirse en fuente de inspiración de muchos de los que vinieron después. Y así fue.

Como era de esperar, sus canciones pronto entraron en el terreno antibelicista por lo que en los años 60 muchos de sus temas trataban sobre las distintas guerras en las que su país estaba inmersa, sobre todo, claro está, la Guerra de Vietnam.

De esta manera surgiría “Bring ‘Em Home”, otra de sus composiciones más representativas en la que pedía el regreso de los soldados que habían sido enviados a Vietnam, algo que volvió a acarrearle problemas con las justicia y con parte de la sociedad norteamericana que veía con buenos ojos lo que su país estaba llevando a cabo en aquella famosa y maldita guerra. Ni que decir tiene que a partir de este momento se convertiría en un auténtico himno que sonaría en cualquier reivindicación antibelicista que se llevara a cabo en Estados Unidos y en muchos otros sitios.

PAY ME MY MONEY DOWN

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Entre sus reivindicaciones no podía faltar de ninguna manera el apoyo a los norteamericanos de raza negra que sufrían en sus carnes de manera más evidente la desigualdad y la lacra del racismo. Seeger también se convertiría en adalid de su causa y muchas de sus composiciones tratarían este tema. Si tenía pocos frentes abiertos, el apoyar a los negros en la lucha por la igualdad de derechos traería consigo continuas campañas de desprestigio hacia su persona y un sinfín de boicots a sus conciertos y sus discos, sobre todo en los estados sureños de los Estados Unidos.

Entre su amplia discografía hay una canción que reivindica precisamente estos derechos y que además es mi preferida. Una canción que cantaban los estibadores negros que trabajaban a prinicipios del siglo pasado en los puertos de los estados del sur, mientras eran explotados y esclavizados. Seeger la transformó en una espectacular canción reivindicativa y en uno de sus grandes clásicos. Su título es “Pay Me My Money Down”.

Durante mucho tiempo, Pete Seeger fue un cantante casi clandestino y muchos lo consideraban como un simple personaje subversivo más cercano a la política revolucionaria que a la musica, pero lo cierto es que sus composiciones además de contener letras que levantaban ampollas mostraban una calidad excepcional, no pasando desapercibido para muchos jóvenes que después de escuchar sus canciones decidieron dedicarse a la música insipirándose en su manera de componer. Por este motivo es obligado darle las gracias por habernos dejado un legado tan importante.

LISTA DE LOS AÑOS 60

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Tras abrir boca con uno de los pioneros más reivindicativos que podemos encontrarnos, iniciamos el repaso habitual a las listas graminoleñas y para ello viajamos hasta el 7 de abril de 1968, día de estreno de nuevo ránking aunque no registrara ninguna nueva entrada, por lo que tendré que tirar de cierta imaginación y de mis archivos para no dejaros bajo ningún concepto con al menos un tema de la década de los 60. Dejadme pensar un poco … ya lo tengo.

El hecho de que haya confeccionado mis listas desde el año 1966 condiciona a algunos de los más grandes artistas que publicaron con anterioridad a esas fechas muy buenas canciones. Evidentemente uno de los más afectados son The Beatles, ya que nos hemos quedado sin encontrarnos en las listas sus temas históricos de los primeros años de carrera pero hay muchos casos más. Ya que hablo de ellos quiero poneros hoy una canción de un grupo español que al ser publicada en el año 1964 no hemos podido saborear como merece. Además, los chicos que formaban parte de ese grupo patrio eran considerados los “Beatles Españoles”, por lo que todo tiene relación. Muchos ya sabréis que estoy hablando de Los Brincos.

En aquellos tiempos, las casas discográficas promocionaban a distintos artistas que de inmediato se convertían en una versión española de lo que triunfaba más allá de nuestras fronteras. De esta manera, el Dúo Dinámico se creaba a imagen y semejanza de The Everly Brothers, nacián los Pekenikes como alter ego español de The Shadows o cuatro jóvenes que iban a marcar el futuro del pop español como Los Brincos se convería en un vivo reflejo de los cuatro de Liverpool.

El grupo inicialmente estaba formado por Fernando Arbex, ex-componente de Los Estudiantes, Antonio Morales “Junior” ex-miembro de Los Pekenikes, Juan Pardo, quien había pasado con anterioridad por ambas bandas, y Manuel González, el único que no tenía experiencia musical hasta ese instante. Los cuatro juntos iban a revolucionar totalmente el pop español de aquella época y hacer que el rock en español empezara a calar entre el público joven de nuestro país.

Su carta de presentación fue un tema que mezclaría de alguna manera sonidos puramente españoles con los ritmos del rock & roll que se estaba abriendo camino. Un inicio con guitarra española y algún “olé” que dan paso al sonido de las guitarras eléctricas y una serie de frases que se conviertieron en un clásico como “si me preguntas a dónde voy / y si tú quieres saber quien soy / piensa que es fácil de adivinar / que yo soy yo …” Que pena no haber podido confeccionar las listas desde antes de 1964, a buen seguro que este tema habría llegado bastante alto. Su título es “Flamenco”.

LISTA DE LOS AÑOS 70

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Nos situamos ahora en el 8 de abril de 1978 para disfrutar de tres de las canciones que conformaban la lista graminoleña que estrenábamos ese día. Disfrutaremos de las dos nuevas entradas que se producían en ese momento y recordaremos una canción que ya ha pasado por nuestra revista, concretamente en el primer número que se publicó el pasado 30 de noviembre, ya que también se producía el cambio del número 1. Vayamos con estos tres temas sin más dilación.

Tras 3 semanas de ocupar el puesto más alto de la lista, Baccara y su “Yes Sir, I Can Boogie” cedían el paso a Elsa Baeza, quien se convertía en la dueña del nuevo número uno de la lista graminoleña con el que puede considerarse el mayor éxito de toda su carrera, una canción que como ya os comente en su momento fue compuesta por Carlos Mejía Godoy para su Misa Campesina Nicaragüense y que tendría una espléndida acogida en España, conviertiendo a Elsa e uno de los artistas más populares de aquella época.

Una vez homenajeado debidamente el nuevo número uno de la lista graminoleña de los 70, vamos con las dos nuevas entradas que presentaba aquel 8 de abril de 1978. La primera de ellas llega de la mano de un joven cantante español que acababa de debutar apenas hacía seis meses con la publicación de su primer disco y que se había convertido en un auténtico ídolo de las adolescentes de nuestra país dentro de lo que se denominó “fenómeno fans”, que se encontraba por aquella época en su máximo apogeo.

Apadrinado por Camilo Sesto, quien le había compuesto alguna de sus primeras canciones, Miguel Bosé irrumpió en el panorama musical español como un auténtico torbellino, convirtiéndose en uno de los artistas más populares y de mayor proyección del momento. Lo que muy pocos podía imaginarse, creo que incluído él mismo, es que iba a convertirse con el paso de los años en uno de nuestros iconos a nivel musical. Vamos, que la cosa acababa de empezar y lo mejor estaba por venir.

Su album de debut, titulado “Linda”, estaba obteniendo unas ventas espectaculares y las canciones que lo integraban se movían sobre todo en el terreno de la música romántica y las baladas. Con ellas conquistaría el mercado español y con una de esas baladas entraría en lista aquel 8 de abril de 1978. Se trata de “Amor mío ¿Cómo Estás?”, un tema romántico interpretado con su inconfundible estilo y que nos visitaría durante 31 semanas para alcanzar como mejor registro el puesto número 8. Buenos números.

La segunda entrada de aquella semana nos llega desde el País Vasco y venía a demostrar que las cosas estaban cambiando con la recién estrenada democracia. Y es que era impensable hacía apenas tres o cuatro años que un tema compuesto e interpretado en euskera pudiese colocarse entre los más vendidos de nuestro país y el grupo que viene a continuación lo consiguió, ademas de entrar en nuestra lista, claro está.

Oskorri ha sido uno de los grupos más importantes de la música interpretada en euskera de todos los tiempos, logrando una gran popularidad y buenas ventas con todos sus discos sobre todo en su tierra. Su nombre significa “Atardecer Rojo” y con un sonido basado en las raíces de la música tradicional vasca, aderezada siempre con algunos toques de otros estilos que les permitieron tener un sonido propio y único, lograron con su segundo álbum un éxito no conseguido hasta ese instante, vendiendo muchos ejemplares no solamente en Euskadi sino que también en el resto del país.

Ese segundo álbum llevaría el título de “Mosen Bernat Etxepare”, poeta vasco que fue el autor del primer libro que se publicara totalmente en Euskera. De él se extraería como sencillo el tema “Lantzeko Ahauteriak” que nos acompañaría en la lista durante 6 semanas para alcanzar el puesto 33. No son unos número extratosféricos pero situándonos en el contexto de la época puede considerarse como un auténtico hito dentro de la historia de la música española.

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Hay bandas que gracias a sus trabajos y, sobre todo, a sus éxitos, terminan estando por encima del bien y del mal y hagan lo que hagan, por disparatado que pueda ser, siguen siendo consideradas únicas. La que protagoniza el póster central de “La Graminola” en el día de hoy es uno de esos grupos que nos visita para que desmenucemos y disfrutemos a lo grande del que para muchos, entre los que me incluyo, es su mejor disco. Hablo de U2 y su inimitable “The Joshua Tree” publicado en el año 1987.

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Lo primero que hay que comentar sobre este disco es el porqué del título, ya que tiene su historia detrás. La gran mayoría de los discos que los artistas van publicando llevan títulos que no son un capricho y en muchas ocasiones son distintos de los que se había pensado en un primer momento. Algo parecido es lo que sucedería con este trabajo, ya que una simple casualidad a la hora de hacer fotografías que encajaran con el título que se había escogido provocaría que finalmente fuese cambiado al que todos conocemos.

El disco iba a llevar el título de “The Desert Songs” y pensaron que lo mejor para ilustrar la portada del disco sería hacer alguans fotos en el desierto de Mojave en California. Allí descubrieron la existencia de los árboles de Joshua, unas plantas resistentes que sobrevivián con sus troncos retrocidos en dicho desierto. Por si fuera poco, estos árboles tenía detrás de ellos una historia pseudoreligiosa que contaban los mormones de aquellas tierras. Todo esto atrajo tanto a Bono que decidió que el disco tenía que llevar el nombre definitivo de “The Joshua Tree”.

Cualquiera de las canciones que forman parte de este álbum tiene una calidad excepcional, pero además todas ellas tiene alguna historia detrás, bien por lo que cuentan, bien por la manera en que fueron concebidas, bien por como fueron grabadas. En el caso del tema que abre el disco, uno de sus clásicos y una grandísima canción, confluyen todas estas circunstancias.

Se trata de una canción que el grupo escribió con el objeto de criticar una creencia bastante arraigada en su Irlanda natal. Hemos de situarnos en el contexto temporal del momento, con un conflicto en el Ulster que se encontraba en su peor momento. Con la religión como fondo, se tenía la creencia de que dependiendo de la calle en donde uno vivía se identificaba perfectamente la religión que practicaba. Esta circunstancia iba a dar lugar a una de las mejores canciones de su carrera y al tema que iba a abrir el álbum.

Para desmitificar esta creencia escribieron una canción en la que las calles no tenían nombre, o lo que es lo mismo, da lo mismo el lugar donde vivas, lo importante es lo que seas. Supongo que ya os habréis imaginado que me estoy refiriendo a “Where the Streets Have no Name”, una composición con un inconfundible principio y que a la hora de la grabación del correspondiente videoclip estuvo cerca de originar un grave problema de orden público.

Para la grabación del vídeo quisieron rendirle tributo a The Beatles y se subieron a la azotea de una licorería desde donde comenzaron a tocar la canción. Poco a poco empezó a correrse la voz de lo que estaban haciendo y la gente comenzó a acudir en masa ante el enojo de la policía que tenía serios problemas para contener a sus fans. Finalmente las autoridades decidieron poner fin a esa improvisada actuación, aunque les daría tiempo a tocar cinco de sus canciones más conocidas además del nuevo tema. Eso es empezar a lo grande.

U2 es uno de esos atípicos casos de bandas con un recorrido muy largo y que siempre han presentado la misma formación sin que en ningún momento se haya producido el más mínimo cambio en sus filas. Es como esos equipos de fútbol históricos de los que somos capaces de recitar de un tirón su alineación titular. Hablar de U2 nos trae de inmediato los nombres de Bono, The Edge, Larry Mullin Jr. y Adam Clayton y si a eso le sumamos que las labores de producción de este disco corrieron a cabo del mismísimo Brian Eno no es de extrañar que consiguieran el éxito y la repercusión que obtuvieron.

El inicio del disco es espectacular y las primeras cuatro canciones pueden decirse que constituyen la banda sonora de una generación. El segundo tema que aparece en el álbum es uno de los más celebrados del público ya que cuando era interpretado en directo obtenía una aceptación extraordinaria. Una canción mágica en su versión de estudio y que interpretada en directo superaba todas las expectativas.

Me estoy refiriendo a “I’m Still Haven’t Found What I’m Looking For”, una maravillosa canción con una letra que no hace sino contarnos la situación en la que el grupo se encontraba en ese momento. Atravesaban una pequeña crisis de identidad y las relaciones entre ellos se habían deteriorado un poco. Les estaba resultando bastante complicado asimilar el tremendo éxito que estaban cosechando y los problemas crecían. Sin embargo, como en tantas y tantas ocasiones ha sucedido, justo en el momento en que incluso parecía correr peligro la continuidad del grupo fueron capaces de sacar lo mejor de sí mismos y obsequiarnos con canciones como ésta que les centrarían definitivamente.

Como os digo, esta canción lo tiene absolutamente todo. Su letra habla de que todavía no han encontrado lo que estaban buscando, aunque tras el éxito de este disco podría decirse que por fin lo habían encontrado, pero es que además su melodía es una maravilla. Para componerla le dieron ciertos toques de góspel que les llevaría a interpretarla en sus conciertos acompañados de un magistral coro, dándole un giro a su sonido cercano a la perfección. La versión con estas premisas que incluirían en su disco “Rattle and Hum” es una auténtica joya.

Está claro que existe un antes y un después tras la publicación de este disco. Gran parte de culpa de este salto definitivo hacia la cima lo tiene la tercera canción del disco que fue publicada como primer sencillo y que de manera inmediata se convertiría en su tema más representativo y el que mayor éxito les haya proporcionado. Es un poco arriesgado decir que es el mejor tema de toda su carrera pero si no lo es cerca le anda.

Efectivamente hablo de “With or Without You”, una espectacular balada que es santo y seña dentro de la carrera de U2. Una canción que estuvo cerca de quedarse en el camino ya que no encontraban la fórmula definitiva para grabarla. Estuvieron dándole vueltas y vueltas con los arreglos, con el sonido de la guitarra y el bajo y los resultados no acababan de convencerles. Un golpe de suerte daría un radical giro a la situación. The Edge, que se había convertido en uno de los guitarristas de referencia del momento, recibió como regalo el prototipo de un nuevo tipo de guitarra y con ella se metio en el estudio para grabar de nuevo esta composición. Por fin dieron con la tecla y quedaron satisfechos con el resultado de tal modo que no solamente sería incluída en el álbum sino que sería el primer sencillo. Rectificar es de sabios … y a veces de afortunados.

Mucho se ha especulado sobre lo que realmente quiere decir la letra de esta mítica canción. Algunos afirman que habla sobre una relación amorosa rota, otros de un tema religioso. Lo cierto es que el propio Bono, su creador, siempre ha mantenido que no la compuso pensando en nada en concreto y que quiere decir lo que cada uno crea en cada momento. Yo prefiero pensar que su letra habla de un tema puramente romántico, creo que es el que mejor le encaja.

A continuación, cerrando lo que podía considerarse como el póker central del disco, llega una de las canciones más reivindicativa de todo el álbum. De todos es sabido que a lo largo de su carrera siempre han incluído en sus discos canciones que llevaban un mensaje social claro y en muchas ocasiones grandes críticas hacia los políticos. “The Joshua Tree” no iba a ser una excepción en gran medida por la involucración manifiesta que Bono estaba empezando a tener en colaboración con distintas asociaciones internacionales que defendían distintas causas.

Bono acababa de visitar Nicaragua y El Salvador invitado por “Amnistía Internacional” y regresaría bastante concienciado de la situación que allí se vivía en aquel momento. Esto daría lugar a la composición de la canción más descarnada de todo el álbum, titulada “Bullet the Blue Sky”, una crítica feroz a las superpotencias, sobre todo a Estados Unidos, por sus políticas exteriores de crear continuos conflictos bélicos velando únicamente por sus intereses políticos. Un sonido descarnado para una letra descarnada.

Con el paso del tiempo esta cancion se ha ido convirtiendo en un canto antibelicista, siendo utilizada asimismo en campañas contra la venta y uso indiscriminado de armas en Estados Unidos, un tema tan de actualidad en los últimos tiempos.

U2 siempre han mostrado mucho interés en causas sociales, algo que se ha visto reflejado en sus letras, alguna de las cuales no eran meras involucraciones sino que hablaban de sus vivencias personales. La canción que llega a continuación es una de esas composiciones en las que además de denunicar poco menos que narran lo que ellos mismos han vivido.

Durante su juventud y durante los primeros pasos de su carrera habían vivido en su siempre querida Dublín tiempos bastante conflicitivos y complicados. No solamente por temas políticos de todos conocidos sino también por una lacra que durante aquella época estaba asolando de una manera desproporcionada a tantos y tantos muchachos de su edad: las drogas.

Muchos fueron los amigos y conocidos que cayeron en las garras de la heroína y se fueron quedando en el camino por lo que decidieron componer una canción en la que hablaran de todo lo que habían visto. Su título sería “Running to Stand Still” y es una sencillísima balada en la que Bono se muestra en todo su esplendor con el simple acompañamiento de una guitarra acústica y el piano, creando una atmósfera muy apropiada para una desgarradora letra.

No acaban aquí las canciones con mensaje, ya que la que llega a continuación también narraba un acontecimiento que tuvo lugar en Gran Bretaña tres años atrás. Cualquier colectivo que se moviera, cualquier causa que les llamara la atención tenía de inmediato reflejo en sus discos, y en el caso de “The Joshua Tree” lo haría de una manera casi continua.

En el año 1984, el sindicato de mineros del carbón convocaría una huelga brutal y larguísima que puso patas arriba y cerca estuvo de llevarse por delante al gobierno de la “Dama de Hierro” que fue Margaret Thatcher”. Como no podía ser de otra manera, ellos se harían eco de todo lo acontecido componiendo una canción que loaba las andanzas de aquellos mineros que no pararon hasta lograr lo que ellos consideraban justo.

Y lo harían de nuevo a golpe de balada con “Red Hill Mining Town”, una canción que en un principio iba a ser uno de los sencillos del álbum, concretamente el segundo, del que se llegaría a grabar el correspondiente videoclip pero que finalmente no sería publicado como tal ya que los resultados tanto del vídeo como del sonido que mostraban no acabó de convencerles. Demasiado perfeccionismo porque a mí me parece una maravillosa canción y un vídeo sencillo pero que encaja perfectamente en lo que se cuenta.

Muy pronto se darían cuenta de que las cosas habían cambiado con la publicación de este disco. Su fama creció como la espuma, las portadas de las revistas especializadas se hacían eco tanto del álbum como de su gira en la que agotaban las entradas de todos sus conciertos a una velocidad meteórica. Habían nacido unos nuevos U2, más medíáticos, más espectaculares, más fenómeno de masas que nunca. Era el definitivo principio del camino al estrellato más absoluto.

De lo que no cabía ninguna duda tampoco es que en este álbum las letras de sus canciones no daban puntada sin hilo y aprovechaban la ocasión para criticar todo aquello que no les gustaba, algo que se haría bastante habitual a partir de ese instante. Uno de los temas recurrentes a la hora de dar palos a diestro y siniestro eran los Estados Unidos, tanto en lo que respecta a sus políticos como a la sociedad norteamericana en su conjunto.

Esta feroz crítica hacia USA la plasmarían en una canción de una calidad descomunal como es “In God’s Country”, que muestra un sonido espectacular con The Edge haciendo de las suyas. En ella empiezan adulando a los norteamericanos por haber sido capaces de crear un país en un desierto a base de tesón y esfuerzo (la zanahoria), para de manera casi inmediata decir que en la actualidad aun siendo el país más evolucionado y poderoso del mundo siguen viviendo en un desierto ya que su sociedad ha perdido todos los valores (el palo). Ya os digo, ni una puntada sin hilo.

Con este disco recibieron las mejores críticas de su carrera hasta ese momento, siendo una de las cuestiones más elogiadas la de que se habían convertido en unos grandes músicos, que habían crecido y madurado y tocaban mejor que nunca. Siendo esto cierto podría decirse que lo mejor estaba por venir ya que ellos mismos siempre han dicho que cuando grabaron este álbum todavía no habían alcanzado su mejor nivel como músicos, algo que llama poderosamente la atención ya que está considerado como un trabajo fundamental y mítico en su trayectoria y sin el cual nunca habrían alcanzado las cotas que lograrían a partir de ese instante.

Si acaso, por ponerle algún pero, la única crítica que recibirían sería sobre la elección del orden de las canciones y la poca uniformidad en su conjunto que éstas presentaban. Daban saltos de una balada a un ritmo más trepidante y en ningún momento se encontraba un nexo al que sujetarse. Ni falta que hacía, que queréis que os diga, la música sonaba como nunca y lo de menos era en que orden lo hacía.

Esta especie de “mini-crítica” afectaría sobre todo a la canción “Trip Through Your Wires” que es la que menos encaja con el resto de las que se incluyen en el disco. Muestra un sonido que casi nos sitúa en las desérticas carreteras del sur de los Estados Unidos, algo que por otra parte no debe de extrañarnos ya que el álbum se basa fundamentalmente precisamente en la idea del desierto americano. De hecho toma su título de uno de estos parajes, así que después de todo quizás encaja más de lo que nos pensamos.

Aunque este álbum no puede considerarse un trabajo conceptual, sí que existe una especie de nexo de unión entre la mayoria de las canciones que lo dotan de cierta uniformidad. Ese nexo es “el desierto”, que por momentos parece inspirarlos y ya sea de manera metafórica o de manera esplícita termina por convertirse en el verdadero hilo conductor.

El desierto protagoniza la siguiente canción del álbum y de nuevo un árbol sirve para hablar de más vivencias personales. Su título es “One Tree Hill” y hace alusión al último árbol que quedaba en pié de una torre volcánica de Nueva Zelanda, país en el que este tema tuvo un acogida espectacular.

De nuevo nos encontramos ante una canción que sirve para recordar a un amigo íntimo de Bono que falleció un año antes en un accidente de moto y al cantautor chileno “Víctor Jara”, cuyos versos siempre sedujeron al vocalista de U2. Como vemos, nuevamente empezamos hablando de un árbol para terminar rindiendo tributo a personas y personajes que han marcado las vidas de alguno de los componentes de la banda.

Poco a poco nos vamos acercando al final del disco y llega el momento de la rareza, del experimento, de la canción que sorprende y que en un principio no estaba prevista y que finalmente sería incluída como la penúltima en aparecer en el álbum. Su letra y su sonido rompen con el resto de las canciones de una manera más que evidente.

Esta canción surgió de un día de ensayos en el que The Edge y Bono empezaron a improvisar para tomarse de alguna manera un respiro. Como suele decirse, una cosa llevó a la otra y finalmente crearon una canción un tanto enrevesada y de demasiada duración, por lo que en un primer momento estaban decididos a prescindir de ella. Sin embargo, la lectura de dos libros por parte de Bono le haría volver sobre el asunto y con unos arreglos que sirvieron para acortarla y hacerla más digerible se convertiría en el gran capricho de “The Joshua Tree”.

Un libro de Norman Mailer y otro de Truman Capote, ambos protagonizados por un asesino en serie, inspirarían a Bono para crear una letra tétrica y trágica que encajaba a la perfección en el sonido de esta canción que era más oscuro, más lángido, más estremecedor. El resultado final sería esta inquietante “Exit”.

Ya solamente quedaba cerrar el disco e iban a hacerlo a lo grande. El último tema del disco iba a convertirse en uno de los preferidos por el público en sus actuaciones en vivo tanto por su composición en sí como por el significado que tenía gracias a una letra que, como no podía ser de otra manera, servía para denunciar una vez más las injusticias que sufrían algunos países sudamericanos y darle el correspondiente palo nuevamente a los Estados Unidos. Además es una canción grande de principio a fin.

Como ya os he ido comentando, cualquier causa que ellos vieran que era de justicia defender tenía cabida en sus discos y era cuestión de tiempo que uno de los asuntos más turbios sucedidos en ese maravilloso país que es Argentina llamase su atención. Bono se interesó de inmediato por las famosas “Madres de la Plaza de Mayo” que no han parado de denunciar la desaparición de sus hijos durante la dictadura militar en ese país. Además, durante el viaje que os comentaba al principio que realizó a El Salvador y Nicaragua contactaría con una organización salvadoreña muy similar que atiende al nombre de “Comadres” y pelea por las mismas causas. Desde ese momento comenzó a fraguarse la espectacular canción que iba a servir como broche de oro para “The Joshua Tree”.

Si hay una canción que muestra con exactitud lo que son U2, o al menos lo que eran en aquel momento es “Mothers of the Disappeared”, un tema que defiende una causa justa y la lucha contra la crueldad de los mandatarios de muchos países con un sonido que te conquista desde el primer momento. Una calmada y larga parte instrumental sirve como introducción a una segunda parte en la que con un sentimiento profundo y una letra desgarradora y ácida denuncian las fechorías cometidas sobre los hijos de esas mujeres. Muchos lo calificaron como un himno de la defensa de los derechos humanos y no les falta razón.

Un disco tan bueno como éste tenía que cerrarse de manera grandiosa y ellos supieron hacerlo. Está claro que todas y cada una de las canciones que integran “The Joshua Tree” son auténticos clásicos no solamente de su carrera sino de la historia de la música de los últimos años. Gracias a este disco, U2 darían ese enorme salto que les convertiría en una banda de referencia y en los auténticos reyes de los macroconciertos. A partir de aquí se transformarían en una de las bandas más grandes, si no en la más grande.

Por hoy cerramos nuestro póster, pero en siete días desplegaremos uno nuevo que pondrá a tono nuestros oídos. Prometido queda.

LISTA DE LOS AÑOS 80

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

Retomamos ya el recorrido por las listas graminoleñas de distintas épocas y nos situamos en el día 10 de abril de 1988, momento en el que estrenábamos nuevo ránking semanal en el que se producían tres nuevas entradas, de las que vamos a disfrutar de manera inmediata, porque cada una a su manera tiene su importancia.

La primera de estas entradas estaba protagonizada por uno de los grupos más importantes de nuestro pop que en aquella última parte de la década de los 80 se encontraba en su mejor momento e iba a cosechar el mayor éxito de toda su carrera. Ellos son Gabinete Caligari con el carismático Jaime Urrutia a la cabeza y habían conseguido lo que vulgarmente se denomina un tremendo “pelotazo” con la publicación de su disco “Camino Soria”.

Con este disco se mostrarían como un grupo más hecho, mostrando mejores arreglos y una música de mayor calidad. Habían ido siguiendo su camino pasito a paso y por fin habían conseguido convertirse en una banda importante en el panorama musical español. Su consagración definitiva vendría con este disco sin ningún lugar a dudas, uno de los más importantes de la historia del pop ochentero en España.

El disco fue grabado como un trabajo conceptual e inicialmente iba a llevar el título de “Camino Cuenca”, que dicho así suena raro, pero finalmente los versos de Machado y Becquer les harían cambiarlo. Ese día entraba en nuestra lista la canción que da título al disco, que se convertiría en todo un acontecimiento y está considerada como la más significativa e importante de su carrera. Con ella no solamente consiguieron un éxito sin precedentes sino que demostraron a todos que eran capaces de hacer buena música, más allá de canciones divertidas y para disfrutar, situándose entre los grupos más importantes de la música pop española. Está claro que aquello de “Becquer no era idiota ni Machado un ganapán” caló profundamente en el publico español.

Este tema nos acompañaría durante 18 semanas para alcanzar como mejor registro el puesto número 12. Son unos resultados muy por debajo de lo que realmente merece pero Gabinete siempre han sido en lo que a nuestras listas se refiere más un grupo de álbumes que de sencillos. Para gustos, colores.

La segunda entrada de aquella semana es otra de esas canciones que está considerada como uno de los himnos de la década de los 80, además del mayor éxito de toda la carrera de su protagonista. Una composición que tiene una curiosa historia tras de sí y que no es otra que la inolvidable “Wonderful LIfe” del malogrado Black.

Su verdadero nombre era Colin Vearncombe y en un primer momento Black sería un dúo ya que contaría con el acompañamiento de Dix Dickie. Con esta formación publicarían tres discos que no tendrían prácticamente ninguna trascendencia. Dix decidiría bajarse del carro, mientras que Colin decidió seguir intentándolo, ahora como solista, conservando el nombre original del dúo. En ese momento su carrera cambiaría de manera radical.

Su primer disco en solitario llevaría el título de “Wonderful Life” y la canción que le da título se convertiría en el primer gran éxito de su carrera y el que le catapultaría hacia la senda del éxito. Su historia tiene su aquel. Indudablemente todos conocemos a Black precisamente por este tema, pero lo cierto es que la canción fue incluída en el disco a última hora y como relleno, ya que había sido publicada un par de años atras como sencillo con más pena que gloria. Eso sí, en esta ocasión se introdujeron algunos arreglos que serían fundamentales para que la canción se convirtiera en un auténtico número uno.

La canción es una melodía melancólica con un principio envolvente y mágico que, a pesar de su título, habla de manera irónica de lo “maravillosa” que es la vida. Sea como fuere, “Wonderful Life” es Black y Black es “Wonderful Life”. Sin embargo, en nuestra lista tendría un paso bastante rápido, cosas de la audiencia, ya que únicamente permanecería en ella durante 7 semanas para alcanzar el top 27.

Su carrera subiría como la espuma gracias a esta canción pero se iría diluyendo también a gran velocidad hasta terminar desapareciendo prácticamente de la circulación aunque seguía ofreciendo actuaciones en vivo en plan “revival”. El 10 de enero del año 2016 sufriría un accidente de tráfico justo cuando se dirigía a ultimar detalles para una actuación. Como consecuencia de este suceso, caería en coma y fallecería el 25 de enero de 2016, eso sí, dejándonos su pequeño legado.

La última novedad en forma de entrada de la lista de la que nos estamos ocupando llegaría de la mano de un peculiar grupo que obtendría un gran éxito a base de hacernos recordar canciones de otras épocas interpretadas una tras de otra, o lo que es lo mismo, a base de “medleys” o “popurris”. Ellos son “La Década Prodigiosa”.

El proyecto contaría con un número considerables de cantantes de estudio que fueron pasando por sus filas, entre los que se encontraban gente como Paco Morales,  hérmano de Junior, o Andrea Broston, perteneciente al grupo de acompañamiento de Camilo Sesto. La mayoría de sus canciones eran popurris en los que interpretaban temas de distintas épocas y estilos aunque también se moverían en el terreno de canciones nuevas, como sucedería en el año 1988 con “Made in Spain (La Chica que Yo Quiero)”, con el que representarían a España en el Festival de Eurovision de ese año.

El tema que entraba en lista aquel 10 de abril de 1988, que permanecería en ella durante 8 semanas para alcanzar el puesto 22, llevaba el título de “Una Fiesta Especial”, tratándose de uno de sus habituales popurrís que recordaba alguna de las canciones de mayor éxito de la década de los 70 interpretadas en español. Concretamente nos hacían recordar temas como “Gloria” de Umberto Tozzi, “Super-Superman” de Miguel Bosé, “Help, Ayúdame” de Tony Ronald, “Mami Panchita” de Mochi, “Una Paloma Blanca” de Georgie Dann, “Me Gustas Mucho” de Rocío Dúrcal, “Esta Noche Hay una Fiesta” de los Valldemosa o “Saca el Guisqui, Cheli” de Desmadre 75″. Uno de tantos y tantos medleys que han formado parte de las listas graminoleñas durante tantos y tantos años.

LISTA DE LOS AÑOS 90

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

Nos situamos ahora una década después y viajamos hasta el 12 de abril de 1998 para encontrarnos con que la lista que se estrenaba ese día no contenía ninguna nueva entrada que llevarnos a los oídos. Pero que no cunda el pánico que tendremos música de aquella época, gracias a una preciosa canción obra de una artista peculiar hasta decir basta pero que hace una mágica atrayente, envolvente, mágica, original, simplemente única.

Ya os he comentado en alguna ocasión que desde el año 1983 empecé a llevar de manera paralela también una lista graminoleña de álbumes y me voy a situar en la de aquel 12 de abril para deleitarnos con el primer recopilatorio de una artista con mayúsculas llamada Enya. Acababa de publicar un disco con todos sus éxitos hasta ese momento que atendía al título de “Paint the Sky with Stars”, en el que además nos regalaba dos temas inéditos, uno de los cuales va a ser el que represente en “La Graminola” a la música de la década de los 90.

La irlandesa dio sus primeros pasos musicales en Clannad un grupo de música celta formado por varios de sus hermanos y tíos que tuvo cierta repercusión en su país y algo menos en el resto de Europa. Tras abandonar a sus familiares e inciar su carrera en solitario fue poco a poco evolucionando hacia el new age sin abandonar del todo sus raíces. Con su segundo álbum, “Watermark” lograría un rotundo éxito que la llevaría a labrarse una carrera muy productiva.

Sin duda alguna no hay ningún artista en el mundo que haga música con el estilo que ella tiene. Emplea distintas capaz de voz creadas a base de sintetizadores partiendo de la base de su maravillosa y dulce voz, logrando unos efectos únicos e inimitables. De hecho no le gusta prodigarse demasiado en directo porque es imposible ofrecer su sonido en vivo sin utilizar artificios ya que todas y cada una de las voces que aparecen en sus canciones son una única voz: la suya.

La canción noventera de hoy corre a su cargo y es uno de los dos temas inéditos que incluía en este recopilatorio. Su título es “Only If” y sería muy bien recibido ya que, sin abandonar su estilo habitual, mostraba unos toques algo más cercanos al pop que le otorgaban un cierto aire más moderno.

Ya os había dicho yo que no os ibáis a quedar sin música de los 90. Promesa cumplida.

LISTA DEL NUEVO MILENIO

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

Cerramos el repaso que semanalmente le damos a las listas de otras épocas con la que nos transporta hasta el 6 de abril de 2008 y darnos cuenta una vez más de que los tiempos estaban cambiando a una velocidad de vértigo en lo que a gustos musicales se refería. La música electrónica empezaba a coparlo todo y los DJs empezaban a adquirir una popularidad nunca antes vista. Indudablemente estábamos ante la música del nuevo milenio.

La lista de aquel 6 de abril presentaba una única entrada que nos llegaba desde Alemania con una música discotequera a más no poder y que obtendría un gran éxito primero en el centro de Europa y posteriormente en el resto del Viejo Continente. Un tema que remezclaba dos canciones bailables para convertirlas en uno de esos que se denominan “temazos”.

Todavía no nos encontrábamos en la que podría denominarse “edad de oro de la música electrónica”, pero ésta empezaba a asomar. La canción que nos ocupa hoy era obra de un grupo alemán llamado Fragma que mezclaría una de sus propias composiciones, de título “Toca Me” con un tema de Star del año 1996 titulado “I Need a Miracle”, dando lugar a uno nuevo que llevaría el título de “Toca’s Miracle”, convirtiéndose de inmediato en una de las melodías preferidas de los jóvenes para bailar. Por aquí tendría buena acogida y en nuestra lista presentaría unos número aceptables de 17 semanas y top 25.

TAMBIÉN ES MÚSICA

Recuerdo que cuando era niño y ya estaba muy interesado por el mundo de la música, escuchaba continuamente a mis padres y a mi abuela pronunciar un par de frases cada vez que salía alguien cantando en telvisión que no fuera de su gusto. Éstas eran: “Ahora canta cualquiera” o “Ahora cualquiera saca un disco”. En la mayoría de las ocasiones eran comentarios injustos pero lo pero del caso es que en algunas de ellas tenían toda la razón. Pues bien, hoy vienen a la sección de esas “otras músicas” tres temas en los que esos comentarios encajan a la perfección.

Vamos a empezar por un trío femenino que adquiriría cierta popularidad gracias a la televisión. Ya hemos visto en muchas ocasiones como este medio audiovisual ha abierto las puertas a quienes aparecen en él para introducirse en el mundo de la música, casi siempre con las mismas premisas: pupularidad gracias a ser caras conocidas, promoción desproporcionada por aparecer en ese medio, una producción de la mano de algunos de los músicos más prestigiosos de nuestro país, poco arte y un recorrido efímero y sin apenas éxito. Estas tres chicas cumplirían todos y cada uno de estos requisitos.

El trío al que me estoy refiriendo llevaría el nombre de “Acuario” y estaba formado por dos de las azafatas de uno de los programas de mayor éxito en la historia de la televisión en España, “Un, Dos, Tres, Responda Otra Vez”, y una de las animadoras que aparecía en cada programa y que años después se convertiría en la presentadora del mismo. Ésta última era Mayra Gómez Kemp, y las dos primeras María Durán y Beatriz Escudero.

Se pondrían en circulación en el año 1976 de la mano de la producción de los chicos del Dúo Dinámico y su carta de presentación sería el único tema que tendría cierta repercusión, más que nada por la novedad, y que llevaría el título tan sugestivo de “Rema, Rema Marinero”. Dicen que una imagen vale más que mil palabras pero en ocasiones un sonido vale más que un millón de ellas.

Como podemos observar, cantar lo que se dice cantar más bien poco. Un caso más de tres caras bonitas y conocidas que quieren aprovechar el tirón del momento para estirar más el chicle. De ellas, la única que realmente triunfaría sería Mayra, la primera en abandonar el grupo para continuar con una carrera televisiva más que aceptable, mientras que María prácticamente desaparecería de la circulación y Beatriz rodaría algunas películas en la época del destape para mayor lucimiento de sus curvas.

En unas aguas similares se movería la mujer que viene a continuación. Auténtica reina del destape, adquiriría una desmesurada popularidad tras la llegada de la democracia a nuestro país con sus desnudos integrales y sus espectáculos provocativos en las revistas que protagonizó. Una mujer que se convertiría en uno de los grandes iconos de la transición y que también nos “regalaría” alguna que otra canción. Estoy hablando de Susana Estrada.

Estaba claro que con su actitud y su “arte” no dejó indiferente a nadie y su comportamiento la llevaría a ser incluso denunciada en varias ocasiones por escándalo público, aunque ya os digo yo que no era para tanto, simplemente era una época en la que todavía no se permitían ciertas cosas. Muchos la tachaban de desvergonzada, que lo era, pero inteligente también e intentó agarrar el tren de la música sin demasiado éxito pero dejándonos un momento de esos que marcan.

En el año 1980 publico un sencillo que llevaría el título de “Ya Me Voy de Tu Vida” que no tendría el más mínimo recorrido, pero la canción que se incluía en la cara B daría lugar a una nueva polémica. Se trata de una versión del tema “Macho (A Real Real One” del grupo Celi Bee & The Buzzy Bunch al que la buena de Susana le daría un toque discotequero total y que interpretaría con su habitual “desparpajo” cada vez que tenía ocasión. Tratándose de ella su único momento reconocido de su carrera musical tenía que llevar el título de “Machos”.

Yo no sé vosotros pero yo me he quedado sin palabras … y sin oídos.

Para cerrar la seccion de disparates de hoy vamos con la canción y la artista menos disparatadas de las tres que nos acompañan en el día de hoy. También procede de los medios de comunicación pero en este caso no de la televisión sino de la radio y durante la primera parte de los años 80 adquiriría una gran popularidad presentando uno de los programas radiofónicos preferidos por la juventud española durante décadas y décadas: “Los 40 Principales”.

En aquellos tiempos los presentadores de los 40 eran poco más o menos que estrellas y entre ellos se encontraban gente como José Miguel Jáuregui, Luis Vaquero, Jaime Barella, José Antonio Abellán “El Baby”, que luego daría el salto a la televisión y más adelante a la prensa deportiva, Ely del Valle, que ahora presenta un programa de debate en Telemadrid, o José Antonio Luque, otro de los que daría el salto al terreno deportivo, sin olvidar por supuesto al grandísimo Joaquín Luqui. Pero entre ellos había una joven asturiana que por su manera de presentar las canciones que se emitían en la cadena SER llamaría la atención e intentaría labrarse un futuro dentro de la música.

Esta chica atendía al nombre de Rosa Chaves y recuerdo que era una admiradora casi enfermiza de Janis Joplin. Su manera de presentar era muy peculiar y he de reconoceros que a mí me ponía de los nervios, con una voz un tanto pretenciosa y un personaje imaginario que decía que le acompañaba. Pero vayamos al grano, vayamos con su incursión en el terreno discográfico.

En el año 1981 publicaría un disco en plan cantautor que si bien no contenía malas canciones tampoco era para tirar cohetes. Ella interpretaba con sensilibidad pero su voz no daba para demasiados artificios, por lo que no es de extrañar que su recorrido fuera corto y la impresión que quedara es que si llego a publicar ese disco fue por su condición de presentadora del programa musical radiofónico más mítico de la historia. Dicho de otra forma, estaba en el momento idóneo en el sitio adecuado. Como muestra de su talento os dejo una de las canciones que más se escuchó … en Los 40 Principales. Su título es “Dímelo”.

Si os digo la verdad, se me viene una frase a la cabeza para cerrar esta sección por hoy: “La verdad es que en ocasiones aquí canta cualquiera”.

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

El festival musical de hoy llega a su fin pero para despedirlo como merece vamos con la habitual contraportada con tres canciones más de las que disfrutar. Vamos, para dejar buen sabor de boca. Música de la buena, ya os lo digo.

EFEMÉRIDE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

El 12 de abril del año 1988 aparecía en el mercado un nuevo disco de esa espectacular y difícil de encasillar banda que fueron Cheap Trick. Aviso a romanticones, id preparando los pañuelos y escogiendo pareja para bailar porque viene un baladón de los buenos.

Cheap Trick “vinieron al mundo” a finales de los 70 en una época de profundos cambios en el mundo de la música. Los estilos que habían triunfado hasta ahora, los de siempre, estaban evolucionando y abriéndose a otras tendencias y muchos artistas empezaban a inventar nuevas tendencias, conviviendo todas ellas sin cruzarse unas con otras, por lo menos al principio. El rock, el punk, la new-wave, el hard-rock y muchas otras formas de hacer música viajaban por caminos paralelos.

Hasta que aparecieron ellos y rompieron todos los esquemas. Fueron capaces de moverse por distintos terrenos al mismo tiempo y encasillarles en un estilo concreto era tarea casi imposible. Eran demasiado duros para los puristas del rock y demasiado flojos para los que disfrutaban con el heavy-metal. Los que adoraban el punk les consideraban demasiado new-wave y los seguidores de los “nuevos románticos” los veían demasiado provocadores. De lo que no había ninguna duda era de que eran muy buenos.

En el año 1988 publicaron el disco que está considerado como el mejor de su carrera. Su título sería “Lap Of Luxury” y aparecería en el mercado el día 12 de abril. Con este álbum se la jugaban ya que su anterior trabajo, “The Doctor”, había sido un gran fracaso. Sin embargo supieron reinventarse y lograr un grandísimo éxito gracias a canciones como “The Flame”, una preciosa balada que a mí me encanta y me pone los pelos de punta cada vez que la escucho. Han pasado ya 30 años de su estreno y sigue siendo una maravilla.

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

Viajamos hasta principios de los 90 para recordar a un grupo con un recorrido muy corto, con una carismática y peculiar vocalista y que a mí personalmente me gustaban mucho. Su nombre era Corazones Estrangulados y el que la industria musical de nuestro país no creyera en ellos nos dejaría sin su música. Una pena.

Desde Córdoba llegaría este peculiar grupo que iniciaría su andadura en el año 1990 aunque el éxito no les llegaría hasta la publicación de su segundo trabajo en el año 1992, titulado “Tan Extrañamente Bien”, gracias sobre todo a la adquisición de una nueva vocalista llamada Eva Riquelme.

El salto que daría el grupo con la llegada de Eva sería total. Era una cantante con una imagen un tanto ambigua y una voz bastante peculiar, pero que interpretaba a las mil maravillas la música que hacía el grupo, llegando a conseguir bastante éxito con su primer single “Si Hace Falta Romper”, un tema de buen pop que se convertiría en el mayor éxito de su corta carrera.

Aunque su andadura continuaría todavía algunos años más, puede decirse que su trayectoria real es este disco y nada más. Con la marcha de Eva Riquelme del grupo y la llegada en su sustitución de Mayka Ramírez llegaría un cambio de estilo que pasaría a ser más cercano al grounge que triunfaba en aquella época y ese sería el principio del fin. Aunque tendría ofertas para continuar con su carrera en solitario, Eva abandonaría el mundo de la música trasladándose a Milán donde desarrolla una exitosa carrera como escultora.

NOVEDAD

LA GRAMINOLA – NÚMERO 20 – 12 DE ABRIL DE 2018

El indie-pop español está de fiesta ya que uno de sus grupos más representativos acaba de publicar su ya undécimo disco. La Habitación Roja vuelven a la carretera y nos dejan un disco con algunos cambios en su estilo pero con el denominador común de siempre: buenas y sencillas canciones que suenan a otras épocas más productivas para nuestra música.

De vez en cuando salen discos al mercado que me animan a pensar que los viejos y buenos tiempos pueden volver en cualquier momento y de alguna manera esto mismo han debido pensar los valencianos de La Habitación Roja al publicar su último álbum, de título “Memoria” en el que muestran sus habilidades de siempre pero con ciertos adornos modernos y antiguos a la vez. Es difícil de entender pero os lo explico de inmediato.

El sonido de sus guitarras permanece intacto pero ahora comparte el protagonismo con el de los teclados, con la intención de modernizar de algún modo sus composiciones, pero al mismo tiempo retrotrayéndose a décadas pasadas con un sonido muy tecno que recuerda la música de los 80 y los 90. Con estas premisas nos dejan un disco uniforme, fácil de escuchar y de ese pop de toda la vida que tantos y tantos buenos momentos nos ha hecho pasar.

El primer sencillo de este disco es “Nuevos Románticos” y dejan muy claras sus intenciones con ese evolucionado sonido, sin dejar de hacer una crítica a los tiempos que vivimos musicalmente hablando, ya que los “Nuevos Románticos” de siglo XXI son todas estas generaciones marcadas por las nuevas tecnologías y la música repetitiva, exhenta de creatividad y sentimiento. Como vemos la historia se repite, aunque en esta ocasión creo que hay razones para opinar de esta manera … ya me entendeis.

Por hoy ha sido todo. Como siempre, “La Graminola” ha ofrecido buena y variada música y en tan solo siete días volverá a hacerlo. Ya tenéis cita para el próximo jueves.

Hasta entonces, Graminoleños

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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