Revista Sociedad

Las FARC retan a Colombia con sangre

Publicado el 24 diciembre 2009 por Antoniopampliega

El término terrorista está ligado a la palabra terror. Ese mismo terror que infunde a base de asesinatos, atentados y secuestros… Sobre todo secuestros. Es posible que esto sea una de las armas más poderosas que tienen los terroristas para infundir miedo y para mostrar su poder y a la vez su benevolencia. Tener en sus manos la vida de una persona y segarla a su antojo es un privilegio que los convierte en seres ‘casi’ divinos.

Secuestrar es, además, una forma sencilla de obtener dinero para poder financiar sus actos terroristas. Por lo tanto, el rehén es algo valioso a lo que hay que cuidar para poder obtener el máximo beneficio; pero no todos los grupos terroristas tienen una visión tan comercial de los rehenes. Los talibán, por citar un ejemplo, no son tan complacientes con el dinero. Su fin es otro. Un rehén, un mensaje… Y los mensajes de sangre son los que mejor calan en la opinión pública. Los asesinatos, ahora difundidos a través de Internet, son una poderosa manera de infundir miedo.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han enviado un mensaje, en forma de cadáver, a toda la sociedad colombiana con el secuestro y posterior asesinato del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar. No tienen intención de rendirse y se llevarán por delante a todos los que se opongan a ellos. Cuéllar- que había secuestrado en otras cuatro ocasiones- era el símbolo de la ‘opresión’ en Caquetá- una de las regiones del país con mayor presencia de las FARC- y como símbolo han acabado con él de la peor forma. Ejecutándolo.

El asesinato está cargado de simbolismo. Una semana después de que las FARC y el ELN anunciaran su lucha conjunta contra el Gobierno de Uribe. Mejor mensaje que esta ejecución, imposible. Es un mensaje personal contra Uribe- quién perdió a su padre en 1983 tras ser asesinado por las FARC. Es el presidente colombiano que más ‘daño’ ha causado a la guerrilla colombiana en sus cincuenta años de vida. Su empeño por ‘exterminar’ a los terroristas le ha granjeado muchas críticas- tanto internar como externar- por los métodos utilizados (no siempre justificables). Álvaro Uribe vuelve a tener un nuevo desafío encima de la mesa; ahora le toca a él mover ficha.

De momento el primer movimiento lo ha dado ofreciendo una recompensa de 340.000 euros para aquellas personas que den información que conduzca a la captura de los asesinos de Cuéllar- pero teniendo en cuenta cómo se la gastan los milicianos es improbable que alguien se atreva a delatarlos. Además lanzó un desafío a los terroristas. “En Colombia, el secuestro no se pagará. Seguiremos en la tarea de seguridad para derrotar el secuestro”, afirmó Uribe.

“¿Quiénes lo secuestraron? Estos mismos bandidos que quieren hacer de la liberación de los otros secuestrados un show. Estos mismos bandidos que se burlan del país, que se consiguen unos apoyos internacionales para tratar de validar su terrorismo en Colombia”, afirmó el presidente que se encontraba inmerso en un proceso negociador para liberar a dos secuestrados, de larga duración, que siguen en manos de las FARC, cuando recibió la noticia del asesinato del gobernador Cuéllar.

Este podría haber sido el primer golpe ejecutado conjuntamente entre el ELN y las FARC según las declaraciones de los testigos. “Fue sacado a la fuerza de su domicilio por unos hombres que vestían prendas exclusivas del Ejército Nacional y que, al parecer, son de las FARC”, afirmó Edilberto Ramón Endo, secretario de Gobierno de Caquetá.

Pero la situación que vive Colombia se puede agravar en los próximos meses coincidiendo con la celebración de las elecciones legislativas (marzo) y presidenciales (mayo); así lo han advertido los servicios de inteligencia colombianos como una muestra de que su poder- a pesar de la muerte de sus máximos jefes- sigue intacto. “Hay un esfuerzo por parte del narcoterrorismo para perturbar la democracia”, dijo el ministro de Defensa, Gabriel Silva.


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