La historia Oficial (1985)

Creo que a muchos nos ha pasado, creo que a muchos nos pasa, vivimos una vida de la cual poco conocemos, vivimos una vida en la que mucho se nos oculta o censura, claro que en “La historia oficial” el no conocer es una suerte y también una utopía. La verdad no creo que se nos engañe, creo que siempre sabemos, sólo que en general nos negamos a ver, nos hacemos un poco los locos o los tontos con lo que no nos conviene darnos por enterados. Sé poco de la historia Argentina, pero el cine, el buen cine no necesita elementos explicativos externos, la historia del film basta para comunicar lo que se necesita que comunique, este es el caso, porque lo mejor de esta película ganadora de un Oscar como mejor cinta extranjera, no es la historia política que subyace, es la emocionalidad de sus personajes.
¿Quiénes son los buenos y quienes los malos? ¿Cuándo el caos corrompe y pone todo patas arriba como diferenciar ambos bandos? ¿En que bando crees que estas? En general me parece que es imposible establecerlos, victimas y verdugos, a ratos somos unos y otros, a ratos hacemos el mal ¿el mal? sin percatarnos de ello, como el personaje de Norma Aleandro (Alicia) en esta película de Luis Puenzo. Alicia, aunque no haya querido darse cuenta de ello, aunque no sea el mal de lo que participa sin saber o sabiendo a medias, llega a dañar su ¿estabilidad? por saber en exceso. Esto último creo que es lo que más le afecta: darse cuenta de que no había querido hacerlo antes, notar lo que siempre estuvo allí, pero había obviado.
Héctor Alterio (Roberto) negociante comprometido en circunstancias un tanto oscuras esta casado con Alicia, quien es maestra de historia, ambos tienen una niña a la que han adoptado fruto de la situación de violencia vivida en la Argentina como parte de la represión y la dictadura. Alicia ha vivido tranquila ignorando (¿ignorando?) lo evidente sobre el origen de su hija adoptiva Gaby, hasta que la verdad como un sol le estalla en la cara.
En La historia Oficial asistimos a la transformación de sus personajes. Alicia y Roberto, abandonan el film de un modo completamente diferente a como lo comienzan, mostrándose realmente como son, saliendo del closet y dejando de lado los espejismos de lo que se supone son y han sido. Así, uno frente al otro, sin mascaras, puede que terminen arruinando sus vidas, después de todo, como dice Javier Marías, muchas veces saber no nos salva.
Calificación: 10/10
Publicado originalmente en Guayoyo en Letras.