Mis fresales están cuajaditos de fresas, este año no son muy grandes, pero son riquísimas. Sin embargo este licor es de las últimas del año pasada, las puse a macerar en septiembre, como todos, tiene un tiempo de reposo... y yo, lo he tenido otra temporadita más, reposando en el borrador, porque no me convencía ninguna foto de las que le hice (y os aseguro que hice unas cuantas...) ¡que difícil es fotografiar el vidrio! todos son reflejos, si alguien tiene algún truco que me lo cuente.Este licor es un éxito seguro, fue el primero con que el que me atreví... ¡sabe dios! cuantos años ha.... desde entonces hace siempre parte de nuestros licores, cuando se acaba uno hago otro. Se conserva mucho tiempo con excelente sabor, aunque pierde, eso si, ese bonito color y se oscurece un poco más.
En una ocasión, lo he hecho cambiando el alcohol por aguardiente, no está mal... pero tiene un sabor mucho más delicado con alcohol alimentario.
Ingredientes:
400 g de fresas450 ml de alcohol para uso alimentario (no vale el del botiquín)100 ml de agua250 g de azúcar100 ml de brandy
Elaboración:
Las fresas limpias y secas se colocan en un tarro de cristal de 1 litro, se vierte el alcohol sobre ellas; se cierra el bote y se deja reposar dos meses en un lugar fresco y oscuro.Transcurrido ese tiempo se pasan por el pasapures y después por el chino.Se prepara un almíbar dejando hervir el azúcar con el agua durante 5 minutos.Se mezcla con el puré de fresones y se agrega el brandy. Se puede dejar así, o, puede pasarse por un tamiz más fino que el chino, con el fin de que tenga menos posos.
Yo soy poco de licores, pero si que tengo un buen paladar y considero que tiene un buen sabor, debe ser por eso que cuando lo pongo en la mesa es el primero que se acaba.
¡Chinchín!