Revista Música

La graminola – número 27 – 31 de mayo de 2018

Publicado el 30 mayo 2018 por Perendengon

graminola número mayo 2018

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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música española.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

NUESTRA PORTADA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

El verano está a la vuelta de la esquina y nuestra lista de actualidad lo sabe. Llegan ritmos latinos de la mano de Álvaro Soler y la colaboración David Bisbal-Sebastián Yatra.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

En la década de los 60 el rock sentó sus bases y nos dejó un sinfín de clásicos. En la sección pionera de hoy disfrutaremos de tres grandes canciones de la mano de The Isley Brothers, The Kingsmen y The Diamonds, un auténtico lujo.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

La lista de los años 60 nos traía un cambio de lujo en el número uno y una nueva entrada protagonizada por el grupo español más internacional del momento y alabado hasta la extenuación por la crítica. Disfrutaremos de la música de Tom Jones y, sobre todo, de los inigualables Los Bravos.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

La lista de los 70 nos traslada hasta el año 1978, momento crucial en la carrera de Rocío Dúrcal que dio un vuelco total a su carrera abrazando un nuevo y arriesgado estilo. Ella protagoniza en solitario el apartado de la música de los 70 de esta semana.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Son tan grandes que ya han protagonizado en una ocasión el póster central de “La Graminola”, hoy repiten y a buen seguro que ésta no será la última ocasión en la que lo hagan. Los insuperables Fleetwood Mac protagonizan nuestra doble página central con uno de sus discos más importantes e imprescindibles: “Mirage”. Auténtica música cinco estrellas.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

La lista de los 80 viene cargada de novedades. La música de Eros Ramazzotti, Taylor Dayne, Tina Turner y los chicos de aquí al lado, The Communards, nos deja hoy una sección de lo más recomendable.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Música de calidad para el repaso de la música de la década de los 90. Nos la trae el dúo británico “Lighthouse Family” con una excepcional canción.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

El repaso a las listas graminoleñas de otras décadas se cierra esta semana con dos canciones destacadas del año 2008. Por un lado “Mago de Oz” nos ofrecen uno de sus temas más vitales, por el otro, una de las divas de la música de aquella época, Mariah Carey, nos ofrece uno de sus últimos éxitos antes de empezara a mostrar un comportamiento un tanto … errático.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

La sección de “También es Música” de esta semana es una de las más originales que he publicado hasta el momento. Tres grupos que fueron pero que no existen, que son pero que no están … Tres bandas virtuales … La verdad es que es difícil definirlas pero lo que no es ficticio bajo ningún concepto es su música. Lo mejor es que leáis, escuchéis y disfrutéis, merece la pena.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

La contraportada nos trae estilos totalmente antagónicos entre si. Disfrutaremos del tecno de Luna, del rock potente de Led Zeppelin y, sobre todo de la música de ese grande que es Loquillo que acaba de publicar recopilatorio.

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

El verano se va acercando, aunque climatológicamente hablando con tanta tormenta y tanta lluvia no lo parezca, y la lista graminoleña de actualidad se va tiñendo de sol y ritmos bailables. Si el resto del año ya es duro a base de tanto reggaetón, en el periodo estival hemos de sumarle un sinfín de canciones con ritmo latino que van a ir entrando en nuestro ránking uno detrás de otro. Esta semana son dos los que pasan a incrementar la familia graminoleña y lo cierto es que no nos podemos quejar, ha habido semanas peores, mucho peores.

La primera entrada de la semana está protagonizada por un joven cantante español cuya popularidad ha subido como la espuma en los últimos años gracias a contar con colaboradores de lujo tales como Jennifer López o Morat. Podríamos decir que se ha especializado en ritmos latinos y bailables por lo que no es de extrañar que haya estrenado una nueva canción de estas características poco antes del verano. Labor de márketing pura y dura.

El próximo mes de septiembre saldrá al mercado el segundo álbum de su carrera titulado “Mar de Colores” y como anticipo ha publicado un sencillo titulado “La Cintura” que habla de un joven que no tiene ningún salero para bailar pero a fuerza de mover la cintura va aprendiendo. Según explica él mismo se trata de una especie de tema autobiográfico ya que reconoce que sus dotes como cantante son bastante mejores que las de bailarín.

Dentro de lo que cabe, con las cosas que suena por ahí, pienso que esta canción es más que aceptable.

En una línea muy parecida llega la segunda y última nueva entrada de la semana. En esta ocasión es una colaboración entre dos artistas, uno de nuestro país y el otro colombiano que han unido sus fuerzas para lanzar un sencillo que peleará con otros muchos por colocarse la etiqueta de “canción del verano”. Ellos son David Bisbal y Sebastián Yatra.

Bisbal compuso una canción bajo el título de “A Partir de Hoy” con un ritmo más pausado y en el que la guitarra española marcaba el ritmo, pero sobre la marcha se le ocurrió que podría convertirse en un tema más bailable y con un ritmo ideal para las fechas que se nos echan encima para lo que ha contado con Sebastián Yatra, uno de los artistas vinculados al denomnado “urban latin” (que alguien me lo explique), obteniendo como resultado una canción que reune toques rumberos y latinos en su melodía. Entró en lista el pasado domingo y le auguro una larga permanencia.

El bueno de Bisbal no ha podido resistir la tentación de sacar al mercado una canción vinculada al estilo que manda actualmente en el mercado y ha manifestado que era fundamental en su carrera hacerlo. Poderoso caballero es don dinero. El sabrá, pero si esto cambia y vuelve el rock no le veo haciendo un dueto con Iron Maiden.

LOS PIONEROS

La sección que semanalmente le dedicamos a los auténticos y genuinos padres de la música moderna está protagonizada esta semana más que por los artistas en sí, a excepción de uno de ellos su recorrido tampoco fue demasiado largo, a alguna de las canciones que nos regalaron mientras permanecieron juntos, las cuales se convirtieron con el paso del tiempo en grandes clásicos que siguen sonando en las emisoras de radio y que periodicamente forman parte de las bandas sonoras de películas, series de televisión e incluso campañas publiciatrias. Tres grandes canciones, tres grandes clásicos.

THE ISLEY BROTHERS / SHOUT

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Para empezar vamos con un grupo que ostenta el récord de tiempo en activo en el mundo de la música, ya que desde el año 1954 en el que echaron a andar no han parado en ningún momento e incluso en la actualidad, más de 60 años después, siguen ofreciendo todo su talento en el escenario. Me estoy refiriendo a los míticos Isley Brothers.

Los hermanos O’Kelly, Rudy, Ronald y Vernon Isley dieron sus primeros pasos en un coro de góspel, pero pronto dieron muestras de que aquello se les quedaba pequeño, ya que su talento estaba muy por encima de esos parámetros. Eran muy jóvenes y en el año 1955 sufrieron un revés tremendo cuando el menor de los hermanos, Vernon, fallecía en un accidente de bicileta a la edad de 13 años. Sus hermanos estaban decididos a arrojar la toalla, pero con el apoyo de sus padres decidirían seguir adelante como trío, decisión que resultaría ser todo un acierto.

Poco tiempo después, los tres hermanos se marcharían a Nueva York buscando abrise camino en el mundo de la música pero sus resultados no serían los deseados. Sin embargo, en el año 1959 su situación iba a cambiar radicalmente ya que el gran Jackie Wilson se fijaría en ellos y les ofrecería el papel de teloneros para abrir sus espectáculos en directo lo que iba a significar su espaldarazo definitivo.

Cuando salían al escenario, Ronald creó una rutina consistente en exclamar “You Know You Make Me Want To Shout” antes de empezar su espectáculo lo que les llevaría a componer una canción que se convertiría en todo un clásico del rock, versionado en innumerables ocasiones, llevándoles a conseguir su primer éxito e inicicar una carrera larga donde las haya. Vibremos todos con este mítico “Shout”.

THE KINGSMEN / LOUIE LOUIE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Vamos ahora con otro grandísimo clásico que en su momento llegó cargado de bastante polémica llegando a ser investigada su letra por el mismísimo FBI intentando encontrar mensajes subliminales dentro de ella. Y es que ya sabemos que a principios de la década de los 60 el rock no estaba demasiado bien visto por los sectores más conservadores de la sociedad y mucho menos por los políticos. No tendrían mejores cosas de las que ocuparse.

La canción en cuestión es “Louie Louie”, originalmente compuesta por Richard Berry en el año 1955, un tema que presentaba un ritmo marcado por el reggae pero que no alcanzaría el éxito definitivo hasta el año 1963 cuando el grupo The Kingsmen realizara su propia versión dotándola de un ritmo eminentemente rockero, convirtiéndose a partir de entonces en uno de los clásicos más destacados del rock & roll de los 60 y que llegaría rodeado de muchísima polémica.

La historia es verdaderamente curiosa. La manera de cantar que tenía el vocalista del grupo, Jack Ely, era tan rara y original que resultaba prácticamente imposible saber lo que verdaderamente estaba diciendo, lo que llevó a a afirmar por parte de todos aquellos contrarios al rock por aquel entonces, que eran muchos lamentablemente, que las cosas que decía eran blasfemas y pornográficas, motivo por el cual hasta el FBI tomó cartas en el asunto y llegó a realizar una profunda investigación que, como no podía ser de otra manera, no lograría probar en absoluto esas aseveraciones.

Una vez más, la polémica y el veto a que se vio semetida esta canción serían las circunstancias que la terminarían catapultando hacia el éxito total primero y a convertirla en un clásico del rock con el paso del tiempo. En un primero momento el tema estaba pasando bastante desapercibido, pero cuando la emisora radiofónica por excelencia en los Estados Unidos la calificó como la peor grabación de la semana y la descalificó por su supuesta letra indecorosa lograría el efecto contrario al pretendido y en ese mismo instante repuntaría en las listas de éxito del país convirtiéndose en uno de los éxitos más grandes de aquel año 1963.

THE DIAMONDS / LITTLE DARLIN’

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Para cerrar la sección pionera de esta semana vamos a viajar hasta Canadá para disfrutar de un clásico del “doo wop” que llegó a lo más alto de las listas norteamericanas de la mano de un grupo llamado The Diamonds. Y es que este estilo no era único y exclusivo de artistas estadounidenses como pudiera pensarse.

Este gran clásico no es otro que “Little Darlin”, composición del año 1957 escrita por Maurice Williams pero que no lograría el éxito definitivo hasta dos años después versionada por los citados The Diamonds, superando con creces la versión realizada en su momento por The Gladiolas. La manera de interpretarla llamaría profundamente la atención del público ya que el vocalista principal mostraba registros graves y agudos prácticamente sin solución de continuidad, dejándonos una auténtica genialidad.

Os contaré una curiosidad sobre este grupo que no hace sino mostrarnos claramente cuan distinta era la industria discográfica en los años 60 y 70. Su trayectoria tendría lugar entre los años 1956 y 1962 pero no llegarían a publicar ni un solo álbum, toda vez que por aquel entonces funcionaba mucho mejor la publicación de sencillos. No sería hasta el año 1982 cuando por fin aparecería en el mercado un larga duración de The Diamonds que, como no podía ser de otra manera, era un recopilatorio de las grabaciones realizadas durante su periodo de actividad. Cosas de pioneros.

LISTA DE LOS AÑOS 60

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

No abandonamos los mágicos años 60, época en la que los tres grupos que han protagonizado la sección de “Los Pioneros” desarrollaron de manera más exitosa su carrera, ya que ahora nos hacemos eco de las novedades que presentaba la lista graminoleña de hace 50 años, por lo que nos situamos en el 27 de mayo de 1968 para disfrutar del cambio en el número 1 y de la nueva entrada que se producía en aquel momento.

Tras 4 semanas en todo lo alto, Pic-Nic y su “Cállate Niña” cedía el testigo en el número 1 a un asiduo de nuestras listas en aquella época como era Tom Jones, logrando colocarse en los más alto gracias a una canción romántica a más no poder como era “I’m Coming Home” de la que ya nos hicimos eco hace unos tres meses con motivo de su entrada en lista el 18 de febrero de 1968. Así que no queda más que disfrutar del vozarrón del “Tigre de Gales”.

Vamos ahora con la única entrada que presentaba la lista de aquella semana, protagonizada por el posiblemente mejor grupo español de la década de los 60 junto a Los Brincos, cuya proyección internacional estaba llevándoles a alcanzar gran repercusión más allá de nuestras fronteras. Me estoy refiriendo a Los Bravos.

La calidad de su música y el grandísimo carisma de su indiscutible líder, Mike Keneddy, había trascendido en el mercado anglosajón y hasta en Australia se hacían eco de sus creaciones. De esta manera, la banda más destacada de aquel país en la década de los 60, The Easybeats, compondría una canción exclusivamente para ellos que iba a convertirse en uno de los mayores éxitos de su carrera. De hecho, en mi opinión y en la de otros muchos, está incluso a la altura de su mítico “Black Is Black”.

Se trata de “Bring a Little Lovin’”, una espectacular composición de una grandísima intensidad en la que Kennedy luce como siempre y en la que muestran un sonido con ciertos tintes psicodélicos que les llevarían a permanecer en la lista graminoleña durante 55 semanas para quedarse en puertas de lograr el número 1, teniendo que conformarse con el top 2. Grandísima canción.

Muchos pensarán que el detalle de que esta canción fuese compuesta para ellos por un grupo australiano no tiene la menor trascendencia, pero hemos de situarnos en el contexto de que The Easybeats fueron la primera banda australiana que logro el éxito fuera de su país y lograr varios números uno en las listas Norteamericanas. Queda dicho.

LISTA DE LOS AÑOS 70

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Viajamos en el tiempo los diez años de rigor y nos situamos en el 27 de mayo de 1978, momento en el cual estrenábamos lista graminoleña que presentaba una única nueva entrada que llegaba de la mano de una de las cantantes más importantes de nuestro país y que daba un giro radical a su carrera con la publicación de un disco con un estilo totalmente distinto al habitual, arriesgando mucho en el embite pero saliendo airosa de la situación hasta el extremo de publicar el álbum que iba a marcar definitivamente su carrera.

Estoy hablando de Rocío Dúrcal que en aquel momento contactó con el mexicano Juan Gabriel para que le compusiera unas cuantas rancheras que darían cuerpo a un nuevo álbum que llevaría el título de “Canta a Juan Gabriel” y que a pesar de ser una arriesgadísima apuesta ya que llegar a los registros que se necesitan para cantar este tipo de composiciones no está al alcance de cualquiera, iba a convertirse en uno de los acontecimientos musicales de aquel año 1978. Lo cierto es que el nivel que Rocío presenaría sería excepcional y la ayudaría a batir todos los registros de ventas de su carrera conviriéndose este trabajo en uno de los discos más importantes del momento y fundamental en su trayectoria a partir de ese instante.

El sencillo que de algún modo rompería el hielo con el público y que se iba a convertir en el auténtico termómetro de este cambión experimentado por Rocío sería “Fue Tan Poco tu Cariño” y la aceptación que tendría entre el público español y latinoamericano superaría las previsiones más optimistas. Los resultados obtenidos en nuestra lista son claramente significativos ya que permanecería en ella durante 52 semanas y llegaría a ocupar el puesto número 1.

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Todos los que seguís habitualmente este blog ya sabéis que mi grupo preferido de siempre, ése por el que bebo los vientos y con el que más disfruto escuchando música es “Fleetwood Mac.” Por eso no es de extrañar que periódicamente ocupen uno de los lugares destacados de la revista protagonizando el póster central. Ya lo hicieron hace unos meses haciéndonos disfrutar con la música de ese espectacular álbum que es “Rumours” y hoy vuelven a visitarnos con otro de sus grandes trabajos.

En esta ocasión nos trasladamos hasta el año 1982 para disfrutar a lo grande de un álbum que continene canciones inolvidables, todas ellas de una tremenda calidad, y que a mí personalmente me conquistó desde la primera escucha y de principio a fin. Hoy ocupa nuestra doble página central el inigualable “Mirage”.

FLEETWOOD MAC / MIRAGE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Lo primero que quiero hacer es pediros disculpas a todos porque desgraciadamente no podré poneros los vídeos de todas las canciones de este disco ya que por mucho que he buscado no he podido incorporar alguno de ellos a la revista de hoy por la dichosa traba de los derechos de autor. Aunque el póster estará incompleto no he podido privarme de plasmar aquí su historia y, sobre todo, su música, así que aunque no hagamos pleno sí que disfrutaremos de la gran mayoría de las composiciones que lo integran.

En aquella época era bastante habitual que los grandes artistas publicasen discos cuyo contenido era conceptual, es decir, contaban una historia y las canciones que lo componían mostraban entre sí un nexo de unión ya fuese por lo que contaban sus letras o por su estructura musical. Mirage no era un disco de estas características. De todos es sabido que las labores de composición de las canciones de Fleetwood Mac recaía a partes iguales entre Stevie Nicks, Lindsey Buckingham y Crhistine McVie, siendo cada uno de ellos un universo distinto que contaba en las labores de “pegamento” con la de  John McVie y, sobre todo, la del mítico Mike Fleetwood. Con estas premisas, su labor era concebir canciones fruto de su enorme talento y plasmarlas en sus discos para disfrute del público, sin más.

Ya os digo que el álbum es para disfrutarlo de principio a fin. Cierto es que tiene sus canciones emblemáticas, como cualquier otro larga duración, pero en líneas generales cualquiera de los temas que lo integran te llegan desde la primera escucha. El disco se abre con un tema titulado “Love in Store”, compuesto por Christine McVie, quien lleva la voz principal viéndose arropada por los coros de Nicks y Buckhingham, dándole ese toque de encanto que solamente la componentración vocal que siempre mostraban puede conseguir.

Tras la publicación de “Rumours”, una obra maestra grabada en su época más turbulenta, y “Tusk”, una especie de transición desde la música de los 70 hasta la que estaba llegando en los 80, con “Mirage” sentaban las bases de lo que iban a ser a partir de ese momento. Arriesgaron mucho con la música que introdujeron en este álbum porque eran una evolución total hacia el pop que se estaba apoderando de todo en la década de los 80, pero lo cierto es que la jugada no pudo salirles mejor. Y es que cuando hay talento triunfar a pesar de cambiar de estilo siempre es mucho más fácil.

El segundo tema del disco es una canción que yo calificaría de “mágica”. Tiene un sonido espectacular que te atrapa de inmediato y en el que el ambiente que son capaces de producir con sus instrumentos y con los coros de acompañamiento rozan la perfección.

Esta composición es obra de Buckhingham y lleva el título de “Can’t Go Back”, mostrando un maravilloso inicio en el que los teclados de Christine suenan mejor que nunca y la dulzura de la guitarra de Lindsey da paso a la armonía de la batería. Una melodía que te va atrapando en el momento en el que las chicas arropan la voz de Lindsey. Os diría que ésta es una de mis canciones preferidas de este álbum pero no voy a decirlo simplemente porque todas son igual de preferidas para mí, todas son espectaculares.

Desde hacía tiempo sus relaciones personales estaban bastante deterioradas y aunque el ambiente estaba menos enrarecido que cuando grabaron sus dos anteriores trabajos, lo cierto es que muy pocos eran los que habrían apostado porque fuesen capaces de meterse en el estudio de grabación para crear algún disco más. Si a eso le sumamos que Christine, Stevie y Lindsey venían de publicar trabajos en solitario puede asegurarse que la sorpresa de la aparición en el mercado de “Mirage” fue muy grande. Lo mejor de todo es que no solamente sería una sorpresa grande sino que también sería una sorpresa agradable.

El álbum presenta continuas variantes en lo que a estilo musical se refiere y no solamente porque se trataba de un trabajo bastante experimental en algunas de sus canciones como veremos más adelante. La creatividad de los tres compositores del grupo era tan grande y tan distinta en cada uno de ellos que según vamos escucándolas vamos sumergiéndonos en una sinfonía variable de sonidos a cada cual más genial.

Llega entonces el momento de otro cambio radical en cuanto a estilo con la siguiente canción. Ya hemos asistido a una composición de Christine y otra de Buckinngham, por lo que no es de extrañar que la que llega a continuación sea obra de esa espectacular artista que es Stevie Nicks. Ella siempre había mostrado su atracción por la música country y había dado muestras evidentes de ese gusto en algunas de sus composiciones. Así pues, el primer tema que aparece en el disco obra de su talento es una espectacular pieza con un sonido country por los cuatro costados que lleva el título de “That’s Alright”. Otra grandísima canción.

Esta canción había sido compuesta por Nicks años atrás con el objeto de haberla incluido en algún discos al margen del grupo. La versión incial tenía un toque más acústico y pausado que otra cosa y finalmente decidió darle unos cuantos cambios. Con los retoques necesarios aparecería en “Mirage” con ese sonido country inconfundible convirtiéndose en uno de los temas más originales creados por su talento.

A continuación llega otro de los momentos más espectaculares del disco, con una canción maravillosa obra de Buckingham que muestra su faceta más romántica a la par que apesadumbrada. Con los problemas de los derechos de autor no puedo incrustar el vídeo tal cual como hago hatibualmente, pero ha cambio os dejo el enlace a una página web en la que podéis disfrutar de él. Ya os digo que merece mucho la pena.

Sobre esta canción os diré que se trata de la enésima ocasión en la que Buckingham pasa factura al fracaso de la relación amorosa que mantuvo con Nicks durante tantos años. Esa relación fue siempre tortuosa, con continuos altibajos y continuas situaciones de dejarlo y reconciliarse. Tanto de esta canción como de otras muchas que compuso al respecto yo deduciría que él siempre ha continuado enamorado de ella. Lo que no tengo tan claro es que ese sentimiento siga siendo recíproco. Su título es “Book of Love”.

http://www.jukebox.fr/fleetwood-mac/clip,book-of-love,qurzxz.html

Es más que evidente la sensibilidad con la que Buckingham la interpreta. Siempre me ha maravillado que a pesar de que no se podían ni ver y que tenían sus rencores por las relaciones sentimentales rotas que mantuvieron Lindsey y Stevie por un lado y John y Christine por otro, cuando se encerraban en el estudio de grabación y aun saltando chispas en ese instante, eran capaces de ofrecer una complicidad absoluta a la hora de interpretar. Eso se llama sencillamente profesionalidad.

Llega entonces el momento culminante del disco, la canción más espectacular y de mayor éxito de todas las que lo integran y uno de los grandes clásicos de la carrera de Fleetwood Mac. Un tema obra del talento de Stevie Nicks y que tiene detrás de él una historia digna de hacer una película. Merece la pena conocerla y yo os la voy a contar a continuación.

En el año 1980, Nicks publicaba su primer álbum en solitario bajo el título de “Bella Donna” y entre sus canciones iba a incluir una que hablaba un poco de lo que había cambiado desde que entró a formar parte de Fleetwood Mac hasta ese momento. Contaba como ese alma de gitana que tenía había ido cambiando con el paso del tiempo. Sin embargo, una desagradable noticia que iba a recibir cuando el álbum estaba cerca de ser publicado la llevaría a tomar la decisión de no incluirla en él.

Cuando tenía 14 años, Nicks se hizo amiga de una compañera de colegio llamada Robin Snyder. Con el paso de los años se convertiría en su mejor amiga y en su auténtica confidente y durante la gira promocional del álbum “Rumours” la ayudaría a vocalizar mejor a la hora de cantar logrando unos resultados bastante buenos. Robin contraería matrimonio por aquella época con Kim Anderson y cuando todo parecía que marchaba como la seda surgiría la tragedia.

En vísperas de la publicación de su primer álbum en solitario, Nicks recibiría una llamada de su amiga Robin en la que le comunicaba que estaba enferma de leucemia y que le quedaba poco tiempo de vida. Kim estaba embarazada de su primer hijo y si daba a luz corría el riesgo de morir durante el parto. Se negó a abortar y meses después nacía ese niño. Desgraciadamente, Robin sobrevivirá únicamente tres días tras lo que fallecería como ya habían anunciado los médicos que la atendían.

La canción que Nicks aparcó cuando conoció la noticia de la enfermedad de su amiga y no incluyó en su álbum de debut sería retomada para incluirla en “Mirage”, introduciendo las correspondientes modificaciones para que sirviera como una especie de homenaje a su gran confidente. Esa canción no es otra que la mítica “Gypsy” y creo que si ya de por sí es única y espectacular, después de conocer su historia lo es aún más.

Por si fuera poco, para terminar de rematar la historia, el dolor por la muerte de Robin uniría de tal manera a Stevie y a su viudo, Kim, que poco tiempo después contraerían matrimonio. Está claro que las decisiones tomadas en caliente no suelen ser las más afortunadas y tres meses después ella solicitaría el divorcio. Como vemos una grandísima historia detrás de una monumental canción.

Hasta la publicación de “Mirage” era bastante habitual que el peso vocal de las canciones recayera entre los tres vocalistas del grupo, fuera quien fuera el que hubiese compuesto la canción. Sin embargo, en esta ocasión cambiarían las cosas hasta el punto de que ese peso recaería en el responsable de cada canción realizando los otros dos labores de coro y acompañamiento. Alguna que otra excepción hay, pero la norma habitual a partir de ese momento sería ésta.

En este sentido, vamos ahora con una canción en el que el protagonismo en exclusiva recae en la compositora de la misma. Se trata de uno de los temas más románticos de todo el álbum, obra de Christine McVie, en el que nos ofrece sus mayores virtudes como compositora, pianista y cantante. Una balada espectacular titulada “Only Over You”.

Dos de las canciones que forman parte de este álbum, ambas compuestas por Buckingham, muestran una atracción total por la ciudad de Nueva York. En esta ocasión, Lindsey dejó aparcadas de algún modo las rencillas que mantenía con el resto de los miembros del grupo, sobre todo con Nicks por temas sentimentales, e intentó hablar y contar otras cosas que no enturbiaran más el enrarecido ambiente que les rodeaba.

De estas dos canciones, una habla en líneas generales de la ciudad y la otra se centra en uno de los míticos edificios que en ella se encuentran. Ambas tienen el denominador común de un sonido especial, experimental, extraño y único, así como a un Buckingham tocando la guitarra como nunca.

La primera de estas dos composiciones lleva el título de “Empire State” y creo que no hace falta que os diga a que parte de Nueva York está dedicada. Se trata de una canción en la que Buckingham parece arrancar a las cuerdas de su guitarra los sonidos que de ella salen y en la que interpreta con una voz que más que cantar prácticamente susurra. Gran canción, una más.

Tras homenajear a la ciudad de Nueva York, llega el momento de la segunda balada del disco, en esta ocasión por cortesía de Stevie Nicks que nos deleita con una de esas canciones que te atrapan desde el primer momento. De las de saborear tranquilamente con los ojos cerrados.

He de reconocer que esta canción es una de mis debilidades. Su melodía me resulta espectacular y la voz de Nicks, tan característica en ella, suena como nunca. Por si fuera poco la letra es también una auténtica preciosidad. Su título es “Straight Back” y aunque no fue publicada como sencillo ni es de las más conocidas a mí me parece indispensable.

La letra de esta canción habla en definitiva de sus sensaciones al publicar música en solitario y lo extraña que se sintió al no verse acompañada del resto de los miembros del grupo, diciendo cosas tales como: “Ella recuerda lo bueno que puede ser, ella recuerda una melodía, en las sombras, en la claridad”.

De lo que no cabe ninguna duda es de que nos encontramos con un disco atípico en su estructura, ya no solamente porque no hay uniformidad alguna ni en las cosas que cuentan ni en el sonido que ofrecen, sino incluso por el orden en el que aparecen las canciones.

Digo esto porque lo normal es que los sencillos que se van publicando suelen aparecer en los primeros lugares dentro del disco, sobre todo el que va a ser el primero en salir al mercado. Pues bien, en esta ocasión el single de presentación, el primer sencillo en aparecer en el mercado esta ubicado en noveno lugar dentro del disco. Para que nos hagamos una idea, en los discos de vinilo, formato que predominaba en aquella época, estaría colocado en la mitad de la cara B. Esto viene a señalar que ellos le daban importancia relativa a esos sencillos convencidos de que lo importante era el álbum al completo. No les faltaba razón.

La canción en cuestión es “Hold Me” y es el regreso al éxito más absoluto ya que alcanzaría el número uno en las listas de los Estados Unidos. Un tema que muestra un sonido pop en estado puro, enseñando las credenciales del estilo que iban a abrazar a partir de ese momento, siendo la única de las canciones que forman partet del álbum en la que las labores de voz principal son compartidas. Christine McVie, autora de la composición, y Lindsey Buckingham unen sus fuerzas para dar cuerpo a lo que podría denominarse “los nuevos Fleetwood Mac”.

Como ya había sucedido con la grabación de los dos anteriores discos del grupo, el ambiente podía cortarse con un cuchillo y las tensiones eran continuas. Para grabar el sencillo promocional de “Hold Me” se marcharon al desierto de Mojave y allí los acontecimientos se precipitaron de tal modo que muchas de las escenas tuvieron que grabarlas por separado para evitar males mayores. Y pensar que a pesar de todos estos enfrentamientos eran capaces de hacer la música que hacían y salir de gira dándolo todo en cada concierto … Está claro, eran, son y serán únicos.

A continuación llega uno de los momentos de mayor lucimiento de Lindsey Buckingham, sumergiéndose en el sonido que habitualmente ofrecía en sus trabajos al margen del grupo, tan cercanos al rock de los 60. Y es que dicen las malas lenguas que en un primer momento este álbum no iba a ver la luz ya que la decisión de separarse definitivamente estaba prácticamente tomada y cuando recapacitaron y por fin decidieron seguir adelante, las canciones que elegirían para formar parte de “Mirage” tendrían ese aire de independencia creativa que cada uno de ellos rezumaba.

Estoy hablando de “Oh Diane”, una agradable sorpresa en cuanto a éxito se refiere, ya que no fue publicada como sencillo y no se esperaba prácticamente nada de ella y sin embargo su popularidad estuvo cerca de la lograda por “Hold Me” o “Gypsy”. Rock & roll del de antes en estado puro, Buckingham en estado puro. Me encanta.

Poco a poco nos vamos acercando al final del disco y ya solamente quedan dos canciones de las que disfrutar. La primera de ellas es una composición de Buckingham cuya letra tiene un cierto doble sentido y en la que su sonido sorprende a propios y extraños. Sin duda alguna es la canción más impactante de todo el álbum.

Buckingham sería el gran responsable de que Fleetwood Mac volvieran a reunirse para grabar este disco. Tras el insoportable ambiente en el que se movieron al grabar “Rumours” y los resultados más discretos de lo habitual de “Tusk” todo parecía indicar que su recorrido juntos había llegado definitivamente al final del camino. Sin embargo, Lindsey pelearía porque esto no fuera así y terminaría convenciendo al resto de los miembros del grupo proponiéndoles hacer un disco grande y que fuese totalmente distinto a lo que habían hecho hasta ese momento. Supongo que según hayáis ido escuchando las canciones que lo componen os habréis dado cuenta de que consiguieron ambas cosas a la perfección.

Su gran obsesión era sorprender y bien que iba a conseguirlo con un tema titulado “Eyes of the World”, una canción con un ambiente asfixiante, con un sonido apabullante y un ambiente oscuro. Sin duda alguna la originalidad de esta composición es grandísima y en ella hasta los coros son especiales ya que combinan el tono más agudo y pausado en segundo plano de las chicas con una sorprendente atribución por parte de John McVie y Mike Fleetwood, algo bastante poco habitual. Si a todo esto le sumamos un impresionante solo de guitarra al final podemos afirmar que nos encontramos ante una de las mejores y más especiales composiciones surgidas del talento de Lindsey Buckingham.

La letra de esta canción es otra de las curiosidades que presenta, además de la de ese cautivador sonido. Tiene un doble sentido ya que se refiere de nuevo a la ciudad de Nueva York, calificada como “Los Ojos del Mundo”, pero sirve de igual manera para criticar a todos los que se recreaban en las relaciones personales, tortuosas relaciones personales, que mantenían todos ellos. Y es que Fleetwood Mac siempre ha dado mucho juego tanto en lo musical como en lo extramusical. Así pues, Buckingham de un solo plumazo, con una sola canción, rinde tributo a su ciudad preferide a pasa factura a todos esos “cotillos” que no paraban de acosarlos.

Tras este intenso ritmo llega el momento de cerrar el álbum y lo hacen con un marcado contraste con respecto a la canción que acabamos de disfrutar. La encargada de este honor es Christine McVie que vuelve a dar muestras de lo bien que se maneja en los tiempos más lentos y calmados.

En mi modesta opinión, ella es precisamente la que mejor sabe moverse en el terreno de las baladas y sin ir más lejos, de las tres que se incluyen en “Mirage”, dos son obra de sus labores de composición, por algo será.

Así pues, el remate final del álbum de la semana se pone en plan romántico con una balada titulada “Wish You Were Here”, interpretada por la siempre dulce voz de Christine McVie que habla de lo que pudo haber sido y finalmente no pudo ser. Un cierre de auténtico lujo con el piano y la voz de Christine en su mejor momento.

Muy pocos confiaban en que este disco viera la luz y cuando fue publicado casi nadie apostaba porque sus resultados fueran aceptables. Se equivocaron de cabo a rabo, porque “Mirage” presenta una colección de canciones inolvidables, imprescindibles y de una tremenda calidad. Cierto es que su grabación volvió a estar rodeada de un ambiente enrarecido hasta decir basta. Para limar asperezas, durante su composición se recluyeron en un castillo situado en la localidad francesa de Herouville, pero cuando llegó el momento de la verdad se trasladaron a California y gran parte de las grabaciones las realizarían por separado.

Está claro que nos encontramos ante una grandísima banda que siempre ha ofrecido música espectacular. Por eso me gustan tanto. Por eso seguirán protagonizando en el futuro el póster central de algún número de “La Graminola”.

LISTA DE LOS AÑOS 80

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Sobrepasado el ecuador de la revista de esta semana, iniciamos la segunda parte con el repaso a las listas graminoleñas de otras décadas no tan lejanas y que nos van a traer muy buena música. Para empezar damos el salto hasta los años finales de la de los 80 y situarnos en el 29 de mayo de 1988 para disfrutar de las cuatro nuevas entradas que presentaba nuestro ránking favorito aquel día. Tiempo para disfrutar de música romántica, música pop, tecno del bueno y un tema en directo de una de las grandes divas de la música internacional. Vayamos con todas ellas.

Para empezar vamos a ponernos en plan romántico con uno de los intérpretes que más éxitos ha cosechado en nuestra lista, a pesar de que tuvo que esperar a publicar su tercer álbum para romper definitivamente en ella. Llega desde italia y es el señor Eros Ramazzotti.

En nuestro país había ido ganando adeptos poco a poco pero sería precisamente en esta época, con la aparición en el mercado de su tercer álbum, “En Ciertos Momentos”, cuando se convertiría por fin en una estrella también en España. De este disco se extraía la canción que irrumpía en nuestra lista ese 29 de mayo de 1988 que contaba con todas las características habituales en Ramazzotti, romanticismo y música melódica.

La canción en cuestión no es otra que “Diálogo”, con la que permanecería en lista durante 31 semanas, convirtiéndose en la primera que alcanzaría el número uno en las listas graminoleñas. Después vendrían algunos más, pero esa es otra historia que será conveniente relatada en su momento.

Cambiamos radicalmente de estilo para sumergirnos ahora en la música pop que tuvo su mayor época de esplendor precisamente en los 80, aunque habría que preguntarse que estilo de aquellos tiempos no vivió sus mejores momentos en aquella época. Viajamos hasta los Estados Unidos para disfrutar del que fue mayor éxito, y prácticamente el único, de su protagonista.

Desde la aparición en el panorama musical internacional de Madonna y convertirse ésta en la auténtica reina del pop, han sido constantes los intentos de encontrar a su sucesora, su sustituta o como queramos denominarlo, pero ella siempre ha permanecido en su trono sin mayores problemas. La artista que protagoniza la segunda entrada de la semana ochentera tuvo que soportar sobre sus hombros esta etiqueta, aunque parezca exagerado, y como las comparaciones son odiosas es muy posible que esta circunstancia fuera la que provocara que su éxito fuera tan meteórico como efímero.

Se trata de Taylor Dayne quien antes de iniciar su carrera en solitario probó suerte en dos grupos llamados Felony y Next con los que como vulgarmente se dice no se comió ni una rosca. A finales del año 1987 se embarcó en la grabación de lo que iba a ser su primer álbum que tenía la previsión de ser publicado al año siguiente. Sin embargo los acontecimientos se precipitaron ya que el sencillo que iba a servir como presentación del álbum que vendría más tarde obtendría tal éxito que su sello discográfico la obligaría a reducir los plazos y publicar su primer trabajo de manera inmediata.

Esa canción llevaría el título de “Tell It To My Heart” y lograría un éxito total en Estados Unidos con su ritmo bailable, repitiendo esos buenos resultados también en Europa, aunque en nuestra lista tendría una presencia meramente testimonial ya que únicamente permanecería en ella durante 3 semanas para alcanzar el puesto 31 como mejor registro. Después de esto nada se volvería a saber de ella, pero no cabe duda de que se convertiría en una de las revelaciones del año 1988 aunque, como suele decirse, no terminara de confirmar la alternativa.

Cambiamos totalmente de nuevo de tercio para disfrutar de la música que ofrece la tercera entrada de aquella semana. Nos la trae un dúo que tuvo un corto recorrido, tan sólo de tres años, pero que nos dejaría un buen puñado de canciones que pasan por ser banda sonora de la década de los 80 y auténticos himnos del tecno-pop internacional. Me estoy refiriendo a The Communards.

El grupo se formó en el año 1985 cuando Jimmy Somerville abandonaba Bronski Beat para unir sus fuerzas con el teclista Richard Coles. Su éxito fue inmediato pero distintas maneras de entender hacia donde querían dirigirse les llevaría a tomar caminos separados tres años después, siendo el más favorecido Somerville que seguiría triunfando a partir de ese instante como solista.

En el año 1988 estaban dando lo que podía denominarse como sus últimos coletazos como dúo y de hecho la canción que incluían en la lista graminoleña del 29 de mayo iba a ser su última aportación. Se trata de un tema que atendía al título de “There’s More to Love Than Boy Meets Girl” que también era conocido por sus iniciales, es decir “TMTLTBMG”. Presenta su sonido habitual con los teclados de Coles y el inconfundible falsete de Somerville. Se nota que estaban ya de retirada ya que en lista permanecería únicamente 8 semanas para alcanzar el top 24.

Como estamos comprobando aquella última semana de mayo de 1988 cundió bastante en lo que a la listra graminoleña se refiere. Vamos ya con la cuarta y última entrada que se producía en ese momento de la mano de una de las grandísimas divas de la música como es la inimitable Tina Turner.

Acababa de publicar un disco grabado en directo bajo el título de “Tina Live in Europa” aprovechando el tirón que había tenido la gira promocional de su último trabajo, “Break Every Rules”. Lo cierto es que el álbum no tendría demasiado tirón pero daría para que el sencillo elegido para darlo a conocer se colara en nuestra lista durante 8 semanas y alcanzara el top 22.

Este sencillo sería la versión en vivo de “Nutbush City Limits”, una canción que la propia Tina compuso en el año 1973 poco antes de separarse de su marido Ike Turner y que todo lo que su letra cuenta es autobiográfico. La verdad es que el tema original obtuvo bastante éxito y está considerado como uno de los cláisicos de su carrera, pero su versión en directo de 1988 pasaría más bien desapercibida.

LISTA DE LOS AÑOS 90

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Damos el habitual salto en el tiempo de diez años para abordar ahora la música de los 90 y nos situamos en el último día de mayo de 1998 para saborear, degustar, disfrutar y unos cuantos verbos más de estas características de una canción impresionante. A mí personalmente me encanta y posiblemente exagero si digo que es una de las mejores composiciones de la década de los 90, pero si no lo es cerca le anda.

Nos trasladamos al Reino Unido donde en el año 1993 dos jóvenes que se habían conocido en la Universidad y que atendían a los nombres de Tunde Baiyewu y Paul Tucker daban forma a un dúo al que iban a ponerle el nombre de “Lighthouse Family”. Muy pronto empezaron a llamar la atención del público gracias a la gran calidad de la música que hacían y a la personalísima voz de Baiyewu, con un timbre profundo, grave, atrayente, único.

Su momento de mayor apogeo llegaría precisamente a finales de los 90 y concretamente con la publicación de su segundo álbum, el mejor de su carrera, titulado “Postcards from Heaven”, del cual se extraía como sencillo esta espectacular canción.

Se trata de una preciosidad de balada en la que Baiyewu se luce a lo grande, con una introducción casi sin música que da paso a una melodía dulce y cautivadora y un estribillo con un acompañamiento vocal espectacular. Una grandísima canción titulada “High” que adornaría la lista graminoleña durante 32 semanas para alcanzar el puesto número 6.

El dúo se separaría en el año 2003 y no publicaría más discos de estudio desde 1998. El éxito y la popularidad que adquirida, sobre todo en tierras británicas, terminaría por desbordarles ya que ellos querían algo más tranquilo. Desde su separación Tucker se ha dedicado a colaborar con otros artistas y Baiyewu inició su una carrera en solitario con un estilo algo diferente influenciado por sus raíces nigerianas.

LISTA DEL NUEVO MILENIO

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Llega el momento de cerrar el repaso semanal a las listas graminoleñas de otros tiempos y para ello vamos a situarnos en el 25 de mayo de 1998, momento de estreno de una nueva lista que presentaba dos nuevas entradas, una desde nuestro país y otra desde los Estados Unidos.

Si hay un grupo que experimentó un tremendo incremento en cuanto a popularidad y éxito durante la primera década del nuevo siglo en nuestro país, ese es Mago de Oz. Con el carismático Txus di Fellatio a la cabeza supieron atraer al público en general a base de mezclar el heavy metal con música folk, celta, blues e incluso clásica. Su momento de mayor apogeo llegaría con la publicación de su triología de “Gaia” pero entre la aparición en el mercado de esas entregas grabarían un disco con unas pautas distintas que vería la luz precisamente en el año 2008.

El álbum en cuestión llevaría el título de “La Ciudad de los Árboles” y se alejaba totalmente de lo que habían mostrado en “Gaia”. Se trata de un disco no conceptual, con canciones intensas, algunas versiones y la mayoría de ellas con una duración menor de lo habitual con la que siguieron dando rienda suelta a su manera de hacer música pero sin mayor pretensión que entretener y hacer disfrutar.

Uno de los sencillos que se publicarían de este disco sería una de las entradas en la lista que se estrenaba el 25 de mayo de 2008. Llevaría el título de “Deja de Llorar (y Vuélvete a Levantar)” e incluiría una letra optimista animando a superar los problemas y a ver la vida de manera positiva, algo bastante recurrente a lo largo de su trayectoria. Su éxito sería menor y en nuestra lista permanecería durante 9 semanas hasta llegar al top 32.

No puedo evitar hacer un comentario al respecto. En este álbum todavía permanecía en el grupo como vocalista principal José Andrea antes de ser sustituido como tal por Javier Domínguez Gregorio “Zeta”. Mago de Oz es un grupo que me encanta y tengo todos los discos que ha ido publicando pero creo que la capacidad vocal del primero es muy superior a la de segundo. Una lástima su salida de la banda.

Llegamos ya al final del repaso semanal a las listas graminoleñas y lo vamos a hacer con la segunda entrada que presentaba la del 25 de mayo de 2008. Nos la trae una de esas artistas poseedoras de una descomunal voz y que llegó a ser la número uno en su estilo pero a la que le ha ido pasando factura el no saber asimilar la fama terminando por convertirse en una caricatura de sí misma. Estoy hablando de Mariah Carey.

En aquella época atravesaba todavía un buen momento pero podía decirse que a partir de ese instante su prestigio y su música iban a ir descendiendo paulatinamente hasta ofrecer grotescos espectaculos en algunas de sus actuaciones en vivo que todos conocemos. El tema que debutaba en lista ese día llevaba el sugerente título de “Touch My Body” y había sido extraído de su álbum “E=MC2”. Com ambos lograría un grandísimo éxito en los Estados Unidos aunque la verdad es que todo obedecía más bien a seguir viviendo de las rentas. En nuestra lista tendría una presencia meramente testimonial ya que solamente nos visitaría durante 1 semanas ocupando el farolillo rojo. Por cierto, el título de esta canción no es lo único sugerente, no hay más que verla a ella en el correspondiente videoclip. Con el paso del tiempo su cuerpo también ha ido experimentando ciertos cambios. Vosotros ya me entendéis.

El tirón que seguía teniendo en su país era más que evidente ya que según se publicó esta canción como sencillo batió el récord de número de descargas en internet en una semana. Eso sí, en Europa empezó a decaer su reinado como una especie de augurio de lo que vendría después.

TAMBIÉN ES MÚSICA

El mundo de la música siempre ha dado para mucho en todos los aspectos, en esta sección lo comprobamos semana a semana. Es tan mágico que en algunas ocasiones ha terminado dando como fruto grupos que realmente no existían pero que vendía discos, en ocasiones como rosquillas. Dicho así puede resultar extraño, pero yo os lo explico.

La sección de “También es Música” de esta semana está dedicada a grupos ficticios, grupos prefabricados que realmente no existían pero que lograrían una tremenda popularidad y buenos resultados comercialmente hablando. Como muestra os presento tres botones, a cada cual más llamativo.

GORILLAZ

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Damon Albarn se había convertido en uno de los músicos más prestigiosos del Reino Unido gracias a su liderazgo en una de las principales bandas del brith-pop como son Blur. La dédada de los 90 fue suya y la rivalidad tremenda que nos ofrecieron en aquellos años con los hermanos Gallagher al frente de Oasis son ya parte de la historia de la música moderna.

Albarn siempre se ha mostrado abierto a otros estilos a la hora de hacer música y siempre se ha  visto envuelto en distintos proyectos en este sentido. En el año 1998 contactaría con Jamie Hewlett, un prestigioso creador de comics con el objeto de crear una banda ficticia formada por cuatro personajes, a cada cual más tétrico, y de esta manera poder dar rienda suelta a su talento sumergiéndose en otros estilos musicales. Acababa de nacer un grupo virtual llamado Gorillaz.

Los cuatro componentes de este grupo, todos ellos ideados por la mente de Hewlett, no eran ninguno la versión virtual de ningún músico real, ni tan siquiera del propio Albarn que a la postre es el único músico permanente a la hora de ponerle sonido y voz a esta banda, ya que el resto ha ido cambiando en los distintos discos que han ido publicando e incluso en un mismo álbum cada personaje ha sido interpretado por artistas distintos.

Los componentes de la banda atienden a los nombres de “2D”, siempre interpretado por Damon Albarn, Murdoc Niccals, Noodle y Russel Hobbs. Su popularidad crecería como la espuma de manera inmediata y sus discos comenzaron a tener una tremenda aceptación hasta el punto de que tuvieron que empezar salir incluso de gira. A pesar de no ser seres reales, sus actuaciones en directo son tremendamente vistosas ya que se utilizan imágenes virtuales en 3D y una sincronización perfecta con la música que ofrecen. Dicho de una manera coloquial, de la manera más tonta se creaba uno de los grupos mas pintorescos y originales del panorama musical de finales de los 90.

De los discos que han ido publicando, con el que mayor éxito y reconocimiento han obtenido es con “Damon Days”, cuyo título no hace más que mostrar quien es el auténtico alma máter de este proyecto. Dentro de este álbum se incluye la canción que a mí personalmente más me gusta y que además marcaría un auténtico hito en la historia de la música, al ser la primera canción de la historia interpretada por un grupo virtual en alcanzar el número 1 en el Reino Unido. Se trata de “Dare” y viene acompañada además de un videoclip espectacular. Excepcional canción.

JEM & THE HOLOGRAMS

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Vamos ahora con un grupo que surgiría de una serie televisiva de animación que a su vez había surgido con motivo del lanzamiento de unas muñecas para su venta. Como vemos cualquier excusa es buena para que la música termine cobrando protagonismo. Viajamos pues hasta el año 1985 momento en el que se inicia esta peculiar cadena.

Ese año iba a lanzarse al mercado una colección de muñecas creadas por la marca “Hasbro”, con una estética ochentera hasta decir basta. La mejor manera de promocionar su venta sería la de crear una serie de animación protagonizada por estas muñecas que dentro de un ambiente futurista se desenvolvían en un mundo marcado por la música, ya que formaban parte de una banda compuesta única y exclusivamente por chicas. Esta serie recibiría el título de “Jem”.

La serie adquiriría una gran popularidad en los Estados Unidos y su música calaría entre el público juvenil, principalmente en el femenino, gracias a las canciones con marcado estilo de pop-rock de los 80 que ofrecía el grupo protagonista llamado “Jem & The Holograms”. Sin embargo, todo tiene su límite y tras tres años de buenas audiencias televisivas y buenos resultados de ventas de las muñecas, la gente empezó a cansarse y a fijarse en otras cosas y la serie llegaría a su fin y con ella la música que este grupo ficticio realizaba. De esta manera, Jerrica “Jem” Benton, Kimber Benton, Aja Leith, Shana Elmsford y Carmen “Raya” Alonso, los personajes que encarnaban a las componentes de la banda, finalizarían su camino juntas.

De todos es sabido que el mundo de la música suele tener sus momentos “revival” de manera periódica y esta serie televisiva lo iba a tener hace apenas tres años gracias al cine. Ese año se estrenaba una película titulada “Jem & The Holograms” basada precisamente en esta serie y en ella nos encontramos con mucha música de la mano de las protagonistas de la serie de animación ahora interpretadas por actrices de carne y hueso. Así pues Aubrey Peeples (Jem), Stefanie Scott (Kimber), Hayley Kiyoko (Aja), Aurora Prrineau (Shana) y Eliza González (Raya) ponen sus dotes de actrices y sus voces a este peculiar grupo musical.

Entre las canciones que conforman la banda sonora de la película, la más destacada es sin duda “Youngblood”, un tema sencillo donde los haya, con un sonido identificable a más no poder con la mágica década de los 80 y que aunque a muchos les pueda parecer poca cosa creo que está muy por encima de la inmensa mayoría de los temas que triunfan en la actualidad. Escuchadlo y opinad.

SPINAL TAP

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Para cerrar la sección de hoy que estamos dedicando a lo que podían denominarse “grupos ficticios”, vamos a rizar el rizo, porque si con los dos primeros el mundo de la animación ha sido el que ha proporcionado su música, en esta oportunidad son intérpretes de carne y hueso los que se convertirían de manera totalmente sorprendente en auténticos mitos. Os cuento su historia que merece mucho la pena.

En el año 1984 se estrenaba en Estados Unidos una película, rodada como un falso documental, titulada “This Is Spinal Tap” en la cual se narraba la historia de un grupo de heavy metal que realmente no existía y que atendía al nombre de Spinal Tap. Como ya os cuento la banda era totalmente ficticia a pesar de que en la película se decía que habían publicado ya once discos, algo que no era verdad, y sus componentes estaban interpretados por los actores que protagonizaban el film, es decir, Christopher Guest (Nigel Trufnel – guitarrista), Michael McKean (David St Hubbins – vocalista), Harry Shearer (Derek Smalls – bajista) y Rob Reiner (Marti di Bergi – batería). Éste último, además, es el director de la película.

El tremendo éxito que lograría el largometraje y lo mucho que gustaría la música que en él interpretaban pillaría por sorpresa a todo el mundo y de manera inmediata se convirtió en una película de culto para los amantes del heavy metal, a pesar de ser un auténtico disparate. Para terminar de rematar la faena, este grupo inventado e inexistente terminaría trasformándose en una banda de heavy real viéndose obligados los antes actores y ahora músicos a salir incluso de gira, logrando nuevamente un éxito atronador.

Desde ese instante han publicado algunos discos y han seguido prodigándose en actuaciones en directo, convirtiéndose en un acontecimiento único en su especie. Un grupo que no existía, gracias a un falso documental hecho película, ha terminado por convertirse en una de las bandas más respetadas por los aficionados al heavy metal. Lo nunca visto.

En el año 2009, con el objeto de conmemorar el 25 aniversario de su “ficticia” creación, Spinal Tap publicaba un álbum titulado “Back From the Dead”, que realmente es su tercer disco publicado, aunque “oficialmente” ellos digan que es el decimocuarto si se cuentan los once que publicaron de manera ficticia. Hasta en esto son originales y únicos. En este disco siguen con su sonido habitual de heavy metal como podemos apreciar en el tema que le da título.

Estos son solamente algunos ejemplos en los que el mundo de la música ha sido protagonizado por proyectos sorprendentes que han terminado convirtiéndose en auténticos hitos. Hay muchos más y en un futuro seguiremos abordando este tema, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que la música es tan grande que hasta cuando es “ficticia” es capaz de triunfar y dejarnos buenos momentos.

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

Pasito a pasito ya estamos en la contraportada del número de hoy. Podría contaros muchas cosas de la música que trae esta última página, pero como creo que lo mejor es saborearla en plan postre de lujo simplemente os invito a leer y escuchar. Toda vuestra.

EFEMÉRIDE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

El mundo del rock ha tenido grandes bateristas (parece que ahora se dice así), pero como John Bonham ninguno. Hoy le recordamos como es debido.

Hay grupos que son en sí pura historia. Hay grupos de los que podemos recitar de memoria su formación y con el paso del tiempo darnos cuenta de lo grandes que eran y Led Zeppelin son uno de los más claros ejemplos. Hablar de Jimmy Page, John Paul Jones, Robert Plant y John Bonham es hablar de uno de los mejores momentos de la historia del rock & roll.

La efeméride de esta semana está protagonizada por John Bonham que hoy habría cumplido 70 años. Está considerado como el mejor batería (o baterista, que raro me suena) de la historia del rock y lo cierto es que cuando irrumpió en Led Zeppelin tocando con una contundencia nunca vista, con una pegada más fuerte de lo habitual alejándose de cualquier tipo de artificios, sentaría las bases de lo que vendría después. Todos y cada uno de los baterías que han ido formando parte de las grandes bandas de rock, en todas sus vertientes, desde 1968 han fundamentado su manera de tocar basándose en el grandísimo Bonham.

Lamentablemente, los excesos con las drogas y con el alcohol se lo llevarían por delante en el año 1980 cuando contaba solamente con 32 años de edad. Bonham atravesaba una profunda depresión y se recluyó un fin de semana en una casa propiedad de Page con el resto de los miembros del grupo, con el objetivo de no parar de consumir alcohol durante todo un fin de semana. Estuvieron bebiendo vodka durante 40 horas, ahí es nada, y Bonham se quedó dormido. Enpleno sueño, la tremenda ingesta de alcohol le provocaría el vómito y el mítico batería fallecería ahogado por él. Una tragedia más protagonizada por uno de los grandes artistas del rock.

Para que nos hagamos una idea de la manera de tocar la batería de Bonham, vamos con uno de los clásicos de Led Zeppelin en el que se puede apreciar a la perfección su inconfundible estilo. Se trata de un tema con un sonido muy cercano al reggae y que lleva el título de “D’yer Mak’er”, cuya pronunciación es “Yamaika”, todo un guiño a lo que ofrecen en él. Basta con escuchar el principio de esta canción para darnos cuenta de que a pesar de que la batería suena demasiado contundente para este estilo nos encontramos ante una auténtica genialidad.

En un primer momento esta canción recibió algunas críticas ya que los entendidos en la manteria no acababan de comprender ese giro hacia el reggae que en ella mostraban y sus seguidores quedaron un tanto descolocados. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha convertido en uno de sus grandes clásicos y una especie de lección magistral para aquellos que quieren aprender como se toca debidamente la batería. Gran canción, gran grupo, grande John Bonham.

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

La sección dedicada a lo mejor de la música hecha en nuestro país llega de la mano de un grupo que apuntaba grandes maneras pero que se quedó muy pronto en el camino. Se hacían llamar Luna y nos regalaron una de las mejores canciones del tecno-pop español que, por supuesto, vamos a poder disfrutar en el número de “La Graminola” del día de hoy.

Para saborear esa música española que tanto nos gusta, hoy nos vamos hasta la localidad leonesa de Ponferrada, porque de allí eran los componentes del grupo Luna que en el año 1983 consiguieron bastante popularidad con el lanzamiento de su primer larga duración y, sobre todo, con el primer single que se publicó de este disco, uno de los auténticos himnos del tecno-pop español de los 80.

Era la época de mayor apogeo del Tecno y en España también aparecieron varios grupos de ese corte, entre los que se encontraban ellos. En un principio tenían muy buena pinta y llegaron a ser teloneros de los mismísimos Orchestral Manoeuvres in the Dark en sus conciertos en nuestro país, pero el fracaso rotundo de su segundo disco publicado en el año 1985 bajo el título de “Dioses Perdidos” les hizo arrojar la toalla.

Los componentes de este grupo eran Marian Fernández, Carlos Blanco, Berto Soto y Diego González y con su primer sencillo lograrían un grandísimo éxito. Me estoy refiriendo a “Mi Verdad”, una de las canciones más emblemáticas del tecno pop español cuya melodía de teclados que suena continuamente a lo largo de casi toda ella la hace inconfundible.

NOVEDAD

LA GRAMINOLA – NÚMERO 27 – 31 DE MAYO DE 2018

Los viejos rockeros nunca mueren y sin son tan grandes como Loquillo menos todavía. Acaba de sacar al mercado recopilatorio de los grandes en el que repasa sus ya 40 años de carrera. Un triple álbum indispensable para conocer lo que es el rock & roll hecho en nuestro país gracias a un artista de los pies a la cabeza.

La novedad de esta semana está protagonizada por el rockero más prestigioso de nuestro país que lleva ya la friolera de 40 años en la carretera dejándonos grandísimas canciones, auténticos himnos del rock hecho en España. Por supuesto que estoy hablando del grandísimo Loquillo.

Para celebrar esas cuatro décadas haciendo rock & roll, sale al mercado un disco titulado “Rock & Roll Actitud 1978-2018″ que recoge en tres cds todos los éxitos cosechados durante su carrera, desde su “Esto no es Hawaii” con Los Intocables, pasando por su época con Los Trogloditas y terminando por supuesto con sus mejores canciones como solista. Sin duda alguna es un disco imprescindible para los amantes de la buena música española.

Por supuesto que no puede faltar un tema inédito para completar el disco, aunque no se trata de una canción totalmente nueva ni desconocida para el propio Loquillo. Se trata de una versión del grandísimo éxito que fue “El Rey del Glam” obra de “Alaska &  Dinarama” al que en esta ocasión le ha dado un aire rotundamente rockero como solamente él sabe hacer. La versión original es espectacular pero a ritmo de puro rock & roll resulta extraordinaria.

La elección de esta canción para ser versionada e incluída en este recopilatorio no es casual ya que el propio Loquillo haría los coros en la versión original de su amiga Alaska, por lo que podría decirse que el círculo se cierra definitivamente.

Esto es todo por esta semana. La buena música y las interesantes historias regresan en una semana en el nuevo número de “La Graminola”. Que no falte nadie.

Hasta entonces, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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