La carne es una fuente importante de proteínas, de vitamina B12, hierro, potasio, fósforo y de zinc. Dentro de las funciones de estos nutrientes se encuentran el mantenimiento de los músculos, del sistema nervioso, la prevención de la anemia ferropénica, la conservación de la salud de la piel, la correcta visión, entre muchos más beneficios.
Aunque estos nutrientes se pueden obtener también de otras fuentes dietéticas, la carne aporta buena cantidad de ellos a nuestra dieta. La carne roja es más rica en estos nutrientes, pero es más aconsejable darle prioridad al consumo de carnes blancas.
Clasificación de las carnes
El color de la carne proviene de una proteína que contiene hierro, llamada "mioglobina". A eso se debe el contenido de hierro de las carnes rojas. El término "carne roja" hace referencia, en general, a carnes de mamíferos, como ternera, cerdo, cordero o caballo. Las carnes blancas son las de las aves de corral (como el pollo o el pavo), aunque también incluye la carne de conejo, que es un mamífero.Muchas veces las carnes se clasifican por su contenido en grasa, y se diferencia así entre carnes flacas o grasas.Las carnes más aconsejables
Hay muchas opiniones de especialistas acerca del consumo de carnes. -El estudio más sólido publicado hasta la fecha sobre dieta mediterránea confirma lo siguiente: el grupo asignado a la dieta mediterránea, que consumió menos carne roja, presentó un menor riesgo cardiovascular. Pese a que los beneficios de la dieta mediterránea son atribuibles a una variedad de factores, diversos estudios rigurosos (como un seguimiento de 10 años de más de medio millón de personas) han mostrado que priorizar las carnes blancas es positivo para mejorar la calidad y la esperanza de vida-.Los expertos ofrecen varias explicaciones para esto, la más común es que el consumir más grasas saturadas, un tipo de grasas sólidas a temperatura ambiente y su consumo elevado se asocia el aumento en los niveles de colesterol, mayor riesgo cardiovascular y algunos tipos de cáncer.Es por ello que resulta importante escoger cortes flacos de carne y retirar la grasa visible antes de cocinar el alimento., Esto le hace bien a nuestra salud y, también, que la carne quede mejor cocida.No está claro por qué el consumo de carne roja se asocia a unos mayores niveles de tensión arterial, aunque hay estudios que consideran que es posible que esto se deba a que quien consume mucha carne roja no consume otros alimentos beneficiosos para la tensión arterial (frutas, hortalizas o frutos secos).¿Qué carnes escoger?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja reemplazar las carnes grasas o rojas con legumbres, pescado, aves o carnes magras. Así mismo también comparte esta opinión con la Asociación Americana del Corazón, estas entidades siguen la clasificación que diferencia las carnes magras y grasas, consideran que es más aconsejable consumir pollo, pavo o conejo que otras carnes, es importante destacar que dentro de las carnes rojas no todas tienen mucha grasa.Así, es más recomendable (porque contiene menos grasas totales y menos grasas saturadas) consumir lomo o chuleta de cerdo. Las últimas guías dietéticas señalan, además, que no conviene tomar de forma frecuente carnes procesadas tales como, salchichas o tocinetas, debido a posibles riesgos para la salud a largo plazo. Por último, así como en las carnes rojas conviene retirar la grasa, en el caso de las aves se recomienda retirar la piel antes de consumirlas.¿Cuánta carne se debe consumir?
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria recomienda consumir de tres a cuatro raciones semanales de carne. Se considera una ración de carne a unos 100-125g de peso neto (un filete pequeño o un cuarto de pollo), También existen recomendaciones concretas sobre el consumo de carne roja, según las cuales el consumo semanal no debería superar los 300-500 gramos.Los embutidos grasos deben consumirse con mucha moderación, de nuevo según la SENC y la SEMFYC, conviene seleccionar los de menor contenido en grasa.Los que más grasa tienen son el salami, el salchichón, la morcilla, el chorizo o la mortadela, por el contrario los que menos grasa presentan son el jamón cocido, el lomo embuchado. El elevado consumo de embutidos no es aconsejable no solo por sus grasas sino también por su alto contenido en sal, consumidor embutidos frecuentemente puede elevar la tensión arterial, el colesterol y afectar a nuestro sistema cardiovascular con el pasar el tiempo.Fuentes: http://comedorpasquau.blogspot.com/http://es.wikipedia.org