El fabulado relato de como se gestó Facebook logra hacer vívido el modo como alguien del común, logra sin proponérselo modificar el modo de relacionarse entre todos. El film (2010) se basa en el libro "Billonarios por accidente" de Ben Mezrich.
El acertado director a David Fincher logra hacer de esta historia algo trepidante mientras intuimos a través de la interpretación sobresaliente de Jesse Eisenberg como alguien que aparece como un superdotado nerd (Marck Zuckerberg) cranea aún con la ayuda aparente de terceros, este fenómeno mundial que le convierte en billonario de la noche a la mañana, gracias a la capacidad de poner al servicio de su inteligencia, las frustraciones, resentimientos de clase y todos los fantasmas que aún como espectadores no acabamos de comprender.
Si el film es completamente fiel a la verdad es irrelevante porque es tan creiblemente convincente el modo como se desilvana la ascensión de este extraño joven estudiante de Harvard que parece valerse de sus mejores amigos, y alguno que otro millonario que le hace sentir lo inaccesible que es para ese mundo de privilegios, para "treparse" a pesar de sí mismo en el mundo corporativo del empresario exitoso.
Sin duda esta película será un referente en las generaciones futuras de cuales eran los valores y la forma de ver el mundo en la primera década del Siglo XXI.
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