¿Quién no ha probado alguna vez un coco? y… ¿A quién no le apetecería, con estos fríos de Enero, estar en una playa bajo un buen cocotero disfrutando de una rica bebida a base de coco? En fin, que vamos a tener que esperar unos meses más o conformarnos con preparar una deliciosa leche de coco en casa, que es facilísima y estupenda para nuestro organismo.
Si eres de lo que no les gusta la leche de vaca (como a mí), o intolerante a la lactosa o buscas bebidas bajas en contenido de azúcar a pesar de su sabor dulce, no lo pienses más y prepárala en un pis-pas. Además de una rica bebida nutritiva, podrás usarla para otras recetas como el fusilli con shiitake y coco que preparé hace poco y que puedes encontrar en el blog.
Ingredientes
- 125 g. de coco rallado seco
- 600 ml de agua mineral
En una trituradora de alimentos, introduce el agua junto con el coco y deja reposar unos 20 minutos. De esta manera, el coco rallado seco se irá hidratando. Una vez ha subido el volumen, tritura durante un par de minutos ambos ingredientes.
Con un colador muy fino o una tela de algodón o lino, filtra la leche, de manera que no se encuentre la pulpa en la preparación de la misma.
Pásala a una jarra o bote de cristal para disfrutarla bien fría. Si al servirla, ves que se han formado dos capas, solo tienes que agitarla fuerte y ¡lista!
Si te apetece, puedes ayudarme compartiendo mi trabajo en redes sociales ésta u otra receta. Si tienes alguna duda o quieres dejarme un mensaje, estaré más que encantada de recibirte en el blog.
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